En el laboratorio del Doctor Repronto

Raúl Minchinela es uno de los comentaristas culturales más audaces que conozco. Comenzó su carrera como ingeniero industrial, sin embargo hoy en día se le conoce principalmente por sus artículos de opinión y la webserie Reflexiones de Repronto, las subterráneas retransmisiones que hace desde el laboratorio donde da rienda suelta a las teorías del Dr Repronto. Es todo lo contrario a la televisión convencional y por eso me encanta: un monólogo denso, un plano fijo sin cortes y un montón de vídeos en una pantalla detrás de él. Sus análisis intentan dar sentido a un montón de cosas de la vida contemporánea que probablemente se te hayan pasado alguna vez por la cabeza.

Con el estreno de la quinta temporada como excusa me fui a charlar con él.

VICE: ¿Qué has estado haciendo últimamente? Han pasado dos años desde que terminó la cuarta temporada y francamente pensé que habías cerrado el chiringuito.

Raúl Minchinela: He estado escribiendo Repronto, entre otras cosas. En esta ocasión hubo una pausa de dos años porque después de escribir los capítulos me pasé un año entero dedicado a otros asuntos, no me puse con la serie. Total, los textos ya estaban hechos. Luego pasó otro año y me apetecía retomarlo. Repronto es su propio animal y quiere solo cosas que se ajustan a él. Es muy caprichoso.

El doctor Repronto da un poco de mal rollo.

A parte de que técnicamente sea lo natural, ayuda al espectador a colocarse en posición de defensa.

¿Para que le prestes más atención?

Ajá, el doctor Repronto es el contrario de la señorita que sale en Antena 3 diciéndote que deberías comprarte un seguro para el chalet contra ladrones. Esa chica está muy iluminada y sonriente para que confíes en ella y la escuches sin preguntarte qué condiciones implica. Repronto viene con toda su oscuridad para que pienses que este tipo a lo mejor solo dice tonterías. Y es muy probable que solo diga tonterías. Es un señor que empieza a hablar de una cosa en la que en principio estamos todos de acuerdo y de repente se va por la tangente.

¿Por qué tiene ese aire tan anticuado de televisión de la postguerra yanqui?

Esto lo expliqué hace un tiempo en una conferencia de la Complutense pero básicamente es porque el futuro es invisible y el presente se vuelve obsoleto en nada de tiempo. Por tanto, si quieres una estética que aguante tiene que ser vieja, porque no puede ser de otra manera. La estética del futuro es una estética retro, entonces Repronto va todo lo retro que se puede ir en televisión. Y eso no es más que una pantalla física detrás, cambiar los vídeos con mando a distancia y hacer superposiciones en blanco puro.

Escribiste sobre Black Mirror en La Vanguardia. ¿Qué te pareció la serie?

Me gustó mucho pero es que yo me siento muy identificado con el perfil de Charlie Brooker, el creador. De hecho hay dos británicos con los que me siento muy cercano. Uno es Charlie Brooker, y el otro es Adam Curtis, un documentalista que explica el mundo con trozos de vídeo como yo pero un poco más en serio porque él es un primera figura. Para que veas de quién estamos hablando este año actuaba en directo con Massive Attack poniendo proyecciones. ¡Ya me dirás qué hace Massive Attack con un documentalista!

¿Tienes algún referente así en España?

No exactamente así pero cuando empecé Repronto un referente era Fernando Ónega. Un señor muy conservador que hacía columnas en televisión. Se ponía frente a una cámara y hablaba durante cuatro minutos sobre un tema. Nadie más en España lo hacía. Yo hago algo así así que no puedo fingir que vengo de la nada. Esto ya se estaba haciendo.

¿Y qué me dices de Gómez de la Serna? ¿Has visto ese vídeo en el que sale con una mano gigante en medio de El Retiro?

