Qué se siente ser una luchadora profesional

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Qué se siente ser una luchadora profesional

Es doloroso.

Chelsea Green (también conocida como Lauren Van Ness) es una luchadora profesional en Impact Wrestling. A sus 26 años de edad, se cambió de la escuela de quinesiología a la lucha libre después de enterarse de que había una escuela de formación justo en la misma calle de su casa en Calgary. Ha aparecido en Raw, WWE Tough Enough VI, e hizo su debut en la película, Chokeslam, este mes.

VICE descubrió qué se siente que a alguien le encante ser odiado, y cómo no matar a tu cuerpo mientras es golpeado de manera constante.

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VICE: ¿Cómo te empezaste a involucrar en la lucha libre?
Chelsea Green: siempre me ha interesado mucho estar en forma, mientras crecía hice muchos deportes. No crecí sabiendo luchar. No sabía nada de las luchas. Vivo en Calgary, y muchos tipos que llevan tiempo en la WWE, WWF y WCW pasaron por Calgary, ya sea para entrenar o para trabajar en la escena independiente. Cuando viví ahí me sumergí en todo esto de las luchas y despertó mi curiosidad.

Una noche estaba en la computadora y me apareció Raw y vi la pelea de unas mujeres. Pensé, ah, yo podría hacer eso. Y de repente ya estaba muy involucrada en la lucha libre. Le llamé a Lance Storm (luchador profesional canadiense) y empecé a entrenar a la siguiente semana. Me enamoré.

¿Cómo se te ocurrió tu personaje, Lauren Van Ness?
Recuerdo que me dijeron; si eres una niña mala, encuentra algo que la gente odie de ti. Tal vez tienes una voz que le moleste mucho a la gente. O lo que sea. Por otro lado, si eres una chica buena, trata de que la gente te siga. Trata de hacerte el perdedor.

Me di cuenta de que cuando me subía al ring en el papel de la niña mala, la gente odiaba que me preocupara por mi apariencia. Que fuera al gimnasio, que tuviera extensiones de cabello, que usara maquillaje. Odiaban que fuera una chica femenina. Pensé, OK, voy a esforzarme en mi apariencia al 110 por ciento y voy a hacer enojar a la gente de verdad. Así que cuando me subo al ring, hablo de mi apariencia, o comparo lo que traigo puesto con lo que ellos traen puesto. Eso sí que le molesta a la gente.

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A medida que progresas en tu carrera, tu personaje progresa y evoluciona. Comencé con una idea, y esa idea se ha convertido en este personaje de hija de papi, ricachona. En Impact, querían que mi personaje se casara entonces lo cambié a una novia a la que dejan plantada en el altar.


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¿Cuál es tu rutina?
Todo el tiempo trabajo. En realidad no tengo una rutina. Aunque sí tengo un par de constantes. Voy al gimnasio por lo menos 6 veces a la semana. Todo el tiempo me alimento saludablemente. Entreno lo más que puedo en el ring. Pero me la paso viajando todo el tiempo. Viajo como dos veces a la semana. Siempre estoy en movimiento.

¿Cómo son las otras luchadoras? ¿Sales con ellas?
Sí. De alguna manera, es como una hermandad. Todas queremos cuidarnos las unas a las otras. En el fondo todas tenemos las mejores intenciones. A pesar de que estamos compitiendo por los mismos lugares, también tenemos que hacernos quedar bien entre nosotras, y apoyarnos mutuamente. Tiene que haber confianza entre nosotras, ya que nos tenemos que subir al ring juntas. Muchas somos amigas. Yo diría que soy amiga del 90% de las chicas que conozco. Esencialmente les confío mi cuerpo y mi vida.

Es como cualquier trabajo normal. Hay gente con la que no te llevas. Lo importante es que a pesar de tener opiniones diferentes, cuando se suban al ring se cuiden entre sí y traten de no lastimar a la otra persona. No importa lo tonto que suene porque lo que estamos haciendo es golpearnos unas a otras.

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¿Todo es actuado?
Se trata de sentir al otro. La gente pregunta, ¿la lucha libre es falsa? No, no es falsa. Nos volteamos, aterrizamos con la cabeza y el cuello y recibimos golpes. Lo único que está predeterminado es el resultado final. Todo lo demás es como una danza interpretativa.

¿Qué te dijo tu familia?
Llegué a mi casa en Victoria, BC para pasar la Navidad y les dije: "En un par de días, voy a empezar a entrenar para convertirme en una luchadora profesional".

