Gary A. Vasquez-USA TODAY Sports
La famosa maldición del equipo azteca se remonta al año 2001, en la etapa clasificatoria para el Mundial de Corea-Japón 2002: un partido que se iba a jugar en California pero que se movió a Ohio debido a que el número de mexicanos sería menor y los nuestros dejarían de jugar como locales, a esto se sumó un clima prácticamente helado que impidió que los jugadores mexicanos salieran a calentar. Fue el clima, una mala noche o la falta de calentamiento, pero con goles de Ernie Stewart y Josh Wolff, el 2-0 en el luminoso del Columbus Crew Stadium sentaría un precedente. Como dato curioso, ya en tierras asiáticas, serían los mismos estadounidenses los que acabarían con el sueño del quinto partido, otra vez, con un par para ellos y ninguno para los nuestros.
Ni el futbol espectacular de Ricardo Lavolpe, ni las ideas europeas de Sven-Göran Eriksson o la medalla de Oro conseguida en Londres por Luis Fernando Tena pudieron romperla, todos cayeron en el "infierno helado" de Ohio y todos por el mismo marcador.En esta ocasión, el combinado azteca llega a su eterna pesadilla con más dudas que certezas: una derrota que pareciera completamente presupuestada, la presión del medio a tope, un proceso que ya se tambalea cuando apenas está por empezar y un Juan Carlos Osorio con la soga al cuello que pareciera tener los días contados en el banquillo azteca.
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Kelley L Cox/USA TODAY Sports
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Jürgen Klinsmann, director técnico del conjunto de las Barras y las Estrellas, declaró que Columbus es para ellos, lo que el Azteca es para nosotros. Si la Selección Nacional quiere la victoria, podría aferrarse a esa declaración, porque tal vez, al estratega alemán no le han dicho que hasta el Coloso de Santa Úrsula ha dejado de pesar en favor del Tri.El Mapfre Stadium puede ser testigo de la historia en la que los dirigidos por Juan Carlos Osorio terminen de una vez por todas con una "maldición" de más de 15 años. Pero también puede ser testigo de una nueva victoria estadounidense que tal vez permitiría a su flamante nuevo presidente soltar su primera declaración polémica como mandamás electo.Porque como ya lo dijo la NASA, el rayo puede caer las veces que quiera en el mismo lugar y si el odiado resultado se volviera a dar, retumbarían diecinueve mil de golpe al compás del "DOS-A-CERO".Texto por: Andrés RodríguezSuscríbete a nuestro boletín y no olvides seguirnos en Facebook y Twitter.Leer más: Dejemos de politizar el partido entre México y EUA