La canción del Mundial 1994 de Daryl Hall fue tan mala que debería estar en un museo
Izquierda: YouTube. Centro: Ralf-Finn Hestoft/CORBIS/Corbis vía Getty Images. Derecha: Peter Robinson/EMPICS vía Getty Image

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Música

La canción del Mundial 1994 de Daryl Hall fue tan mala que debería estar en un museo

¿Qué nos pueden enseñar Daryl Hall, Diana Ross, OJ Simpson y una banda indie d Manchester sobre el verano del 94?

Diana Ross falló el primer penalti del Mundial de 1994, y nunca se lo perdonaron. Fue el 17 de junio en el estadio Soldier Field de Chicago. Llevaba puestos unos tenis blancos perfectos como para salir a correr, hizo playblack de la canción "I'm Coming Out" e intentó mantener la concentración mientras un grupo de chicos vestidos de blanco se arrodillaba a su lado. Después de titubear para patear el balón, falló su tiro como por 4 metros hacia la izquierda, una hazaña impresionante si tomamos en cuenta que estaba a menos de 5 metros de la gigante portería.

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El travesaño de la portería se dividió a la mitad, como si lo hubieran roto, para enfatizar la potencia con la que se suponía que Ross había pateado la pelota. Los comentaristas no pudieron evitar reír, y los espectadores tampoco. Después, continuó la ceremonia de apertura más elegante y ostentosa de la historia.

En 2010, el canal BBC Three enumeró a éste como el noveno momento más conmocionante de cualquier Copa del Mundo. El tabloide británico Daily Express, planteó la cuestión de si era o no el "momento más importante de su historia". Y aunque decir algo así es claramente hiperbólico, no es gratuito que el momento haya pasado a la historia como parte del folclore futbolístico. El resto del mundo estaba furioso porque Estados Unidos, un país sin una liga profesional, sin interés aparente en el juego, y sin el deseo de llamarlo "futbol" como todos los demás, estaba organizando el evento más prestigioso del "juego del hombre". Nada resume mejor las fundadas suspicacias de las demás naciones que una estrella estadounidense de pop acercándose al balón como si fuera una cápsula alienígena venida de un planeta remoto. “Estados Unidos es divertido en muchas cosas”, escribió la semana pasada Liam Daniel Pierce de VICE US. "Estados Unidos es malo para el fútbol. Debe haber sido entretenido para el resto del mundo ver cómo hacíamos el ridículo en nuestra propia ceremonia de apertura".

Pero el tiro fallido de Ross fue una distracción ante un momento aún más deplorable, el cual llegó media hora más tarde después de que la maestra de ceremonia Oprah Winfrey se cayera del escenario y el presidente Bill Clinton fingiera que el fútbol ya había "capturado el imaginario de todo su país". No se trató de un tiro fallido o de una caída o incluso de una nota desafinada. El protagonista fue Daryl Hall con su descuidado cabello, largo hasta los hombros, inmóvil ante la brisa de la tarde. Y el momento como tal fue la interpretación de la peor canción que ha tenido el Mundial en su historia. La canción se llamó "Gloryland".

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El video se ha conservado en calidad sub-VHS, y vale la pena verlo una y otra vez en busca de pistas, como en esos videos del asesinato de John F. Kennedy. Un globo terráqueo, aparentemente hecho de papel maché, se eleva cuando el coro de gospel comienza a cantar. Hall usa una chamarra tan beige que opaca el color de todo lo que está cerca. Cuando la interpretación va en aproximadamente 90 segundos, el planeta parece que se va a incendiar; incluso se ve un poco de humo abajo de la Antártida. Franz Beckenbauer —el capitán del victorioso equipo de Alemania Occidental en 1974—, cruza el medio campo central sosteniendo el trofeo de la Copa del Mundo como si fuera un bebe orinando. Y luego, cuando la canción llega a su crescendo, algunas docenas de bailarinas con túnicas color amarillo limón se encaminan hacia el Polo Sur; y le arrancan la cubierta al globo revelando que, de hecho, es un balón dorado. Se convierten en el trofeo, y el trofeo se convierte en ellos y, de este modo, Estados Unidos se convirtió formalmente en la sede de la Copa del Mundo. "Believe in what you do / And you've the strength to see it through / On the road to Gloryland," [Cree en lo que haces / y tendrás la fuerza para llevarlo a cabo / en el camino a la Tierra de gloria], canta Hall, con expresión de éxtasis en el rostro.

