El universo es una dona gigante, sugiere nueva investigación

Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.

Sin instrumentos o conocimientos científicos que les dijeran lo contrario, podrían perdonar a los humanos antiguos por creer que la Tierra era plana. Después de todo, desde una perspectiva humana, el mundo parece extenderse ante nosotros sin curvatura alguna. Pero si bien esta noción ha sido completamente refutada durante siglos, un nuevo tipo de debate alrededor del plano versus la curva ha captado la imaginación académica. Esta vez, los científicos están debatiendo la forma misma del universo.

En un artículo publicado recientemente en el servidor de preimpresión arXiv, un equipo de astrofísicos y cosmólogos de la Universidad de Ulm y la Universidad de Lyon estudiaron la luz sobrante del Big Bang, conocida como Radiación de Fondo de Microondas (CMB, por sus siglas en inglés), y determinaron que el universo podría no ser un plano, como muchos científicos creen en la actualidad.

“El ejemplo de nuestro artículo es... un modelo del universo en forma de dona”, explicó en un correo electrónico Thomas Buchert, profesor de cosmología en la Universidad de Lyon y coautor del nuevo artículo. Esta forma también se conoce como un “toro tridimensional”, escribió Buchert, algo así como una una dona en tres dimensiones. La idea de que el universo tiene una forma de “toro” es fundamental para algunos estudios que plantean teorías poco convencionales, como el informe Gateway de la CIA de los años 80 sobre fenómenos psíquicos.

Este documento aún no ha sido revisado por expertos, pero Buchert dijo que lo ha enviado a las revistas para su consideración.

Buchert y sus colegas no son los primeros en proponer un universo de forma extraña. La idea de que el universo posee una forma de “toro” se originó en la década de 1980 y una nueva serie de datos revitalizó las discusiones entre los investigadores en 2003. Pero en los últimos 18 años, los científicos han llegado a una conclusión diferente sobre la forma del universo. Es decir, creen que es geométricamente plano, lo que significa que las líneas paralelas en la estructura del espacio-tiempo permanecen paralelas y se expanden infinitamente. Este último principio se evidencia por la observación de los desplazamientos al rojo, una señal de la luz que se está alejando, en el borde del universo.

La idea de que la forma del universo es esencialmente una hoja infinita y plana de papel parecería el final de la historia, pero Buchert y sus colegas escriben en su artículo que había algo relacionado con la CMB que no se alineaba del todo.

“El espectro [de la CMB] no solo es discreto, sino que además tiene grandes brechas”, escriben. Lo que crea “discrepancias intrigantes entre las predicciones del [modelo estándar] y las observaciones de la CMB”.

En otras palabras, parece que faltan señales de la CMB que estarían presentes si el universo fuera verdaderamente infinito como propone el modelo estándar. Una explicación sería que el universo está en realidad “conectado de forma múltiple”, en estos puntos faltantes, lo que significa que su topología está curvada de tal manera que se conecta de nuevo consigo mismo como una dona.

De la misma manera en que puedes doblar una hoja de papel plana en una forma curva sin cambiar sus propiedades paralelas, esta solución significaría que el universo podría tener una forma plana y de dona. A través de las simulaciones de la CMB, es exactamente lo que hallaron los investigadores. Sin embargo, si se demuestra que es cierto, significaría que el universo ya no es infinito, dijo Buchert, lo que puede resultar filosóficamente inquietante para algunos.

“Los modelos de un universo finito pueden asustar a algunas personas, pero no experimentas un límite”, dijo Buchert. “Vivirías en un Universo ilimitado aunque con un volumen finito”.

Pero incluso si no logras chocar contra el borde de este universo finito, ¿podrías navegarlo y terminar de nuevo donde comenzaste? En teoría, sí.

“La luz puede viajar por todo el Universo finito, pero para un viajero espacial será difícil”, dijo Buchert. “Ciertamente, si la tecnología futura permitiera crear agujeros de gusano en el espacio-tiempo, o si pudiéramos lograr impulsos de distorsión que no estén limitados por la velocidad de la luz, entonces, en principio, sería posible viajar de esa manera”.

Pero incluso si pudieras subirte a bordo de una nave espacial a gran velocidad, podrías experimentar algunas consecuencias no deseadas, advierte Buchert.

“Se prevé que tu tiempo apropiado dentro de la burbuja de distorsión sea considerablemente más corto que el tiempo transcurrido en la Tierra desde donde partiste”, dijo. “Si completas el ciclo y regresas, es posible que la Tierra ya no exista”.

Mientras esperan el desarrollo de una nueva nave capaz de lograr impulsos de distorsión (la propulsión más allá de la velocidad de la luz), Buchert y sus colegas continuarán investigando este misterio a la antigua usanza: analizando los datos de sondas como Planck, WMAP y COBE para descubrir las señales ocultas del nacimiento del universo.