Vendía mis fotos familiares a un banco de imágenes

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Vendía mis fotos familiares a un banco de imágenes

"En un momento me vi con tres hijos menores de tres años. Esto se puede convertir en algo aburrido, aun cuando tengas la mejor voluntad. La fotografía fue una salida para un espíritu creativo en agonía".

Desde hace un tiempo los bancos de imágenes han sido blanco de chistes que circulan en Internet. Y con toda la razón. Cuando la gente se cansó del material poco natural y plástico de estas bibliotecas, decidió manifestarlo.

La página de humor femeninoThe Hairpin empezó las burlas en 2011 con una entrada, en la que critica las fotos clichés de mujeres dichosas mientras mastican un plato de hojas. Después de unos años, el post engendró una honorable cuenta de Tumblr, y en 2014, la sección Women in Leadership de The Guardian, exprimió las últimas gotas del chiste con una brillante pieza. Para entonces ya era demasiado tarde para decirle a los responsables de esta obra en Nueva York que habían llegado tres años tarde a la fiesta. Los chistes son del momento y, como a los memes, hay que dejarlos ir a su debido tiempo.

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Pero no todos los bancos de imágenes se pegan siempre a los clichés. Caran Caravan, quien comenzó su carrera dirigiendo videos musicales para el artista británico Marc Almond y la banda Hawkwind en los años ochenta, se pasó a la fotografía en los noventa y terminó vendiéndole fotos de su familia a Getty Images. Así logró llenar sus páginas con una intimidad que rara vez se encuentra ahí.

Caran, cuyo nombre de nacimiento es Karen Bentham, sólo usa cinta. Recientemente nos habló sobre la experiencia de exponer a sus propios hijos en imágenes de uso extendido, venderlas a uno de los bancos de imágenes más importantes y mantener, ante todo, autonomía en el proceso.

VICE: Estuviste en una escuela de arte cuando eras adolescente, pero ¿cuándo comenzaste a tomar fotos? ¿Era un hobby o estaba ligado a tus estudios?
Caran Caravan: No, nunca tomé clases de fotografía en la escuela de arte. Allí todo giraba alrededor de la pintura, de encontrar la identidad e indagar en nuestras mentes. Las cabinas de fotos era lo más cercano que tenía a la fotografía, ni siquiera tenía mi propia cámara. Comencé a tomar fotos en serio cuando empecé a tener hijos. En un momento me vi con tres hijos menores de tres años. Esto se puede convertir en algo aburrido, aun cuando tengas la mejor voluntad. La fotografía se convirtió entonces en una obsesión y una salida amigable para un espíritu creativo en agonía. Dos años después, en 1998, fui premiada por la Real Sociedad Fotográfica por mis autorretratos en blanco y negro creados a partir de múltiples negativos, una técnica complicada que puede ser un éxito o un fracaso total. Fueron siempre fotos únicas. No quedaron negativos ni hubo reimpresiones.

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Estuviste haciendo videos por un tiempo, después del colegio y antes de pasarte a la fotografía para bancos. ¿Qué te atrajo del mundo de las fotos? ¿Por qué la transición?
En realidad fue por el tiempo y por las circunstancias. Mi romance con la cámara de 35mm comenzó por las limitaciones que implican criar a una familia. Los videos toman demasiado tiempo. Sin plazos y contando sólo con mis equipos, instalé un cuarto oscuro, recluté a los niños más cool del pueblo y comencé a fotografiar: arriba, abajo, en el cuarto de las niñas. El trabajo con video ya me había dado las habilidades necesarias para ajustar una buena luz y reconocer imágenes llamativas. La transición fue natural y oportuna.

¿Cuándo fue entonces tu primera incursión en la fotografía? ¿Cuáles imágenes te hicieron pensar 'sí, esto es algo con lo que podría ganarme la vida'?
Fue sólo hasta el año pasado, en junio, que hice mi primera exposición. Clarie Griffiths escribió una reseña al respecto y de repente caí en cuenta de que era bastante buena. Describió mi trabajo como "hermoso pero surreal" con "tristeza, alegría y caras fantasiosas que nos observan mientras nos preguntamos '¿quién, dónde y cuándo?'"

Que un crítico defina tu punto de inflexión es extraño. ¿Cómo pasaste a la fotografía para los bancos de imágenes?
Como ya mencioné, tenía tres hijos menores de tres años, y fueron el blanco perfecto de la temática. Comencé a enviar imágenes a una compañía llamada Photonica y firmé con ellos, lo cual fue buenísimo. La fotografía equivalía a dinero. Getty Images, que me puso por varios años en sus archivos, compró las fotos luego.

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¿Qué tal fue la experiencia de estar en los archivos de Getty? ¿Todavía eres dueña de los derechos de esas imágenes?
No tengo ni idea sobre los derechos.. Soy la peor con la documentación, contactos, etc. Sólo sé que a veces me envían un cheque, jajá. Claramente te gusta la cinta de 35mm para tu trabajo personal. ¿Usaste cinta para Getty Images también? ¿Cuáles eran las instrucciones cuando querían que les produjeras un trabajo?
Sí, hice todo en cinta. Nunca he usado ni usaré una cámara digital. Cinta hasta la muerte. Solía enviarle a Getty impresiones de 10x8, ellos las escaneaban y luego las enviaban de vuelta. Paré de enviarle a Getty mis fotos cuando dejaron de aceptar propuestas análogas. La cámara digital que me recomendaron costaba alrededor de 15.800 dólares en el momento y pensé 'a la mierda con esto'. No he vuelto a enviar nada desde hace un buen tiempo.

La información que me enviaban cuando querían un trabajo era muy específica y bien articulada. Sin embargo, nunca le presté mucha atención a eso, así que supongo que los briefs que me enviaban eran sólo guías. Si el brief era 'mujer lidiando con la carrera y el bebé', hacía que mi hijo mayor alzara a un bebé llorando, sin ninguna mamá.

¿Cuánta libertad crees que te daba hacer fotografía para los bancos?
Yo medio cambiaba los briefs que me enviaban y por lo general me salía con la mía. No estoy arrasando con la fotografía de los bancos, siempre hay lecciones que aprender.

¿Qué me dices sobre la puesta en escena? Las fotografías de los bancos son muy armadas, las tuyas son más parecidas a un álbum de fotos familiares.
En realidad, ninguna fue planeada. Tomaba fotos y luego les encontraba un brief. Eso es lo chistoso, no soy realmente una escenógrafa. Mi plan es que no hay plan. Es como la fotografía de calle, pero no lo es. Nunca podría hacer ese tipo de fotografía porque me da miedo. ¿Trabajar con Getty te hacía sentir mal? ¿Cómo consideraste el balance entre arte y comercio?
La necesidad, querido. Pondría feliz mis cosas de Getty junto a mi otro trabajo, no tengo nada de qué avergonzarme. Ambos necesitan tiempo e ideas. Sin embargo ya no estoy involucrada en ese mundo.

La exhibición de Caran Canavan comenzó el 1 de marzo en la galería White Cloth Gallery en Leeds, Reino Unido.