Carrera contrarreloj en Río de Janeiro para luchar contra el dopaje en los Juegos Olímpicos
Donna Bowater

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Carrera contrarreloj en Río de Janeiro para luchar contra el dopaje en los Juegos Olímpicos

Tras el escándalo de dopaje masivo en Rusia, la Agencia Mundial Antidopaje ha impuesto unas condiciones draconianas al laboratorio brasileño que deberá controlar a los atletas de las Olimpiadas de 2016. ¿Podrán cumplirlas a tiempo?

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A menos que sepas con precisión lo que estás buscando, el nuevo laboratorio antidopaje de Río de Janeiro (Brasil) resulta bastante difícil de encontrar. Abandonado en un edificio universitario en la bahía artificial de la isla de Fundão, cerca del aeropuerto internacional, el anónimo edificio blanco apenas tiene una vía de acceso… y todavía está cerrado con láminas de hierro corrugado.

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Para la ocasión, el área se convertirá en el departamento de química de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), pero de momento el laboratorio está solo, esperando, como un arca antes de la tormenta, preparándose para los Juegos Olímpicos de 2016.

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Conociendo la gravedad de los recientes casos de dopaje surgidos en el mundo del atletismo, del escándalo de Rusia y de los problemas en curso con los sistemas antidopaje en todo el mundo, lo normal parecería que el acceso a las instalaciones de Río estuviera controlado por cientos policías y por controles de identidad en cada puerta.

Pero no es así.

Dentro del laberíntico edificio, que pertenece al Instituto de Química, hay unos nuevos y brillantes laboratorios de análisis construidos para la detección de multitud de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, de sus siglas en inglés). Durante los Juegos Olímpicos de 2016, los laboratorios llevarán a cabo en apenas un mes la misma cantidad de tests que podrían hacer en un año: hasta 6.000 atletas pasarán por las instalaciones.

Teóricamente, al menos.

Ésta es la forma que tienen 45 millones de dólares. Foto de Donna Bowater

El laboratorio antidopaje de Río ha costado 41 millones de euros y ya se ha convertido en una fuente de orgullo para Brasil en este período previo a los juegos olímpicos. La instalación representa una especie de cambio de tendencia: hace apenas dos años, el único laboratorio en país acreditado por la WADA fue cerrado por la organización antidopaje por no cumplir los requisitos, lo cual provocó una oleada de preocupación acerca de la entonces inminente Copa del Mundo. No fueron pocos quienes cuestionaron la capacidad de Río de Janeiro de albergar los Juegos Olímpicos.

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El belga Michel D'Hooghe, que en 2013 era el director médico de la FIFA, declaró lo siguiente a la cadena británica BBC: "Esto no puede ser. Es intolerable que un país que organizará el Mundial y que dos años después albergará los Juegos Olímpicos no pueda tener un laboratorio actualizado que responda a todos los criterios para un control antidopaje".

Fundado en 1989, el laboratorio original se encuentra en el anticuado Centro de Tecnología del campus de la UFRJ. Su personal procede en gran parte de la misma universidad, donde recibió la formación necesaria, pero por lo general solía durar poco en el laboratorio: los investigadores tenían tendencia a marcharse a trabajar al sector privado después de dos o tres años.

"Este solía ser un problema para el laboratorio, porque durante mucho tiempo no pudo mantener un personal bueno y bien entrenado", asegura Henrique Pereira, que se unió al laboratorio como estudiante en 1997 y ahora ostenta el cargo de vice-director.

Entrada del Comité Olímpico Internacional en Lausana, Suiza. Imagen vía WikiMedia Commons.

El laboratorio fue acreditado por el Comité Olímpico Internacional en 2001, y como tal recibió la acreditación automática de la WADA en 2004. "En ese momento no era un problema para el COI, pero se convirtió en un problema para la nueva agencia de dopaje porque la demanda analítica siempre crece", explica Pereira.

En 2013, la WADA revocó la acreditación del laboratorio debido a que su equipo, que contaba con 20 profesionales, no estaba suficientemente formado para detectar las formas de dopaje más modernas.

