Curry está protagonizando la mejor temporada de la historia... y de largo
Kelley L Cox-USA TODAY Sports

FYI.

This story is over 5 years old.

Stephen Curry

Curry está protagonizando la mejor temporada de la historia... y de largo

Según las estadísticas, el jugador de los Golden State Warriors Stephen Curry se está marcando la mayor exhibición individual de la historia del baloncesto NBA... ¡y sobrado!

Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:

Aquí va una declaración nada controvertida: Stephen Curry está teniendo una de las mejores temporadas de la historia de la NBA. Si es la mejor de todos los tiempos o no dependerá de a quién le preguntes —y, sobre todo, de cómo se lo preguntes. Bueno, en mi opinión no hay espacio para la duda: es la mejor… y de largo.

Una primera aproximación a la cuestión es usar la máquina del tiempo. Básicamente se trata de un ejercicio de imaginación en el que metemos a Curry en el DeLorean de Doc Emmett y ajustamos los controles hacia otra era del baloncesto: pongamos por ejemplo la década de 1960 en la NBA. ¿Qué tal le iría entonces al base de los Golden State Warriors y MVP reinante de la liga?

Publicidad

Más baloncesto: Así es pasar de los Harlem Globetrotters a la Copa Catalunya

Según Oscar Robertson, leyenda de esa época, la respuesta sería que no tan bien. Este argumento de "cuando yo jugaba esto no pasaba" es poco empírico ya que las cualidades de Curry —gran manejo de balón, rapidez espectacular y tiro de rango ilimitado— han sido siempre un valor añadido en el baloncesto de cualquier época. No creo que a Steph le costara más hacer la suya ante los Cincinnati Royals que ante cualquier otro conjunto actual.

Por otro lado, ¿que pasaría si Curry se hubiera criado en la misma época de Robertson? Alimentación de posguerra, zapatillas cutres, racismo, ni un ápice de medicina deportiva para curar sus maltrechos tobillos… difícilmente podría ser el mismo jugador. Aunque, claro, no podemos estar seguros.

La segunda manera de encarar la cuestión es según la aproximación de Isaiah Thomas, exjugador de los Detroit Pistons y miembro del Salón de la Fama: hay que juzgar a cada jugador dentro de su época y contra sus contemporáneos para después poder hacer comparaciones cruzadas. Esto tiene más sentido, ya que, hasta donde las estadística nos permite, podemos conocer con bastante precisión el rendimiento de los jugadores durante su trayectoria.

Con Stephen nada es imposible hasta que se pruebe lo contrario, y eso es muy difícil. Foto de Kelley L Cox, USA TODAY Sports

Por decirlo de otra manera, la forma más justa de comparar jugadores es poniendo sus números frente a frente e intentar tener en cuenta cómo el estilo de juego pudo afectar las estadísticas de cada uno. Si miramos a los jugadores con este enfoque —como productos de su propia época y bajo la lupa estadística—, podemos corregir la falsa impresión extraterrestre que causan algunas estadísticas de antaño.

Publicidad

Por poner dos ejemplos, en la temporada 1961-62 Robertson promedió un triple-doble y Wilt Chamberlain le siguió de cerca con un doble-doble de 50 puntos y 25 rebotes por partido. Ambas estadísticas son despampanantes y difícilmente se podrán repetir.

Sin embargo, las dos gestas —de hecho, cualquier logro— deben considerarse en su contexto… y el caso es que el juego era distinto entonces. Los equipos de la NBA lanzaban mucho más que ahora —a razón de 23 tiros por partido más que en la actualidad— y eran menos efectivos.

El resultado neto eran unas 25 oportunidades de rebote más que en el baloncesto actual por culpa de los fallos. En ese momento, además, ni se contaban los tiros libres ni los fallos desde la personal. ¡Ah!, y tampoco se medían las pérdidas de balón.

Considerar todas estas variables no sirve para quitar mérito a las impresionantes temporadas de Robertson y Chamberlain, pero sí que nos permite entender y comprender mejor su importancia.

Las defensas han probado de todo, pero… ¿qué se puede hacer frente a un tipo que anota desde medio campo como si fuera una bandeja? Foto de Cary Edmonson, Reuters

De vuelta al presente y a la temporada de Curry: ¿dónde queda dentro del ranking de todos los tiempos y cómo podemos determinarlo con precisión? Hace unos años me inventé un sistema de medición global de los jugadores que llamé Player Production Average (PPA). Sin entrar en demasiados detalles —que podéis conocer aquí—, el PPA está diseñado para medir el impacto de un jugador en las victorias y derrotas de su equipo.

En pocas palabras: se parece bastante al Player Efficiency Rating (PER) de John Hollinger. El PPA neutraliza el ritmo de partido, valora el impacto defensivo y modifica algo la valoración del juego ofensivo del jugador, ajustando el impacto del acierto en tiros de campo de un jugador según la eficiencia acumulada de todos los jugadores esa temporada.