Empecé a estudiar quinesiología por eso no se lo esperaban. Se veían muy sorprendidos. Durante un tiempo, pensaron que era una broma. Pero una vez que me involucre tanto en el loco mundo de la lucha libre, me vieron triunfar y ganar renombre, y ya después me dijeron, OK, si es verdad. Por mucho que pensaran que era broma, me apoyaron. Mi mamá y mi abuela me van a ver.


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¿Qué es lo que te gusta de esto?
Me encanta el espectáculo y la parte atlética. Amo subirme al ring y hacer movimientos cool y aprender cosas nuevas. Soy medio exhibicionista me gusta salir y darle un espectáculo a la gente. Me gusta actuar y usar outfits llamativos. De verdad me encanta esa parte.

Por el lado atlético, es agotador y cansado. Hay veces que me cuesta mucho levantarme y me pongo a pensar "¿de verdad le voy a hacer esto a mi cuerpo hoy?" Me quiero asegurar de que mi cuerpo esté en la misma forma cuando deje de hacer lucha libre que como cuando entré. Quiero protegerme lo más que se pueda. Tengo mucho que dar todavía.

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¿Cuál es la maniobra que te identifica?
Probablemente la patada voladora misil. Es una patada voladora desde la parte de arriba de algo. Es bastante fuerte para el cuerpo porque saltas y aterrizas en el suelo. Duele pero vale la pena escuchar la reacción de la multitud.

¿Cómo disminuyes el desgaste físico?
Aprendemos la técnica apropiada; cómo aterrizar, cómo caer, cómo cuidarnos entre nosotras. Nos podemos proteger todo lo que queramos, proteger nuestros cuellos, pero por más que lo hagamos, aún así aterrizas con la espalda. Hay un número determinado de veces para caer sobre tu espalda y que no te pase nada.

Tienes que ser inteligente en tu forma de luchar. Hay personas que hacen maniobras de alto riesgo, pero esas personas no se quedan en la industria por tanto tiempo.

¿Cuánto tiempo dura la carrera en promedio?
Es muy diferente. Como profesionales, para las mujeres, yo diría que más o menos siete años. Eso es bastante tiempo, incluso podrían ser cinco. Para los hombres es diferente, los hombres tienen mucha más carne en los huesos. Las mujeres son bastante frágiles en cierto sentido, cuando aterrizamos en nuestra espalda no tenemos todo ese músculo que sirve como cojín. Tenemos que protegernos aún más.

¿Y si quedas embarazada te tienes que retirar por un tiempo?
Sí. Pero en Impact, tenemos muchas mamás en la lista que vuelven después de tener a sus bebés. Es asombroso. No sé cómo lo hacen, pero lo hacen mejor que nosotras las mujeres que no hemos tenido bebés. Es increíble.

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¿Cómo va cambiando la industria?
Hace tres años fue cuando me di cuenta de que los fans empezaron a asumir un amor por la lucha libre de mujeres. Las mujeres hacían cosas asombrosas en aquel entonces, pero no eran tan reconocidas como lo son ahora. En los últimos tres años, han tenido la Divas Revolution, que es un paso en la dirección correcta para las mujeres. Nos están reconociendo, ya utilizamos sillas, escaleras y jaulas en las luchas, esas eran cosas que antes no querían que hiciéramos. Hay muchos ojos puestos en las luchadoras, eso era lo que necesitábamos. Ser un enfoque principal.

Ahora tenemos el programa Total Divas, a pesar de que es un reality show, aún así se centra en las mujeres de esta industria. Muchas chicas lo ven y piensan; nunca lo había pensado de esa forma. Nunca pensé que las mujeres luchadoras podían ser cool y fuertes y hermosas. Nunca habían visto ese lado de nosotras.


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¿Cuál es la idea más falsa que tiene la gente?
Muchas personas me miran y me dicen "¿Cómo puedes ser luchadora?" No estás grande y musculosa como Chyna. Mucha gente me lo dice. O creen que no luchas, que sólo eres la asistente de cámara o administradora de los hombres de esta industria.

¿Cuál es la mejor parte?
Interactuar con los fans. Ya sea positivo o negativo. Son lo mejor. Cada vez que voy a una expo o firma; hay mucha gente que se me acerca y me apoya. Incluso si me "odian", es porque he hecho un buen trabajo. Me encanta eso. Es gratificante ver a niños y a niñas que se me acercan y de alguna forma me idolatran. Para eso lo hago. Es muy divertido.

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