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Gales

La selección galesa de futbol no será condecorada... por no hablar galés

El colmo de los colmos.
PA Images

La selección galesa de futbol no podrá ser condecorada este año en el National Eisteddfod —el festival anual que celebra la herencia cultural de Gales— porque varios jugadores no hablan galés.

La BBC informa que la escuadra —la cual llegó hasta la semifinal de la Eurocopa 2016— había recibido invitaciones para recibir los honores en el Eisteddfod de este año, el cual arranca el día de hoy en Abergavenny.

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Sin embargo, el encargado del evento, el Archidruida Lloyd Owen, no lo permitió, ya que argumentó que la presencia de varios jugadores del equipo que no hablan galés hace imposible que puedan recibir los honores en el festival.

"Si no pueden hablar galés no veo cómo podríamos darles la bienvenida, porque nuestro idioma es el arma más grande y poderosa que tenemos como nación y, sin él, no tenemos nada", explicó.

El galés es importante para algunas personas que viven en dicha nación —aunque es claro que no para todos, dado que cerca de sólo el 20 por ciento de la población lo habla a la perfección—. Para aquellos que optan por hacerlo, es una cuestión de herencia y orgullo nacional; una decisión genial, sin duda.

Pero de eso a decir que es "el arma más poderosa que tenemos como nación" y argumentar que "sin él, no tenemos nada", revive el estereotipo insular del cual la Gales se había alejado gracias a su actuación en la Euro 2016. Indudablemente, el conjunto de Chris Coleman llamó la atención de todos. El mundo habló maravillas de la nación del dragón, y demostró las cualidades que enorgullecen a los galeses: unión, determinación, y los tiros libres de Gareth Bale.

El hecho que varios jugadores no hablen galés —en efecto, algunos ni siquiera nacieron en el país— debería ser un factor secundario después del esfuerzo que pusieron en la cancha. Nadie mostró más orgullo por Galés que el defensa Ashley Williams, nacido en Wolverhampton, Inglaterra. Durante la ceremonia de los himnos nacionales, cada uno de los jugadores galeses entonó el suyo —hasta aquellos que no hablan galés—. Pocos países pueden presumir algo parecido.

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Sean condecorados, o no, en el National Eisteddfod es algo irrelevante, aunque les puedo asegurar que se llenarían de orgullo por el reconocimiento. Pero cuando algunas personas aún creen que sus compatriotas deberían ser exiliados por no hablar el mismo idioma, entonces no se puede hacer mucho.

Es innegable que el idioma galés es de suma importancia para su nación —es motivo de orgullo y es normal querer preservarlo para las futuras generaciones— pero es erróneo pensar que Gales se quedaría vacía sin él.

Después de todo, Hal Robson-Kanu no habla galés, pero gracias a él toda Gales recordará esta jugada para siempre.

Nada mal para un "extranjero".