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"El laboratorio no tenía los recursos para adquirir nueva tecnología que fuese capaz de alcanzar estos límites", declaró Pereira a VICE Sports. "En su día lo sentimos mucho, pero nunca nos quejamos por la pérdida de la acreditación. Creo que fue justo. Es importante tratar siempre de mantener los niveles de esas infraestructuras bien altos".

Los tests de dopaje realizados durante la Copa del Mundo de 2014 se enviaban a Lausana (Suiza) para ser analizados. Esta humillante necesidad impulsó a Brasil no sólo a construir una nueva instalación, sino también a crear un equipo técnico completamente nuevo.

El renovado Laboratorio Antidopaje de Brasil (LBCD) tiene ahora un personal de alrededor de cien personas. La institución, además, se trasladó al nuevo edificio poco después de final de la Copa del Mundo del año pasado. Después de nueve meses de evaluaciones por parte de la WADA —que incluyeron también cuatro visitas de sus máximos responsables—, el laboratorio recuperó la licencia.

Instalaciones de la Agencia Mundial Antidopaje. Foto de Christinne Muschi, Reuters.

La WADA aseguró en un comunicado que estaba muy contenta con los progresos realizados por el laboratorio. Aún así, aclaró que volvería a evaluarlo en los años siguientes para asegurar su ampliación de cada a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

"Teniendo en cuenta su importante papel en los JJOO de 2016, esperamos que el laboratorio aumente sus capacidades y incluya expertos antidopaje y voluntarios a su personal. Solo así podrá atender el volumen de análisis que requerirán las Olimpiadas", explicó el portavoz de la WADA Ben Nichols.

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"En cualquier caso, el laboratorio seguirá bajo la evaluación continua y rigurosa de la WADA", prosiguió Nichols. "Estos controles, que incluyen visitas a las instalaciones de laboratorio, son vitales para garantizar que el laboratorio esté funcionando con eficacia y que esté totalmente preparado para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016. Tenemos plena confianza en que así será", apostilló.

La próxima visita de la WADA está programada para principios de 2016. En mayo, el ministro de Deportes de Brasil, George Hilton, afirmó lo siguiente en un comunicado: "Todavía hay mucho por hacer para asegurar el nivel de excelencia requerido para garantizar el juego limpio en todos los deportes. La WADA nos ha dicho que la creación de un tribunal de apelaciones y la certificación de la Agencia Antidopaje de Brasil (ABCD) como única autoridad antidopaje de Brasil es esencial: estamos tomando medidas para cumplir con esos requisitos".

"Hay mucha presión hacia Brasil antes de los Juegos de Río 2016", aseguró a principios de año María José Pesce, jefa de la oficina de la AMA de América Latina y de Caribe. "Está claro que el objetivo de la WADA es asegurar que la ciudad tenga un laboratorio acreditado y eficiente, pero en última instancia esto dependerá del rendimiento efectivo de la instalación en el momento clave".

"La voluntad está ahí, pero aún hay que trabajar mucho para superar todas las pruebas técnicas necesarias. Son muy exigentes y siguen los estándares de los demás laboratorios internacionales", apuntó Pesce.

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El personal del laboratorio antidopaje de Río deberá afrontar un reto mayúsculoen los JJOO 2016. Foto de Donna Bowater.

Mientras tanto, los escándalos recientes han socavado la confianza en los controles de dopaje en todo el mundo, lo que significa que habrá una cierta 'atención extra' sobre Río antes de acoger a los Juegos.

Entre los escándalos hubo también unas revelaciones acerca el dopaje de estado de Rusia. Un informe independiente encargado por la WADA y publicado el mes pasado reflejaba lo siguiente:

  • El principal laboratorio de control de dopaje de Rusia, ubicado en Moscú, estuvo involucrado en un "encubrimiento generalizadode pruebas de dopaje resultados positivos". Esto incluía la "destrucción intencional y maliciosa" de 1.417 pruebas que un equipo de la WADA había solicitado específicamente que se mantuvieran intactos.
  • Atletas y entrenadores rusos sobornaron a funcionarios antidopaje para encubrir pruebas que habían dado positivo. Los funcionarios deportivos rusos extorsionaron a atletas bajo investigación para que hicieran lo mismo.
  • La policía secreta rusa tenía instalaciones antidopaje infiltradas y no reconocidas en Moscú y Sochi que afectaron a "la imparcialidad, el juicio y la integridad" de las pruebas antidopaje.

