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Cultură

El mejor lubricante sexual para acompañar mi comida

Si hay algo que odio más que los genitales secos, son los genitales secos que saben a genitales secos.

Alguien me preguntó recientemente si tenía un problema que me hacía querer comer cosas extrañas/asquerosas. Al principio pensé: "Pero la rareza es subjetiva. Sólo porque tú piensas que freír un poco de jugos vaginales para tu almuerzo es asqueroso, no quiere decir que los demás piensen lo mismo". Pero entre más lo pienso, ya no estoy tan segura.

Esta mañana, por ejemplo, me comí un montón de lubricantes de sabores porque quería saber si alguno sabía tan bien como las frutas y, en uno de los casos, como la bebida con alcohol, que supuestamente representan. También combiné mis lubricantes con mis comidas favoritas, pensando que el contraste entre un sabor bien conocido y otro completamente nuevo, haría que este último supiera mejor a mi paladar.

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Sí, quizá tengo un problema que me hace comer cosas extrañas, ¡pero sólo lo hago para que tú no tengas que hacerlo!

Sabor #1: Fresa

Para haber sido el primer lubricante, debo admitir que tuve algunos pensamientos un tanto ingenuos mientras exprimía el paquetito en el pan. "Mmmm, mantequilla de maní y mermelada de fresa, todo un clásico". Esperaba que supiera a Coronado y La Costeña, pero con un toque un poco más intenso y sensual. Me equivoqué. El lubricante sabía a brillo labial barato; afortunadamente, el sabor dominante fue el de la mantequilla. Fue como un postre de mantequilla de maní envenenado.

Sabor #2: Frambuesa

Este salió de una marca para riquillos. Así que supongo que no es "lubricante" como tal, pero me lo comí de todas formas. Y, dios mío, sabía delicioso. Sabía a caramelo. Fue como una tic tac mezclada con plástico mezclado con una sensación de cosquilleo sabor menta en la boca. El único problema fue que cuando intenté enjuagarme la boca, me empecé a ahogar como loca. Supongo que habían estado ocurriendo demasiadas pendejadas en mi boca.

Sabor #3: Fresa-Kiwi

Antes que nada, permítanme decir: Me tomaría mis meados cien veces más antes de probar otro de estos. ¡Qué asco! ¿Lubricante sabor fresa-kiwi? ¿Por qué existe? Este fue el peor de todos. Ni siquiera lo pude tragar. Me rehusé a seguir comiendo. Quizá tuvo algo que ver con los dos sabores previos, pero estoy segura que el lubricante de fresa-kiwi está especialmente diseñado para matar a la gente. VENENO.

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Sabor #4: Cereza

A estas alturas tuve que cambiar las cosas un poco. En lugar de usar sándwiches de crema de cacahuate como base, decidí hacer algo más elaborado, ¡un paste de lubricante!

Este fue un buen giro. El pastel de chocolate disfrazó todo el sabor del lubricante, a pesar de que usé todo el paquete. Fue como comer un pastel realmente grasoso con una ligero aroma a químicos no tóxicos. Además eructé y me supo a ponche. Mmmm.

Sabor #5: Plátano

Este fue otro de esos momentos de fiesta. Decidí regresar al sándwich de cacahuate porque me dijeron que a Elvis Presley le encantaba la combinación de plátano con crema de cacahuate, así que llevar la imitación de Elvis al siguiente nivel: comida Presley. Ahhh, soy tan tierna.

Este fue el primero que me topé que sabía ligeramente a la fruta que decía. Una vez más, sabía dulce, pero sigo sin entender porque alguien usaría esto. ¿Qué tienen de malo chupar un pito au naturel? En realidad nadie usa estas madres, ¿cierto?

Sabor #6: Maracuyá

Por alguna razón sentí que combinaría bien con crema de avellana. Y no estuvo tan mal. Este lubricante cumplió muy bien con su cometido de imitar. Lamentablemente, la fruta que imita no es muy buena. Si lo tuyo es chupar la fruta de la pasión, este lubricante es para ti.

Sabor #7: Melón

La escritora de moda se retorció cuando el dije que mezclaría lubricante comestible con mantequilla de maní. "¿Por qué no usas pepino?" me dijo. ¿Qué? ¿Pepino? "Sí, es más, como, fresco…" Esto tenía mucho sentido, y no podía creer que no hubiera pensado en el clásico dildo económico como base para mi experimento. Así que unté mi pepino con lubricante de melón y empecé a masticar. Fue horrible. Probablemente el peor de todos, bueno, después del de fresa-kiwi, pero definitivamente segundo lugar. Por extraño que pareza, el lubricante sabía a mantequilla, así que debió haber una extraña reacción química con el pepino, porque podría jurar que sabía a mango podrido con pelos.

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Sabor #8: Piña Colada

Siete paquetes de lubricante más tarde y estaba lista para el final. No se me ocurrió con qué combinar éste, así que decidí disfrutar de un simple y sencilla Piña Colada. ¡Mmmm! Por suerte, ¡resultó ser el mejor de todos! Como flotar por un río de sensualidad con un delicioso cocktail congelado en la mano, después de un día de arduo trabajo comiendo lubricantes. ¡Vaya postre!

Supongo que la conclusión es bastante obvia: aprende a humedecer tus genitales, o elige el lubricante sabor a cocktail puertorriqueño.

De nada.