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El 75% de estudiantes LGBT denuncia discriminación por parte de profesores y directivos

Una encuesta de Colombia Diversa y Sentiido muestra la violencia que enfrentan los estudiantes LGBT en los colegios.

El caso de Sergio Urrego prendió las alarmas en 2014. Al menos el problema se volvió totalmente mediático. Se hizo popular la discusión sobre el acoso a jóvenes por su identidad sexual. A otros niveles, sin embargo, la discusión venía desde antes. Por un lado está la Constitución del 91, que vela por el libre desarrollo de la personalidad y el derecho a la intimidad. Por otro lado está la Ley 1620 de 2013, que puso reglas para proteger los derechos sexuales de los jóvenes y mitigar la violencia y el acoso escolar.

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Esa ley pretendía, además, que los conflictos en los colegios se resolvieran de formas más pedagógicas que punitivas, y que se creara una ruta de acción integral para solucionar los casos de acoso. Sin embargo, a tres años de haberse sancionado, Colombia Diversa, una organización que aborda temas de género, concluye que "todavía existe una muy baja aplicación e implementación de la misma por parte de las 95 Secretarías de Educación certificadas del país […] por razones presupuestales, ausencia de compromiso político o insuficiencia en el personal de las secretarías para cumplir con el marco legal vigente".

Ese contexto llevó a Colombia Diversa, en alianza con Sentiido (otra organización que aborda temas LGBT), a realizar la primera "Encuesta de clima escolar LGBT en 2016". Más de 500 jóvenes de colegio con orientaciones sexuales diversas respondieron toda clase de preguntas sobre cómo viven su sexualidad dentro de las aulas: quién los rechaza, quién los defiende, cómo los llaman, cuándo piden ayuda. Hoy serán presentados los resultados de ese informe.

Quizás el dato clave de ese documento es que el 67% de los estudiantes encuestados se sienten inseguros en el colegio debido a su orientación sexual. Ese miedo ha hecho que uno de cada cuatro haya faltado al colegio en el último mes. Según el informe, también es la causa del bajo rendimiento académico de algunos alumnos. Ese miedo, además, se traduce en lugares: 36% temen ir al baño y 28% a clases de educación física.

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Esos datos contrastan con los de la Encuesta de Clima Escolar y Victimización en Bogotá (2015), donde alrededor de un 80% de los estudiantes, ya sin filtro de orientación sexual, dijeron sentirse seguros.

Que dos de cada tres estudiantes LGBT se sientan inseguros en el colegio puede tener varias explicaciones. Por un lado, el 75% dice haber experimentado acoso verbal: los llaman maricones, locas, areperas, machorras. Les dicen que "no sea tan gay" o que no son "suficientemente masculinos" o "suficientemente femeninos". Un 40% dice que lo han agredido físicamente por su orientación. Igual porcentaje relata haber sido acosado virtualmente. Casi a la mitad los han robado o dañado sus pertenencias. A la mitad los han acosado sexualmente.

Por otro lado, Juan Felipe Rivera, uno de los relatores del informe, explica que en Colombia "hay homofobia y transfobia estructural en los operadores del sistema, en las secretarías de Educación, en los rectores, en los docentes. Todos ellos todavía tienen un gran arraigo de prejuicios que impiden que las normas sean aplicadas adecuadamente". Rivera se refiere, precisamente, al marco legal que estableció la Ley 1620 de 2013 y que han reafirmado varias sentencias de la Corte Constitucional, pero que no se cumple a cabalidad. La prueba de esa homofobia de la que habla podría ser un dato de la encuesta: 75% de los jóvenes que dijeron haber recibido insultos o comentarios discriminatorios, manifestaron que alguna vez fue por parte del personal del colegio.

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Aunque hay leyes, sentencias y resoluciones que obligan a los colegios a crear rutas de atención para atender todos esos casos, la realidad está muy lejos del papel. Rivera explica que "en el país pensamos en el derecho como una cosa mágica, tenemos la idea de que si cambiamos las leyes cambian las realidades. Si miramos por ejemplo las marchas en contra de la mal llamada ideología de género, o si nos devolvemos al caso de Sergio Urrego, quien fue discriminado a pesar de que ya existían esas leyes, nos muestra que tenemos conquistas sociales pendientes".

Esa situación, según el informe, se reflejaría de dos formas en los colegios. La primera es que que los mismos profesores y directivos participan de la discriminación. Eso tal vez explica por qué el 60% de los jóvenes que sufrieron acoso nunca lo reportaron al personal escolar. De los que sí denunciaron, el 51% manifestó que no sirvió para nada porque no se tomaron medidas eficaces. La segunda forma es que casi la mitad de los estudiantes denunciaron que no hay o no saben si hay alguna política que los respalde en su manual de convivencia. Por ley, en todos los manuales debería haber una.

"Es un sistema que no funciona estructuralmente. Pero tampoco los estudiantes sienten la confianza. Eso es muy grave porque están en una situación de "cada uno vea qué hace para sobrellevar eso" y eso no es lo ideal", dice Rivera.

La encuesta de Colombia Diversa y Sentiido fue hecha simultáneamente por otras organizaciones en varios países latinoamericanos. Colombia, explican los organizadores, tuvo una particularidad: en los demás países, con niveles similares de inseguridad y acoso escolar, se vieron frustradas en muchos casos las aspiraciones académicas a futuro. Acá, por el contrario, un 81.2% de los encuestados dijo que quería alcanzar estudios de posgrado. Dice el informe: "los/las estudiantes LGBT en Colombia parecen tener una resiliencia a las experiencias negativas en el colegio y se podía concluir que mantienen la esperanza de que todo será mejor en el futuro".

Esa luz al final del túnel, sin embargo, no es lo ideal. Rivera concluye que "es muy bonito que los estudiantes tengan esa resistencia, que sean capaces de proyectar sus sueños a pesar de la violencia que viven, pero esa es una carga que no les corresponde. Un estudiante LGBT no debería tener que sacrificarse y esperar poder salir de ahí algún día para cumplir sus sueños".