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Y algo que nadie te dice sobre ser gay es que nunca terminas de salir del clóset. Tal vez es porque vivo en el estado súper conservador de Texas pero a veces siento que es un trabajo de medio tiempo. Admito que no le doy importancia la mayor parte del tiempo pero salir del clóset, en mi opinión, significa tener que enfrentar una y otra vez esa misma sensación de incomodidad, una obligación que los heterosexuales o los gays que no salen del clóset no carganAdemás, también está el efecto que tiene en mi vida como escritor. Hace poco, una amiga me dijo que fue a la librería a comprar mi novela pero no la encontró. Preguntó a uno de los trabajadores y descubrió que estaba catalogada en la sección LGBTQ. Aunque aprecio que exista dicha sección, no puedo evitar sentir que, de alguna forma, mi libro fue confinado. Mi meta como escritor no es hablarle únicamente al público gay. Escribo para los seres humanos, los cuales probablemente no van a encontrar mi libro en esa sección especial, segregada de otra literatura.La decisión de salir se reduce al miedo: el miedo al rechazo de mis amigos y familiares, el miedo a la opinión de los desconocidos, el miedo a perder el respeto o la admiración de mis seres queridos. Hay muchos ejemplos de gente que ha perdido a sus hijos, su carrera, sus amigos y ha sufrido violencia solo por salir del clóset. Y la forma más fácil de evitar todo esto es no salir y ya.
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Todd*, un divorciado de 50 años originario de Carolina del Norte, dijo que la mayor parte de la clientela en su negocio era conservadora y que desaparecería en cuanto saliera del clóset. Estuvo enamorado de un hombre hace unos años, una experiencia que describió como "asombrosa". Ahora, dice, "solo salgo con hombres de vez en cuando pero solo cuando salgo de la ciudad. Ninguno de mis amigos, familiares y compañeros de trabajo tiene idea". Cuando le pregunté si se arrepentía de algo, respondió: "Por supuesto. Debí mudarme a una ciudad más grande para vivir mi vida".Jay*, un chico de 27 años de edad, me dijo que sigue casado pero que sueña con salir del clóset algún día. "Hace unos años estaba confundido con respecto a mi sexualidad", escribió, "pero ahora estoy seguro. Algunos amigos cercanos saben mi secreto pero me da mucho miedo decirle a mi esposa". Después de intercambiar varios correos donde revelaba su deseo de salir del clóset a los 30, Jay preguntó: "Sinceramente, ¿crees que no valgo nada como persona por ponerme a mí mismo en esta posición?".La gente dice que todos los hombres gay tienen la obligación de salir del clóset porque eso normaliza la homosexualidad para los que lo rodean. Supongo que es lógico pero creo que las razones personales para hacerlo son mucho más apremiantes. Como, por ejemplo, conservar la cordura, ser franco y aceptar que la felicidad propia es igual de importante que la de los demás.Conforme me comunicaba con mis amigos por correspondencia —acerca de sus encuentros culposos, sus identidades secretas y su arrepentimiento—, sentía cómo se desvanecían mis recuerdos glorificados de mi vida antes de salir del closet. Al leer sus palabras, recordé de golpe mis razones para salir del clóset. Salí porque no podía soportar la mentira o cargar con la vergüenza. Salí porque odiaba sentirme tan poco auténtico todo el tiempo. Es cierto que vivir como un hombre gay es difícil a veces. Pero vivir dentro del clóset es completamente insoportable.*Se cambiaron los nombres para proteger la identidad de los amigos por correspondencia.La primera novela de Drew Nellins Smith,Arcade, está a la venta y fue publicada por la editorial Unnamed Press. Síguelo en Twitter.