La comida de McDonald's constituye el súmmum de los logros de la humanidad. Al margen de la cantidad de calorías que compras por un módico precio y la velocidad de entrega de los pedidos, sus sabores podrían ser indicios de que, en algún punto de la historia, recibimos la visita de seres extraterrestres que nos enseñaron a hacer hamburguesas y patatas fritas tecnológicamente avanzadas.Vaya por delante que no me están pagando por decir esto: es un hecho. Cuando como en McDonald's, no quiero saber nada de salud o de ingredientes modificados. Los Big Macs saben a abrazos. Por eso casi me dio un vuelco el corazón cuando la cadena anunció que en Canadá habría un nuevo menú de desayuno disponible todo el día. Sentí una punzada de dolor-alegría en el brazo izquierdo y se me nubló la vista solo de pensar en las McMuffins de huevo y en las croquetas de patata. Me embargó la alegría al saber que en mi ciudad, Regina, por fin podría desayunar un menú McBreakfast a cualquier hora, como los estadounidenses. Decidí, por tanto, aprovechar semejante oportunidad y pasar una semana entera comiendo únicamente el menú desayuno de McDonald's. Estaba dispuesto a averiguar si existe el paraíso.
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Pero antes quiero aclarar algo: seguramente el director Morgan Spurlock y su bochornosa película Super Size Me sean los culpables de las creaciones más lamentables de McDonald's: los productos "saludables" de su carta. Si eres de los que va a McDonald's y se pide una ensalada de kale, supongo que también disfrutas diciéndole a los niños que los Reyes Magos no existen. ¿Por qué querrías hacer algo así? En segundo lugar, los productos del menú del desayuno del gigante de la comida rápida son relativamente saludables, o eso supuse al iniciar mi aventura gastronómica. A fin de cuentas, casi todos contienen huevo, y los huevos son buenos para la salud, ¿no?Mi objetivo era ceñirme a un producto del menú McBreakfast para cada comida del día, durante siete días. Así, por ejemplo, durante el primer día comería solo Muffins con huevo; el segundo, sándwiches con pan de bagel, etc. Pero mi plan se desmoronó como un pastel inconsistente y cargado de ornamentos. Las razones fueron, por un lado, la compleja política de menús de McDonald's y, por otro, una serie de incontrolables espasmos intestinales de los que fui víctima a medio experimento. Y es que descubrí que, comiendo la cantidad suficiente de hamburguesas, se te puede convertir el culo en una especie de piñata llena de serpientes flamígeras. Así, lo que empezó como un experimento alimentario terminó convirtiéndose en una odisea de acidez gástrica y autodescubrimiento. He incluido la ingesta total por día y la información nutricional que aparece en el sitio web de McDonald's.
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Día 1: McMuffins con huevo
Día 2: lobuno
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Total consumido:McGriddle de salchicha, huevo y quesoTres McMuffins de beicon y huevoTres tortitasDos croquetas de patatasUn caféValor nutricionalCalorías: 2.400Hidratos de carbono: 257 gGrasas: 186 gSodio: 4.780 mgProteínas: 78 g
Día 3: cena romántica
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Dos McMuffins con salchichaUn caféValor nutricionalCalorías: 1.380Hidratos de carbono: 124 gGrasas: 70 gSodio: 2.510 mgProteínas: 60 g
Día 4: el lobo del desayuno
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Total consumido:Un More-Ning McWrapDos McMuffins con salchichaTres tortitasDos croquetas de patataUn caféValor nutricionalCalorías: 2.920Hidratos de carbono: 287 gGrasas: 153 gSodio: 5.310 mgProteínas: 168 g
Día 5: día de descanso
Día 6: brunch frustrado
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Cinco McMuffins con huevoUna croqueta de patataUn caféValor nutricionalCalorías: 1.610Hidratos de carbono: 161 gGrasas: 65 gSodio: 4.160 mgProteínas: 81 g