Sí, es muy Repronto esa película. Yo ya había hecho Reflexiones de Repronto cuando la vi por primera vez y pensé que era buenísimo. Precisamente las conferencias espectáculo de los años cuarenta son uno de mis referentes fundamentales para Repronto, las cuales sólo conozco por escrito. Un referente está en Ortega y Gasset llenando teatros en Buenos Aires con sus cursos de filosofía. En lugar de necesitar luces y juegos de entradas y de salidas, un solo señor hablando te llenaba un teatro. El otro es Gómez de la Serna. Ortega es contenido y Ramón es forma. Ramón era increíble, te hacía una conferencia subido a un elefante, montado en un columpio. Esos son mis modelos y los dos pilares de Repronto de largo.

¿Ves la tele?

Sí, claro.

¿Por divertimento o por información?

Es que las dos cosas son lo mismo. A mí me parece muy informativo ver cuál es el perfil que Telecinco puede imponer este año. ¿Cuál va a ser el estándar de normalidad? Tienes que saberlo. Si no, de pronto, los chavales empiezan a comportarse de forma muy extraña y no vas a saber por qué. Es que intentar conocer las cosas desde fuera es muy traidor. Este año hay una entrega de Reflexiones en la que hablo de las niñas que se tatúan "Respect". Esto no viene de leer Zola. Esto viene de un mundo más moderno y tienes que usar Telecinco para ilustrarlo.

Fuiste una de las personas que mejor explicaron el lenguaje del 15M sólo unas pocas semanas después de que estallara el movimiento. Ya han pasado dos años ¿cómo ves al 15M en la actualidad?

Yo sigo viendo a la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) haciendo cosas y peleando contra los desahucios. Está la Plataforma de Afectados por las Preferentes. Todos estos grupos se han creído a sí mismos gracias a movimientos como el 15M. Así que cada vez que alguien se mantiene en su casa yo lo doy por muy positivo. Hay muchos movimientos que evidentemente ya no se encuentran en Plaza Cataluña si no que están en oficinas y trabajando.

El punto es que están. Si esto va a tener, como en Mayo del 68, una acción a medio plazo, lo acabaremos viendo. Aquel momento sucede poco antes de unas elecciones y cuatro meses después barren los conservadores. Es exactamente lo que está pasando aquí. Estamos siguiendo el mismo calendario de sucesos. Y si tú tienes la idea de que Mayo del 68 no significó nada entonces puedes pensar que el 15M es nada. Pero si tienes la idea de que fue algo importante tienes que verlo con la misma perspectiva.

Entonces ¿por qué los medios de izquierdas parecen esforzarse en restarles importancia?

Porque también ellos hacen su trabajo. Igual que cuando hay un desahucio nadie dice qué empresa está desahuciando. No dicen cuál es el banco o entidad que lo lleva a cabo. Saben cuáles son los límites de su trabajo.

Para terminar dame un avance de lo que veremos esta temporada de Reflexiones de Repronto.

El especial de navidad va a hablar de las fotos de Instagram de las copas y esto de contar cada cosa que comes y que haces en Twitter. Eso será el centro del especial de Navidad y además será una de las entregas más logradas que hemos hecho. Será especialmente disparatado. Igual que antes hablábamos de colchones para hablar de arte contemporáneo ahora para explicar las fotos de Instagram vamos a ir a un lugar que nadie se espera.

¡Casi me olvido! La primera vez que hablamos por teléfono te referiste a los emails que intercambiamos como "cartas". Me dejaste un poco flipado.

Las llamo cartas porque es el equivalente más cercano. Me es mucho más sencillo llamarle carta que email. Igual que al teléfono me es más fácil llamarlo teléfono que iPhone.

Pero es más complicado de cara a hablar con la gente.

No creo. "Te he enviado una carta" está bien.

Todos los días 1 y 15 de cada mes se entrena un nuevo episodio de Reflexiones de Repronto. Puedes ver y descargar todos desde su página web.