Publicidad

Gracias a estos detalles, el PPA es útil a la hora de medir cómo los jugadores rinden en comparación con sus contemporáneos, en el contexto de una temporada específica y bajo una normativa fija. ¿Que la defensa zonal y el contacto físico cambió entre la era de Michael Jordan y la de Curry? No pasa nada, el PPA mide el impacto sobre la cancha de ambos y les compara a sus respectivos colegas.

Don STEPHEN CURRY. Este hombre va sobrado. O lo amas, o lo amas. La elegancia del baloncesto #NBA pic.twitter.com/jO0WuxcZP9
— Alejandro García (@alegarcia96) March 26, 2016

En general, se puede afirmar que los jugadores de hoy en día son mejores que los de épocas anteriores en términos objetivos. En primer lugar, los jugadores del presente añaden valor al legado de generaciones anteriores y disfrutan además de una clara mejora en la nutrición, la formación, la ciencia médica, la organización de los equipos, los viajes, los entrenamientos y muchas cuestiones más.

La estadística apunta que las defensas de la NBA actual son igual de complicadas que las de la época de Jordan, incluso una pizca más. Podemos argumentar que Curry dejaría obsoletas las 'Jordan Rules' de los Pistons, ya que el tipo tiene mejores porcentajes desde más allá de los 8 metros que una docena de All-Stars dentro de la pintura.

El prodigio de los Warriors tira mejor bajo presión que la mayoría de sus contemporáneos cuando lo hacen sin oposición alguna y, si no tiene el día, también puede romper la defensa con su manejo de balón y penetrar hasta el aro, donde es uno de los mejores finalizadores de la liga. El dos contra uno no es una opción ya que Curry es un magnífico (y voluntarioso) pasador.

Publicidad

A pesar de que estadísticamente son diferentes, Curry es tan indefendible como lo era Jordan en plena forma.

Igual que con MJ, la única manera de cubrir a Curry es con una toalla. Foto de Kelley L. Cox, USA TODAY Sports.

Perdón, me fui un poco por las ramas, pero es el efecto embelesador de Don Stephen. En todo caso, mi argumento es que todavía podemos tener debates con la máquina del tiempo de por medio. Y es más, deberíamos, ya que son entretenidos. El PPA, eso sí, nos permite entender el dominio de Curry y compararlo con el dominio de Jordan, David Robinson y los demás baloncestistas del mundo.

Así que vamos a volver a nuestra pregunta original: ¿cómo de bien lo está haciendo Curry?

Mi base de datos empieza en 1977 —así que lo siento por ti, Big O— y desde entonces Stephen está protagonizando la mejor temporada individual de la historia. No una de las mejores, no: simplemente la mejor. Mejor que cualquier año de Jordan, LeBron James, Larry Bird, Magic Johnson y cualquier otro nombre que te pase por la cabeza.

Aquí os dejo las mejores 25 temporadas individuales desde 1977. En PPA por temporada 100 es el promedio habitual, 150 lo más normal entre los suplentes del All Star, 200 para los mejores jugadores de la temporada y 225 o superior para los candidatos a MVP.

Mírate bien la lista y fíjate en que las mejores temporadas individuales de los más grandes de todos los tiempos se han mantenido relativamente cerca, entre los 245 PPA de David Robinson en la temporada 1993-94 y los 262 de Kareem Abdul-Jabbar en la 1977-78. LeBron James, el mejor sin contar la actual temporada, se fue hasta los 282 puntos en 2013.

Publicidad

"¿Y Curry?", te estarás preguntado. Con 70 partidos disputados, su PPA es un increíble 326 que revienta la escala de los mejores. 326.

Para comparar la proeza del base de los Warriors podemos fijarnos en Kawhi Leonard, que está teniendo una temporada a la altura de los más grandes y aún así es una simple nota al pie cuando le comparamos con Steph. El alero de los San Antonio Spurs acumula 266 puntos, la sexta mejor marca desde la temporada 1977-78. Está a años luz de Curry a pesar de todo.

El hueco entre la mejor temporada hasta ahora (LeBron) y la de Curry es de 44 puntos PPA. El vacío es tan grande que si nos fijamos, el hueco entre la de LeBron y la de Robinson —la última del Top-25— es de 37 puntos.

Quedan partidos todavía, pero la historia demuestra que en el último tramo de la temporada su rendimiento no bajará ostensiblemente. Para ilustrar mejor estas palabras y comprender la magnitud de la gesta, resulta útil observar el siguiente gráfico:

Si no se produce un bajón histórico de rendimiento, Curry no bajará de los 300 puntos PPA al final de la temporada regular, así que lo más probable es que el risueño jugador siga dando palizas vestido de historia.

Hay que apuntarse a la fiesta de Golden State y avisar a Oscar Robertson a pesar de sus palabras ya que, sin importar la época en la que nos fijemos, nunca jamás habíamos visto algo así.

Aunque al contrario que Steph no es el mejor en las redes sociales, puedes seguir al autor en Twitter: @broom_kevin