Las peleadoras del norte de Tailandia

FYI.

This story is over 5 years old.

FIGHTLAND

Las peleadoras del norte de Tailandia

El festival anual Wat Santai presenta peleadores de alto nivel, pero son las mujeres las que se llevan los bonos en efectivo.

Fotos por Matthew Yarbrough

Cuando sonó la campana final de la noche, después de que los jueces entregaron sus tarjetas y se declaró el ganador, la dueña del gimnasio Ood Hjalmarsson, quien junto con su esposo Nik dirige el gimnasio Santai, caminó hacia las cuerdas con dos sobres llenos de efectivo. El anunciador tailandés le dijo al público de apostadores locales que el primer bono de la noche, un sobre con 20mil baht (aproximadamente 560 dólares), era para la ganadora de la pelea, la griega Fani Peloumpi. El segundo bono de la noche, con un total de 10mil baht fue para Nong Am (también pronunciado Nong Em), la oponente de Fani.

Publicidad

Las dos mujeres recibieron sus bonos gentilmente, saludaron al público, y posaron para fotografías fuera del ring, dejando lugar para que comenzara la pelea estelar entre dos peleadores tailandeses. Este año el Festival Anual Wat Santai presentó siete peleas, dos de las cuales tuvieron peleadoras tailandesas de alto nivel. Y según el interés de Santai de promover peleadoras de primer nivel, la única pelea de esta noche que obtuvo bono fue una pelea femenil.

Esto podría ser una novedad para algunas promotoras, pero no para Santai. Los últimos festivales han presentado peleadoras de primer nivel obteniendo ganancias altas en comparación a los demás.

Wat Santai (El Templo Santai) y el pueblo son los principales patrocinadores de la feria y las peleas. Toda la comunidad participó en el festival que duró varios días: los comerciantes compran lugares para armar sus tiendas; los ciudadanos dan comida y bebida gratis, parte de la creencia budista de "hacer méritos" al dar sin esperar nada a cambio.

Naturalmente, las peleas fueron organizadas por el Gimnasio Santai, que contribuyó con casi cien mil baht (cerca de 28000 dólares), para cubrir el pago a los peleadores y la renta del ring. Se necesitaron más de cien mil baht para organizar un evento como este, y el resto del costo se divide entre varios patrocinadores pequeños, como una compañía sueca de hamburguesas que se anunció con un enorme logo en el escenario. (Las hamburguesas no estaban disponibles en la feria, desafortunadamente. Según Nik, el dueño de Santai, sus amigos en Suecia patrocinaron la pelea "solo por diversión").

Publicidad

Aquella noche compiteron 14 boxeadores, tanto tailandeses como extranjeros, de entre 13 y 30 años. Había bocinas, un anunciador y algunos sillones cómodos en el escenario. Entre los rounds, las chicas del ring —literalmente, apenas son niñas— actualizaban al público con los anuncios numerados. "Teníamos mujeres occidentales contratadas para esto", dijo Nik. "Pero se asustaron o algo. Así que conseguimos un par de niñas para hacerlo. Es mejor de todos modos".

Las dos niñas, de 10 y 11 años, llevaban playeras holgadas con shorts de muay thai. Ninguna había sido chica del ring antes, ninguna peleaba muay thai y ninguna estaba segura de si se les compensaría por su tiempo, pero ambas accededieron a hacer el trabajo por diversión.

Después de que las peleadoras Fani Peloumpi y Nong Am bajaron del ring, comenzó la pelea estelar. Diesel Lek de Santai, quien siguió a su entrenador Thailand Pinsinchai, enfrentó a Ganggee Liangprasert. Las apuestas estaban hechas, el público se emocionó y los invitados especiales miraban el ring con expectativa. Pero si esa pelea era promocionada como la pelea estelar de la noche, entonces ¿por qué los bonos solo le fueron entregados a las peleadoras? Nik, que jugó un papel importante en asegurar a los peleadores del evento, dijo que tiene que ver con la disponibilidad y demanda, además del nivel de habilidad de los peleadores.

"Fani y Nong Am son las mejores del mundo", comentó Nik. "Estos chicos [en la pelea estelar] no son los mejores del mundo. Son buenos, pero podrías ver este tipo de pelea cualquier fin de semana". Por contraste, los encuentros entre mujeres como Fani y Nong Am suceden con poca frecuencia, haciendo sus apariciones aún más especiales. "Pueden pelear así una vez al año, en un evento como Angels", comenta Nik.

Publicidad

Nik hizo declaraciones importantes sobre estas mujeres, pero ellas tienen las credenciales para respaldar sus palabras. Fani Peloumpi ha estado involucrada en el muay thai durante la mitad de su vida. La peleadora de 31 años comenzó a entrenar cuando tenía 16, llegando a Tailandia por primera vez en 2006 y quedándose a vivir en el país. Actualmente su gimnasio hogar es Sasiprapa en Bangkok. Ella, su hermana y su cuñada tailandesa son dueñas y administradoras de Blue Dragon, en Atenas, un gimnasio de muay thai que tiene más de cien estudiantes.

