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El mediático caso de la DEA: 20 años de cárcel para 'Rambo' pero su jefe sigue desaparecido

Un exinstructor de tiro del ejército de Estados Unidos llamado Joseph "Rambo" Hunter ha sido condenado por el Tribunal de Distrito de Estados Unidos después que su famoso exjefe asistiera a la DEA en una operación secreta.
Joseph "Rambo" Hunter après son arrestation en Thaïlande en 2013. (Photo de Sakchai Lalit/AP)

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Un juez federal de Manhattan cerró este martes otro capítulo en este caso en donde la realidad supera la ficción. Joseph Manuel Hunter alias "Rambo", un exinstructor de tiro del ejército de EEUU de 51 años, ha sido condenado a 20 años de prisión por tráfico de drogas, posesión de armas y ejecución de asesinatos por encargo.

Pero la novela está lejos de haber terminado: el destino del exjefe de Hunter — un famoso traficante de armas y droga a nivel internacional llamado Paul Le Roux — sigue siendo un misterio, y el papel de Le Roux colaborando con la DEA para orquestar la operación policial que condujo a la condena de Hunter plantea algunas preguntas importantes sobre las ofertas que las autoridades de Estados Unidos están dispuestas a negociar con el fin de realizar investigaciones de alto perfil.

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Hunter, que según los fiscales utiliza el apodo de "Rambo", se declaró culpable el año pasado de una serie de cargos de conspiración, incluyendo la coordinación de un complot para asesinar a un agente de la DEA y a uno de los informantes de la agencia. Con el apoyo de agentes encubiertos de la DEA que se hicieron pasar como miembros de un cártel de droga colombiano, Hunter reclutó un equipo de élite de exmilitares miembros de las fuerzas especiales para efectuar la operación y proporcionar seguridad a lo que creyeron eran envíos de varios kilos de cocaína. Hunter y sus hombres esperaban recibir 800.000 dólares por el trabajo, y planeaban usar "máscaras de látex altamente sofisticadas" para disfrazarse durante la matanza.

Cuando los cargos fueron revelados por primera vez el 27 de septiembre de 2013, poco después de que Hunter fuese detenido en Tailandia, el fiscal federal Preet Bharara dijo que el caso parecía "salido de las páginas de una novela de Tom Clancy". Y sus palabras tuvieron eco en la sentencia emitida el martes.

"La condena de Joseph Hunter, un asesino a sueldo confeso, convicto traficante de drogas, y cabecilla de un grupo de asesinos entrenados, termina un capítulo más de un caso criminal que se extendió por el mundo", expresó Bharara. "Hunter y sus compañeros pasaron de servir a sus países como soldados a convertirse en mercenarios a sueldo, conspirar para matar a un agente de la DEA y a un informante y a traficar grandes cantidades de cocaína".

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Lo que Bharara no mencionó es que los asesinatos y las drogas fueron un invento de la DEA mediante una significativa ayuda de Le Roux, de 43 años y originario de Zimbabwe que residió en Filipinas. Le Roux fue llevado en secreto bajo custodia estadounidense a Liberia en 2012 y ahora se enfrenta a una serie de cargos por drogas, pero su paradero actual es desconocido.

Durante la audiencia del martes, Hunter se presentó ante la jueza de distrito Laura Taylor Swain portando la distintiva ropa de prisionero de EEUU de color azul marino y una barba de dos días. Aún conserva el cuerpo voluminoso que se apreciaba en las fotos que circularon poco después de su detención en Tailandia, pero su cabeza ya no luce afeitada, sino que ahora revela un pelo canoso y una calva incipiente. También tenía lo que parecía ser un corte de un par de centímetros de largo o un rasguño en la frente.

El preso que fabricaba coca y hacía tours para turistas en una cárcel boliviana. Leer más aquí.

