Ilustración de una computadora portátil que representa el modo incógnito
PORTÁTIL: PIXABAY | CC0 | SARA_TORDA || CÁMARAS: PIXABAY | CC0 | PHOTOMIX-COMPANY  || MÁSCARA DE GROUCHO MARX: PIXABAY | CC0 | CLKER-FREE-VECTOR-IMAGES || EDICIÓN: VICE
Tecnología

El modo incógnito es totalmente inútil

A no ser que te guste navegar por internet con una paleta de colores oscuros.

Artículo publicado originalmente por VICE en alemán.

Con colores oscuros y un ícono antiguo de un espía, el modo incógnito de tu explorador te da la sensación de que estás navegando de forma segura. En realidad, tu actividad en la red sigue siendo visible a los operadores de los sitios web, a los proveedores de internet y a otros recopiladores de datos. Algunos exploradores, como Chrome, Safari y Firefox, te avisan cuando abres una nueva ventana de incógnito.

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No obstante, según un estudio de 2018 de la Universidad de Hanover y la Universidad de Chicago, muchos usuarios sobrevaloran la protección real que ofrece el modo incógnito. Aun habiendo visto los avisos, un 40 por ciento de los participantes seguían creyendo que en incógnito no se podía ver su localización y un 22 por ciento creían que ni el gobierno ni los proveedores de internet podían monitorear su comportamiento en la web.

Se trata de un malentendido, puesto que el modo incógnito solo elimina el historial de navegación y las cookies una vez que cierras la ventana.

En el historial aparecen todas las páginas web que has visitado y el texto que has introducido en los formularios, como por ejemplo cuando accedes a un sitio web con un correo electrónico. Por su parte, las cookies son archivos pequeños que quedan guardados en el ordenador o en el explorador y que contienen información sobre tus hábitos en la red. Cuando no estás navegando en modo incógnito, también puedes borrar el historial y las cookies fácilmente.

Screenshot of the incognito mode in Google Chrome.

CAPTURA DE PANTALLA DEL MODO INCÓGNITO EN GOOGLE CHROME. CAPTURA DE PANTALLA: GOOGLE. PORTÁTIL: PIXABAY | SARA_TORDA. FONDO: ADOBESTOCK | GAIHONG.

Lo que el modo incógnito no hace es evitar que los rastreadores identifiquen a los usuarios individuales. De hecho, tu proveedor de internet puede conseguir datos tuyos, como tu dirección IP, mientras navegas en modo incógnito, Después, pueden cotejarlos con las llamadas “huellas del navegador”, que es la información que tu ordenador pone a disposición de los sitios web para que se puedan mostrar correctamente, teniendo en cuenta aspectos como la resolución de la pantalla, el sistema operativo, la localización y el idioma. Estos ajustes del navegador pueden parecer genéricos, pero cuando se juntan pueden ser muy específicos.

Afortunadamente, hay formas de protegernos cuando navegamos por la red. Una opción es Tor, un navegador gratuito que reenvía cada petición a través de al menos tres servidores aleatorios. El cifrado de múltiples capas de Tor lo vuelve efectivo a la hora de ocultar la localización del usuario y prevenir que se monitoree el tráfico. Pero ni siquiera Tor es cien por ciento seguro. Si eres un amante de la privacidad, puedes combinarlo con un VPN de pago.

La opción más segura es descargar el sistema operativo portátil Tails, desarrollado con el respaldo financiero de Tor. Este sistema operativo de código abierto se puede instalar gratuitamente en un USB normal. Tails sortea totalmente el disco duro, así que puede conectarse y desconectarse siempre que sea necesario. Una vez conectado al ordenador, todas las conexiones de internet se redirigen a través de la red de Tor y la RAM del ordenador se borra cada vez que se apaga, sin dejar rastro. Cuando no está conectado, puedes usar tu sistema operativo normal, como Windows y MacOS.

Este nivel de protección es muy avanzado; así que, si solo quieres buscar cosas en Google sin tener que preocuparte, utiliza Tor. Y recuerda: utilizar la ventana de incógnito del ordenador es lo mismo que un espía disfrazado con un bigote falso y unas gafas de plástico.