En la esquina roja estaba Nong Am, con apenas 18 años de edad pero robusta y fuerte, entrenando muay thai desde los 11 años de edad. Nong Am equilibra el entrenamiento de muay thai con sus estudios universitarios, llegando a mitad de la sesión en Santai casi todas las tardes en su motocicleta, esperando obtener un par de horas de entrenamiento antes de regresar a hacer tarea.

La diferencia de edad era considerable, 13 años de diferencia, pero la pelea fue bien emparejada. Los apostadores claramente vieron a Fani logrando la ventaja en los primeros rounds, una venta que mantuvo a lo largo de la pelea. Cuando el réferi levantó el guante azul de la griega al final de la pelea, Nik sonrió con ironía y estuvo de acuerdo con que Fani era la más fuerte de las dos.

"Fani fue muy buena", dice. "Demasiado fuerte para Nong Am ahora. Pero tienes que recordar que Fani es dueña de un gimnasio, entrenadora y peleadora. Lo ha sido desde hace tiempo. Su vida gira en torno al muay thai y eso se notó en sus habilidades. Nong Am, por otro lado, es una peleadora sólida pero también es estudiante universitaria a tiempo completo. A diferencia de muchas de sus oponentes, no ha dejado la escuela para dedicarse solamente al muay thai".

Publicidad

La otra pelea femenil de la noche fue entre la prometedora canadiense Sophia "Cocopuff" Torkos y Hongthong Liangprasert. Durante la pelea, un par de señoras detrás de mi hablaban sobre lo fuertes que se están volviendo las peleadoras extranjeras. Cocopuff presionaba a Hongthong agresivamente, la empujaba contra las cuerdas y hacia las esquinas. Pero no fue suficiente para Cocopuff, que recientemente subió de división de peso. Al final, Hongthong se llevó la victoria entre aplausos de los tailandeses que estaba en la esquina azul. Los apostadores intercambiaron dinero rápidamente.

Nik sacudió la cabeza después de la pelea. "Cocopuff necesita regresar a los 51 kilos", dijo.

Solo restaron un par de peleas más después de que las mujeres dejaron el ring. Estaba curiosa de saber la razón por la que Santai, que tiene acceso a tantos peleadores con una gran variedad de niveles, desde principiante a peleador de élite, elige año con año enfocarse en mujeres de alto nivel. La respuesta de Nik fue que "las mujeres son más interesantes". Dijo que le gusta ver peleas femeniles. Le gusta cómo compiten y la intensidad con la que pelean. "Las mejores peleadoras están en el norte de Tailandia", agregó.

"También, las peleadoras tienen más disponibilidad". Es una consideración financiera: los peleadores de primer nivel demandan bolsas mucho mayores que las peleadoras de primer nivel, y una pequeña promotora como Santai Festival no puede darse ese lujo.

Publicidad

Otra razón que Nik mencionó fue la diversidad que hay entre las mejores peleadoras y los mejores peleadores. "En el muay thai, casi los mejores peleadores son tailandeses, no extranjeros. Peor ahora tienes muchas extranjeras compitiendo contra peleadoras tailandesas". Nik consideró que esto puede deberse a que ahora las mujeres tienen permitido competir. Para Nik, el muay thai femenil es más nuevo, así que las extranjeras podrían potencialmente alcanzar el nivel de habilidades de sus contrapartes tailandesas. "Además, muchas extranjeras pueden entrenar más fuerte que las tailandesas porque muchas siguen estudiando".

Sus argumentos tienen sentido cuando analizamos los resultados de esa noche, con la peleadora y entrenadora Fani Peloumpi asegurando la victoria sobre la estudiante de universidad, Nong Am.

Los hombres que compitieron aquella noche no eran nada malos. El inglés Louis Green de Santai gana fácilmente contra Rattananoi Pot. Puiboonpuet, y el campeón australiano "Mini T" enfrentó a Singpayak Liandprasert hasta que el segundo cae a la lona, posiblemente con el pie fracturado después de patear el codo de Mini T.

Apostadores, espectadores y compañeros de los peleadores se fueron luego de que sonó la campana final. Los peleadores de Santai no tuvieron que ir lejos para regresar al gimnasio; el gimnasio se encuentra cruzando la calle detrás del templo.

De regreso en el gimnasio, me encontré con Nong Am, alegre a pesar de su derrota, como son los tailandeses por lo general. Con tantas peleas, potencialmente más de cien para cuando llegan a una edad adulta, los peleadores tailandeses no tienen récords perfectos. Nong Am es una profesional, pero también estudiante de universidad. Estaba platicando con su amiga Saifa, también peleadora de muay thai y estudiante de universidad, en el estacionamiento del gimnasio. Platicamos sobre las peleas antes de que las chicas se despidieran y se fueran en sus motos.

"Tenemos que ir a casa", dijeron. "Tenemos escuela mañana".