Antes de que la sentencia fuera dictada, Hunter se levantó y ofreció una disculpa entre lágrimas por sus acciones. Se le hizo un nudo en la garganta al mencionar el apoyo que había recibido de los miembros de su familia, incluyendo a su hermana, Karen Sue Hunter Adams, quien viajó desde su Kentucky natal para el oír el veredicto. Hunter dijo a la juez que él todavía estaría junto a su familia "si hubiera orado a Dios para saber éste qué quería que hiciera".

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El viernes, Hunter envió una carta manuscrita a la corte en la que también se disculpaba con la jueza y con "los ciudadanos de Estados Unidos por mis acciones y participación en cualquier delito". Afirmó que estaba "profundamente avergonzado" y aceptaba la "plena responsabilidad" de sus acciones, aunque unos pocos párrafos más adelante culpó a su exjefe Le Roux por reclutarlo.

"Fui arrastrado sin quererlo a una organización criminal disfrazada de empleo legal, que me llevó a ser amenazado, manipulado, y vinculado a crímenes que no cometí, con el fin de colocarme en una posición de coacción por el despiadado criminal Paul Leroux ", escribió, usando una palabra alternativa para el nombre de Le Roux. "Leroux utiliza a la gente para vincularla con sus actividades criminales y así enredarla en los homicidios que comete, los secuestros, las detenciones y las amenazas de muerte.

Un extracto de la carta de Joseph Hunter a la jueza de distrito Laura Taylor Swain previa a su sentencia.

Hunter señaló que otros ya han hecho acusaciones similares y ha vinculado a la red criminal de Le Roux con "jefes de estado, agentes encargados de hacer cumplir la ley, y organizaciones terroristas", así como con "gobiernos que han sido etiquetados como naciones rebeldes e imperios malvados por el gobierno de Estados Unidos". También afirmó que Le Roux y el gobierno de EEUU ayudaron a orquestar golpes de Estado que han eliminado "criminales de guerra y a otros" del poder.

Las supuestas hazañas de Le Roux podrían sonar un tanto exageradas, pero varios reportajes, entre ellos uno publicado por VICE News en abril, han detallado su evidente rol como líder de una red criminal internacional en expansión que estuvo involucrada en el contrabando de drogas, envíos de armas, minería ilegal de oro, varios homicidios y un lucrativo negocio farmacéutico online que los fiscales federales vincularon con la venta ilegal de pastillas con receta en EEUU.

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Muchos de los documentos en el caso de Hunter y otros vinculados a Le Roux han sido presentados bajo secreto de sumario, sembrando dudas sobre el rol de Le Roux en las investigaciones. El New York Times ha presentado una demanda para acceder a algunos de los documentos, pero hasta ahora sólo se han hecho públicas un puñado de acusaciones.

El nombre de Le Roux, sin embargo, fue mencionado varias veces durante la audiencia el lunes, y el principal abogado de Hunter, Marlon Kirton, reiteró que su cliente sólo trabajó para el capo de la droga porque él y otros miembros de su familia habían sido amenazados de muerte.

"Tuve que tomar esa decisión para proteger a mi familia… Era eso o enfrentar la realidad de que Paul Leroux nos mataría", escribió Hunter en su carta a la jueza. "Hice todo lo posible para proteger a mi familia y alejarlos del terror".

La historia del misterioso acuerdo entre la DEA y 'el criminal más peligroso del mundo'. Leer más aquí.

El fiscal federal Emil Bove señaló que Hunter había dejado de trabajar para Le Roux dos veces y que cada vez que regresó lo hizo a cambio de más dinero. Señaló que Hunter había sido descubierto en escuchas telefónicas en las que reconocía haber cometido "asesinatos reales" para Le Roux — en oposición a las falsas ejecuciones durante la operación encubierta de la DEA que nunca se llevaron a cabo — y donde afirmaba era la "codicia" y no el miedo su motivación principal.

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"El Sr. Le Roux dirigía una peligrosa organización", afirmó Bove. "Pero era peligrosa, en gran media, porque tenía hombres como el Sr. Hunter trabajando para él".

El abogado de Hunter también trató de argumentar que el diagnóstico de trastorno por estrés postraumático (TEPT) de su cliente contribuyó a su miedo y a dejar la organización de Le Roux.

