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Las personas que viven en lugares fríos beben más, según un estudio

"El alcohol es un vasodilatador, lo que significa que incrementa el flujo de sangre caliente hacia la piel. Por lo que el alcohol literalmente calienta tu cuerpo".
Un hombre sostiene una cerveza en medio de la nieve.
Fotos vía Pixabay and Pexels.

Artículo publicado originalmente por VICE Canadá.

Los canadienses realmente solo presumen sobre tres cosas: cuánto pueden beber, cómo el frío no les afecta y que son muy humildes.

Ahí, en el Gran Norte Blanco, donde están algunos de los países con mayor consumo de alcohol en el mundo, en el fondo siempre han sabido que esas dos primeras cosas están relacionadas. Y no se trata solo de una conclusión a la que llegaron un grupo de borrachos en una discusión en el patio trasero alrededor del fuego, es un fenómeno que también captó el interés científico.

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“Es algo que todo el mundo ha asumido por décadas, pero que nadie ha demostrado científicamente. ¿Por qué la gente en Rusia bebe tanto? ¿Por qué beben tanto en Wisconsin? Todo el mundo asume que es porque hace frío", dijo en un comunicado de prensa el Dr. Ramon Bataller, autor principal del estudio, jefe de hepatología del Centro médico de la Universidad de Pittsburgh (UPMC), profesor de medicina, y director asociado del Centro de investigación del hígado de Pittsburgh.

Bataller dijo que él y su equipo sorprendentemente no pudieron encontrar un solo artículo médico al respecto y decidieron rectificar eso. Entonces se propuso, junto con otros 13 investigadores, analizar años de información meteorológica y cientos de datos de salud pública para ver si era posible encontrar una conexión entre el consumo de alcohol o la cirrosis alcohólica y el clima, y como puedes imaginar, la encontraron. En un artículo para la revista científica Hepatology, el equipo expuso sus conclusiones.

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Mapas que muestran la temperatura, el consumo de alcohol, y las horas de luz de sol. Foto vía Ventura-Cots et al./Hepatology/John Wiley and Sons.

"Este es el primer estudio que demuestra sistemáticamente que en todo el mundo, en las zonas más frías y en las que tienen menos sol, hay un mayor consumo de alcohol y más cirrosis alcohólica", dijo Bataller. El grupo dijo que analizaron controles como la religión, las regulaciones y otras cosas que pudieran afectar la tasa de consumo de alcohol de las poblaciones en el estudio, también dijo que es necesario hacer más investigación sobre este fenómeno.

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Descubrieron sencillamente que cuanto más frío es el clima, mayor es la probabilidad de que consumas alcohol en grandes cantidades, como adolescente, y que sufras de una enfermedad que surge de la bebida. Las razones no se conocen a ciencia cierta, pero en el artículo se mencionan algunas teorías. Una dice que esto puede deberse a que "el alcohol es un vasodilatador, lo que significa que aumenta el flujo de sangre caliente a la piel, la cual está llena de sensores de temperatura. Por lo que el alcohol literalmente calienta tu cuerpo. En una explicación ciertamente más oscura, el consumo de alcohol está relacionado con la depresión, algo que prevalece en los lugares más fríos, donde la luz solar es limitada.

Como alguien originario de Edmonton, Canadá, uno de los lugares más fríos de América del Norte, conozco bien este fenómeno. Tomen en cuenta que dije 'uno de los lugares más fríos', así que por favor, gente de regiones más frías, no me escriban furiosos diciendo que no tengo idea de lo que realmente es el frío. Ya sea que se trate de un trago de whisky para calentarte, de beber para pasar el tiempo porque no puedes salir, o de enfrentarte al frío con tu traje de nieve y una caja de Lucky Lager mientras esperas pacientemente tu turno para subirte a la motonieve Yamaha '87 a la que tú y tus amigos llamaron Terminator, entiendo muy bien ese impulso por la embriaguez que surge cuando la temperatura disminuye.

Hay algo destacable de vivir en un lugar donde la Madre Naturaleza intenta matarte durante varios meses del año, y es que al parecer hay un sentido más fuerte de comunidad en los lugares donde el frío puede, literalmente, asesinarte que en los lugares con inviernos más suaves. Junto con ese sentido de comunidad, he encontrado que en las ciudades más frías se emborrachan mucho más. Entiendo que esto es completamente anecdótico pero, oigan, ahora la ciencia me respalda.

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