¿Cómo pudieron permitir que esto sucediera? Un artículo del 28 de mayo de 1994 de Billboard, publicado bajo el título completamente inadecuado de "Polygram Soccer Set Bound for 'Glory'" [El álbum de la Copa Mundial de Polygram está destinado a la gloria], decía que los ejecutivos de la compañía ensalzaron el potencial comercial del sencillo afirmando que podría tratarse de un "gran éxito musical”. David Munns, vicepresidente senior del sello, había investigado y traído a los mejores profesionales, Rick Blaskey y Charlie Skarbek, para componer y producir la canción. Solo tres años antes, Skarbek, con la producción de Blaskey, había escrito "Jupiter" de Gustav Holst y creado así "World In Union" para la segunda Copa Mundial de Rugby. Fueron pioneros del crossover pop clásico televisivo. Pocas personas podrían tomar melodías familiares y superponerles líneas suaves sobre la unidad y la fraternidad mundial como este par.

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Pero eran británicos, extranjeros mirando desde afuera. En lugar de recurrir al propio Gustav Holst, a Beethoven o a Debussy para tener una base melódica, se apoyaron en el "Himno de Batalla de la República", una especie de himno nacional de segunda categoría, olvidando por completo las sutilezas. Convocaron al cantante blanco Hall (de Hall & Oates) para la interpretación, y lo hicieron acompañarse de un coro de gospel llamado Sounds of Blackness para agregar exactamente lo que el nombre promete [sonido negro]. "Lo primero que queríamos era captar el espíritu del país anfitrión", le dijo Blaskey a Billboard antes de agregar con extraña reticencia: "También teníamos la obligación de resaltar el sonido de Estados Unidos”.

Fue un fracaso absoluto. "Gloryland" no apareció en las listas de popularidad de los Estados Unidos. Llegó al # 36 en las listas del Reino Unido y al # 37 en Suiza, siendo esto una prueba contundente de la gran distancia que guardaba con el imaginario de los gringos. El equipo de EEUU jugó por encima de las expectativas ese año, avanzando en su grupo y perdiendo solo por poco ante los campeones brasileños. Inspiraron a un país que en el pasado había tenido una actitud primordialmente ambivalente hacia el futbol. La Copa USA '94 fue un éxito rotundo y sigue siendo la Copa del Mundo con mayor asistencia de la historia. Y aun así nadie aceptó "Gloryland" como un buen pedazo de memorabilia futbolística.

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***

Es tentador dejar este tema en el basurero de la historia y mientras más veces lo escuchas, más grande es la tentación. Pero a veces estas muestras de unidad y superación dicen más de lo que pretendían. A la 1:00 PM de ese 17 de junio de 1994, casi al mismo tiempo que Hall subió al escenario y Ross se lamentaba por no haber practicado para su penalti, la policía de Los Ángeles estaba esperando a que OJ Simpson se rindiera. Fue el día de la infame persecución en una camioneta blanca, y casi todos los estadounidenses que no se encontraban en el estadio Soldier Field estaban viendo la saga de Simpson en vivo a través de la TV.

Hall cantaba sobre la tierra de gloria y sobre cómo esta está en tu corazón y otras infamias de la cursilería, mientras una celebridad acusada de asesinato doble planeaba su escape de la policía frente a decenas de millones de espectadores en casa. "When you start to believe / It's in your heart / It's in your hand / You know, this is Gloryland" [Cuando comienzas a creer / Está en tu corazón / Está en tu mano / Sabes que esta es la Tierra de gloria].