Hunter sirvió en el ejército de Estados Unidos desde 1983 hasta 2004, comenzando su carrera en la unidad de Rangers del ejército de élite. Una declaración emitida por los fiscales federales después de la detención de Hunter puntualizaba que se trataba de un "instructor de tiro y un sargento mayor, que formaba a otros soldados en puntería y táctica". Fue muy condecorado y recibió una baja honorable.

Tras concluir su carrera militar, Hunter aplicó para convertirse en oficial de policía de la ciudad de Nueva York. Su abogado dijo que pasó el examen de ingreso, pero que luego rechazó el trabajo porque temía que el sueldo de policía novato no fuera suficiente para mantener a su familia.

Terminó aceptando un trabajo como guardia de la prisión cerca de su ciudad natal de Owensboro, Kentucky, antes de salir en 2006 para trabajar como contratista de seguridad privado en Irak. Fue supervisor de seguridad en la embajada de Estados Unidos en Bagdad, y su abogado describió que su defendido investigó atentados terroristas y fue "sometido a fuego de mortero, disparos de francotiradores y ataques suicidas".

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Mientras el abogado describe a Hunter como "un hombre atormentado que necesita ayuda para hacer frente a los incidentes de violencia de su pasado", la jueza rechazó la afirmación de que su TEPT fuera un factor determinante en su decisión de continuar trabajando con Le Roux. "Francamente, esta corte no constata que esa hipótesis sea creíble", sentenció Swain.

"Tuvo oportunidades para desvincularse de Le Roux en el pasado sin consecuencias", añadió la jueza. "Trabajó para un individuo peligroso, y eligió hacerlo por dinero sabiendo que iba a hacer cosas terribles".

Swain ordenó que Hunter sea sometido a "una evaluación de salud mental rápida y eficaz", y dijo que daría instrucciones a la Oficina de Prisiones para asegurarse de que reciba "atención adecuada". Recomendó que sea derivado a una "instalación en o en las proximidades de Lexington, Kentucky", para que pueda estar cerca de su familia.

Bove también repudió enérgicamente el argumento de Hunter sobre su trastorno de estrés postraumático, y teniendo en cuenta que la audiencia tuvo lugar el día después del Día de los Caídos [Memorial Day], afirmó que era "indignante" que Hunter "utilizara la formación que recibió del ejército de Estados Unidos para cometer delitos muy graves".

Si bien la jueza pareció empática con Hunter en varias ocasiones — pidió a un empleado de la corte que le alcanzara un vaso de agua después de su discurso entre lágrimas — la magistrada finalmente se alineó con el fiscal Swain.

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"Formó parte de este meticuloso plan de asesinato sin descanso, como lo hiciera con su trabajo durante su carrera militar", describió la jueza al leer la sentencia de 20 años de cárcel. Hunter quedará bajo supervisión del gobierno durante 10 años hasta poder ser liberado, y queda impedido de trabajar o viajar al extranjero.

En imágenes: la huella del trastorno por estrés postraumático en los veteranos de Vietnam. Leer más aquí.

La sentencia de Hunter es inferior al rango indicado por las directrices federales — podría haber recibido entre 24 y 30 años de condena — pero está en sintonía con las penas que Swain dio a los otros acusados. El sargento del ejército de EEUU Timoteo Vamvakias y el exsoldado alemán Dennis Gogel, ambos declarados culpables de los cargos de tráfico de drogas y asesinatos a sueldo, actualmente cumplen sentencias de 20 años, mientras que Michael Filter, otro exsoldado que se declaró culpable de un solo cargo de conspiración con drogas, fue condenado a 8 años. Un quinto acusado, el polaco Slawomir Soborski, será sentenciado el 10 de junio.

Carl David Stillwell y Adam Samia — otros dos sicarios vinculados a Hunter y a Le Roux — se han declarado inocentes de los cargos que implican dos asesinatos a sueldo en Filipinas. Hunter fue atrapado en una intervención telefónica discutiendo sobre los homicidios, pero no ha sido acusado en relación con ese caso.

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