En abril de 2016 cinco chicos que no superaban los 25 años murieron por sobredosis en la Time Warp de Buenos Aires, evento encabezado por Barem, Chris Liebing y Deep Mariano, entre algunos DJ. La investigación judicial abierta luego de la tragedia parecía apuntar a un arco de responsables que iban desde los organizadores hasta los organismos de control gubernamental y las fuerzas de seguridad que actuaron esa noche. Hubo nombres reconocidos y hasta famosos imputados, procesados y detenidos. ¿Qué sucedió? En el accionar del fiscal Federico Delgado, el juez Fabián Casanello y los jueces de la Sala II de la Cámara Federal, Martín Irurzun y Eduardo Farah, están las claves judiciales de una tragedia histórica para la música electrónica en Sudamérica.
Sin tiempo, sin ley y sin agua
Publicidad
Presos pero no por mucho tiempo
Publicidad
No obstante, la justicia pretendida por los familiares de las víctimas se dio de frente con un órgano judicial que empezó a desbaratar los avances en la investigación. La sala II de la Cámara Federal de Buenos Aires, instancia superadora de los jueces federales de esa ciudad, cambió la causa que se les seguía a los detenidos y ordenó liberarlos. Ahora estarían imputados por “homicidio culposo y lesiones graves culposas”, un delito que, a su criterio, no era meritorio de prisión preventiva.Habían pasado poco más de dos meses desde las detenciones y ahora, con la nueva disposición de la Cámara, los acusados quedaron en libertad. Y no tardaron en usarla.Tras lograr la libertad Víctor Stinfale, a través de sus abogados, intentó dos veces apartar al fiscal Delgado. Lo acusó de parcial y de no tener objetividad ni respeto por el proceso judicial al haber solicitado la elevación a juicio de la causa. En dos ocasiones, el juez Casanello rechazó estos pedidos, pero los defensores del socio fundador de Speed apelaron ante la entidad de jerarquía superior y el pedido cayó en manos de… la Sala II de la Cámara Federal. En marzo pasado Irurzun y Farah resolvieron apartar al fiscal Delgado de la causa por considerar que había “desinterés” de su parte por “el descubrimiento de la verdad objetiva”. “Yo me lo voy a cargar a Delgado”, había anticipado Stinfale en TV luego de salir.Lo que no anticipó fue que también iría por el juez de la causa. Más de 10 quejas fueron presentadas por su defensa ante Casanello, que no hizo lugar a todos los pedidos. La fórmula fue la misma que con Delgado: apelar y esperar. En agosto último, la persona que esa misma noche sabía que había siete mil personas demás en el predio de Time Warp logró que apartaran al juez que conducía la causa. ¿La decisión? Cortesía, otra vez, de la Cámara Federal a cargo de Irurzun y Farah.
Juez y fiscal en la mira
Publicidad