Los Angeles Times publicó un artículo sobre esa extrañeza. Elliott Almond y Sonia Nazario le preguntaron a los periodistas deportivos que habían viajado a los Estados Unidos desde todo el mundo sobre la saga de Simpson, y recibieron respuestas para ellos desconcertantes. Básicamente nadie sabía quién era Simpson ni por qué a los estadounidenses les importaba tanto su destino. "No sólo la mayoría de los periodistas internacionales ignoran la saga de Simpson", escribieron, "sino que les resulta difícil entender de qué se trata todo eso y, por lo tanto, de qué se trata Estados Unidos en general".

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Y si no fuera un escritor londinense a quien le gustaría escribir sobre Estados Unidos en una publicación estadounidense, probablemente dejaría las cosas hasta aquí. Probablemente diría que Blaskey y Skarbek terminaron en el mismo lugar que su canción, perdiendo el momento, mirando desde lejos, acotados por su "obligación de resaltar el sonido de America” sin saber siquiera lo que eso significaba. Y no me equivocaría. No por completo.

Pero "Gloryland" terminó siendo la segunda canción en Gloryland World Cup USA 94, el álbum oficial aprobado por la FIFA para el torneo. Oficialmente, le siguió una canción llamada "Goal, Goal, Goal" de los íconos indie mancunianos James. Aquí está, junto con el video de multitudes alegres y entusiastas:

Comienza como una narración en primera persona de una obsesión futbolística: "I'm in love with the football club / At the age of seven my father took me / He got me hooked into this game." [Estoy enamorado del club de fútbol / A la edad de siete años mi padre me llevó / Él me enganchó en este juego]. El vocalista Tim Booth suena como un británico ebrio en un bar de Nueva York, tratando desesperadamente de explicarle su deporte a un grupo de lugareños desanimados que llevan puesto un jersey de los Gigantes. El coro dice: "Goal, Goal, Goal, Goal / Goal, Goal, Goal, Goal" [Gol, gol, gol…].

Aunque hay un verso que desentona. "I'm a member of an ape-like race in the final days of the 20th century / When we don't win I go insane" [Soy miembro de una raza de simios en los últimos días del siglo XX / Cuando no ganamos, me vuelvo loco], canta. "Goal, Goal, Goal" se suponía que era la canción oficial del equipo nacional inglés para la Copa de Estados Unidos '94, pero los Three Lions no calificaron, y la canción languidece ahora en YouTube. Originalmente se trataba de la canción "Low, Low, Low" en el álbum Laid de 1993 que Brian Eno le produjo a James. Cambiaron la letra original por letras sobre fútbol. Aquí está el primer verso original:

I'm a member of an ape-like race
At the arsehole end of the 20th century [en los últimos días del siglo XX]
This film's a thriller of the mind [Esta película es un thriller de la mente]
Will we destroy our homes, release ourselves from the [¿Destruiremos nuestros hogares, nos liberaremos del]
Weights of gravity? [peso de la gravedad?]
I'll be amazed if we survive

El hecho de que James dejara el verso "raza de simios en los últimos días del siglo XX" en la canción "Goal, Goal, Goal" es peculiarmente tranquilizador. Dejaron que un viso del apocalipsis permaneciera en su canción, y las copias en CD de Gloryland World Cup USA '94 la mantendrán para siempre como la sombra de "Gloryland". Sus nuevas letras deformaron la canción original, pero no del todo: el verso que permaneció articula la tensión existente a mediados de los 90 mejor de lo que lo habría hecho cualquier cursilería u obra pretenciosa.

Lo cual no nos lleva a ninguna parte más que aquí: Diana Ross falló su penalti, y nunca la han perdonado; Daryl Hall, Rick Blaskey y Charlie Skarbek fallaron en su objetivo, y nadie parece recordarlo; la banda James habló del apocalipsis en un sencillo de la Copa Mundial justo cuando Estados Unidos comenzó a desgarrarse, y su canción se quedó atrás en los últimos días del siglo XX. Nos aferramos a las cosas más extrañas. Para revivir la extrañeza de ese día, de esa Copa del Mundo y de esa época, tendrás que ver los tres repetidas veces. Incluso "Gloryland".

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