FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Estos son los siete 'poblaos' de la droga más chungos de España

Por si no sabes dónde cae el poblao más cercano a tu domicilio, te hemos preparado una pequeña guía con los más peligrosos y mejor surtidos de las España.

La edad de oro de los yonquis ha pasado. Ya pocos se chutan heroína y visten chandal de mercadillo como en los 80. Pero la crisis perpetua que padecemos, unida al vicio y al aburrimiento, han vuelto a poner de moda el caballo llamado muerte, ya sea chutado, esnifado o fumado, solo o mezclado con base de coca ("paco" para los amigos). Así las cosas, cada vez hay más gente enganchada que prefiere comprar droga allá donde tiene mejor calidad-precio: el poblao.

Publicidad

Para ir a un poblao, no hay más que coger un "taxi de la droga" (en argot, "cunda") y dejar que te lleve a un "supermercado de la droga" (o sea, "el poblao"). Una vez allí, guiado por un "cicerone de la droga" ("el machaca", un yonqui que, a cambio de una dosis, guía a los incautos hasta las chabolas de la droga) podrás verte envuelto en peripecias y situaciones que te harán revivir los peores momentos de 'The Walking Dead'.

Por si no sabes dónde cae el poblao más cercano a tu domicilio, te hemos preparado una pequeña guía con los más peligrosos y mejor surtidos de las Españas, que también vale como manual de viaje para hacer un tour de poblao en poblao, en plan Hunter S. Thompson quinqui. Si te atreves, te deseamos mucha suerte, surmano.

Valdemingómez (Madrid)

La meca toxicómana estatal es este terrorífico poblado controlado por una veintena de clanes gitanos, donde se despacha la mejor droga del país 24 horas al día y 365 días al año. Según la leyenda, aquí la policía no se atreve a entrar y los yonquis andan como Pedro por su casa, arrastrando sus tambaleantes cuerpos entre hogueras y chabolas en busca de droga dura e incautos a los que dar el palo.

Si te da miedo subirte a una cunda, puedes llegar a Valdemingómez con tu propio coche, cogiendo la M-50 o la A-3. El poblao está entre el vertedero de basura y El Gallinero, un asentamiento de chabolas habitado por rumanos.

Las 3000 Viviendas (Sevilla)

Este inmenso barrio marginal abarca 145 hectáreas y seis barriadas, entre las que destacan las peligrosísimas Murillo y Martínez Montañés, también llamada "Las Vegas". En Las 3000 Viviendas se puede escuchar buen flamenco (de aquí salieron los Pata Negra) pero también comprar todo tipo de armas, drogas y personas.

Publicidad

Para hacerse una idea de cómo se las gastan por estos lares, baste decir que hasta los bomberos son recibidos con disparos y pedradas, y más de una vez les han robado el camión. También los policías las pasan canutas cuando reciben la orden de intentar desmantelar esos puntos de venta vigilados por hordas de sicarios armados hasta los dientes.

Freixeiro (Narón)

Imagen vía

Si vives en Galicia, el mejor punto de venta de droga es sin duda este poblao ubicado entre la autopista AP-9 y el polígono industrial Río do Pozo, a un paso de Ferrol. Por lo visto, la calidad de la droga que se vende en los chamizos de Freixeiro es tan alta que atrae peregrinos de Asturias y Castilla León.

Aquí no hay luz, ni agua, ni saneamiento, ni camiones de la basura, ni muchísimo menos patrullas de policía. Solo 23 familias gitanas, que habitan una treintena de chabolas levantadas sobre una corredoira de fango y desperdicios, donde se despacha heroína, cocaína y otras ruinas de extraordinaria pureza.

El Puche (Almería)

"Una niña de nueve años resultó herida de bala en un tiroteo registrado al filo de las tres de la tarde en el barrio de El Puche. (…) Poco después, un periodista fue apedreado por un grupo de vecinos cuando llegaba al lugar de los hechos". Noticias así son habituales en este poblao habitado por 9.000 vecinos que se apiñan en 1.500 viviendas, asentadas sobre una montaña de basura surcada por riachuelos de aguas fecales.

Publicidad

En este marco incomparable de inmundicia sin igual, cada uno se busca la vida como puede, desempeñando oficios como cantaor, chatarrero o entrenador de gallos de pelea. Pero lo más rentable, con diferencia, es trapichear con drogas duras. Ajenos a la ola de corrección política que ha invadido el mundo civilizado, aquí los chavales aún juegan con pistolas, de juguete o de verdad.

El Cabanyal (Valencia)

Parece que el Gobierno tripartito que manda ahora en Valencia tampoco es capaz de acabar con la delincuencia en El Cabanyal, por más ayuda que le pidan a la policía nacional. Como es normal, las familias gitanas que mueven droga en la barriada se niegan en redondo a dejar el negocio, salvo que se les de casa, trabajo y dinero.

Pero como el Gobierno no suelta un duro, El Cabanyal sigue siendo el barrio sin ley, plagado de peligrosas mafias y muertos vivientes capaces de vender a su abuela por una calada de chino. Aquí no estás seguro ni en la azotea, ya que está extendida entre los yonquis la pintoresca costumbre de saltar de tejado en tejado para atracar a los vecinos que están tendiendo ropa.

O Vao (Pontevedra)

En el corazón del municipio de Poio, existe un poblao donde se vive una situación que recuerda a las antiutopías zombies de George A. Romero: por un lado, están los gitanos y sus chabolas de madera y, por otro, los payos y sus bloques de hormigón; entre ambos, un gran muro levantado por los vecinos blancos para quitar de su vista el apocalipsis yonqui que tiene lugar en el poblao de enfrente.

Publicidad

Así, mientras los vecinos de los bloques se pegan el madrugón para pasar el día trabajando por una miseria, los gitanos se quedan tan ricamente en sus chabolas, con sus antenas parabólicas y sus cochazos, abasteciendo de droga a una legión de toxicómanos. A la chita callando, el Gobierno de Poio ha derribado varias chabolas en los últimos años, pero el supermercado de la droga sigue a tope.

La Palmilla (Málaga)

Puñaladas entre mujeres, tiroteos desde coches, yonquis por todas partes… Ay, si Franco levantara la cabeza y viera en lo que se ha convertido aquella idílica barriada que fundó en 1964 para reubicar personas pobres: uno de los más dantescos hipermercados de la droga del mundo.

El excamello reinsertado Jesús Rodríguez "El Chule" abrió aquí refugios para toxicómanos y la policía hace alguna que otra redada. Pero el hambre es el hambre, y esta es una zona donde el 30% de los habitantes son ilegales, el 50% no trabaja y el 14% son analfabetos. Solo les queda hacerse yonquis, camellos o las dos cosas.