En noviembre, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) prohibió provisionalmente a los atletas rusos participar en cualquier competición internacional. Eso significaría que Rusia no podría competir en los JJOO de Río.

La atleta rusa Mariya Savinova, ganadora de una medalla de oro en los juegos olímpicos de Londres 2012. Hoy, la sombra del dopaje plana sobre su rendimiento. Foto de John G. Mabanglo, EPA.

El personal del laboratorio LBCD de Río no se han perdido ni un segundo de la cuestión del dopaje en Rusia, está claro.

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"Quedamos muy impactados", cuenta Pereira. "Fue un susto para nosotros. En realidad, nos gustaría tener un poco más de información sobre la cuestión. Desde nuestro punto de vista, todo parece un poco oscuro, un poco confuso, pero está claro que lo sentimos por nuestros colegas rusos".

"Es evidente que para la comunidad científica y atlética es una preocupación muy grande, pero también es cierto que no ha influido en ninguna manera en nuestros procedimientos de preparación", añade Pereira. "Ya tenemos suficiente presión".

Todos los ojos del mundo estarán fijos en Río durante los Juegos, y el personal del LBCD recibirá especial atención. Es por ello que la plantilla del laboratorio contará con el refuerzo de 100 especialistas internacionales adicionales y 60 voluntarios brasileños que actualmente están en proceso de formación.

La ciudad de Río de Janeiro ultima su preparación para los JJOO de 2016. Foto de Sergio Moraes, Reuters.

"Vamos a recibir la misma cantidad de trabajo que recibiríamos en un año en solo 20 días. Es muchísimo", aseguró la investigadora del LBCD Ana Carolina Dudenhoeffer Carneiro a VICE Sports. "Pero creo que estaremos listos. El equipo se incrementará mucho".

Carneiro explicó que una de las pruebas que el nuevo laboratorio realiza es por dopaje de sangre: este test permite determinar si un atleta ha tenido una transfusión de sangre, lo que permite aumentar la oxigenación de los músculos y la resistencia atlética. La WADA también está desarrollando el llamado Pasaporte Biológico del Atleta, que rastrea los niveles químicos y hormonales de un individuo a lo largo del tiempo para registrar cualquier cambio biológico artificial.

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"Si alguien ha recibido la sangre de otra persona, es muy difícil que tengan el mismo perfil", explica Carneiro. "El efecto es el mismo que otros tipos de dopaje: tienen más oxigenación, tienen más células rojas en la sangre y obtienen un mejor rendimiento. Los atletas que más lo hacen suelen ser los ciclistas, y en general los atletas que utilizan un montón de oxigenación".

Carneiro describe algunas de la pruebas: "Tenemos una solución llena de células: la máquina está diseñada para separarlas una por una para que así puedan pasar a través del detector. Completar el proceso requiere tres o cuatro horas".

El verano de 2016 está llegando: los tiempos para el laboratorio antidopaje brasileño se agotan. Foto de Maxim Shipenkov, EPA.

Como preparación para los Juegos olímpicos de Río, el laboratorio ya está analizando pruebas de atletas calificados. Asimismo, la institución está negociando con la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que antes de la pérdida de licencia había sido el mayor cliente del laboratorio, para reanudar su trabajo en el fútbol.

Mientras tanto, el equipo de la instalación confía en que cumplirá el requisito anual de 2.500 análisis que la WADA requiere para mantener la acreditación.

"Estamos muy motivados y seguros de que lo haremos de la mejor forma posible", asegura Pereira. "El gobierno brasileño y la universidad nos están dando pleno apoyo. Creo que será un legado muy importante para Brasil y para nuestra universidad", concluye la investigadora.

Sigue a la autora en Twitter: @DonnaBow