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VICE World News

Boko Haram ha obligado a 1,4 millones de niños de África Occidental a dejar sus hogares

En los últimos cinco meses los ataques del grupo terrorista Boko Haram han desplazado a 500.000 niños de sus hogares en el norte de Nigeria, Chad, Camerún y Níger.
Foto di UNICEF

Los bombardeos se suceden a menudo durante la mañana o la noche. Una explosión rasga el cielo de un pueblo en el norte de Nigeria mientras que los residentes están en la cama. El pánico se extiende entre las familias, que huyen a través de las ciudades cercanas hasta campos de desplazados y, a veces, hasta los países vecinos.

Solo en los últimos cinco meses los ataques de este tipo llevados a cabo por Boko Haram han obligado a miles de personas, incluyendo 500.000 niños en su mayoría del norte de Nigeria, a abandonar sus hogares en países como Chad, Camerún o Níger. Según UNICEF, de hecho, el número de niños desplazados asciende a unos 1,4 millones.

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"La situación se está deteriorando claramente en términos humanitarios", según el portavoz de UNICEF para África Occidental, Laurent Duvillier.

El aumento de los ataques se está produciendo al tiempo que el ejército de Nigeria ha revelado que ha comenzado a recuperar parte del territorio capturado previamente por el grupo islamista durante los últimos seis años. Aunque Ryan Cummings, analista jefe para África y especialista en gestión de crisis de la compañía red24, advierte que Boko Haram aún no está a la defensiva.

"Si bien lo sucedido en los últimos meses es un hecho positivo, de ninguna manera sugiere que el grupo terrorista haya sido derrotado o que haya habido un cambio notable en el impulso de la insurgencia", explica Cummings.

El líder de Boko Haram resucita de nuevo. Leer más aquí. 

Boko Haram ha reconocido que no puede permitirse el lujo de luchar contra varios ejércitos en diferentes frentes y que su acción se ha desplazado a una guerra de guerrillas. Ahora, en lugar de lanzar ataques a gran escala, su objetivo es llevar a cabo una campaña de ataques relámpago contra objetivos blandos.

Según Cummings estas nuevas tácticas, diseñadas para socavar la legitimidad, la estabilidad y la capacidad de proporcionar seguridad del gobierno, están creando un clima permanente de miedo: las personas que vuelven a las aldeas liberadas por los militares viven ahora bajo el peligro de ataques en lugares civiles como las estaciones de autobuses o los mercados.

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Además, en el caos de la huida muchos niños son separados de sus padres, según Duvillier. Estos niños estarían apareciendo solos en las rutas hacia los campamentos, donde resultan totalmente vulnerables a la violencia, la trata o el reclutamiento por parte de grupos armados.

Asegurarse de que estos niños son atendidos es una tarea difícil para UNICEF, que tiene problemas de liquidez: la organización mantiene que solo ha recibido un tercio de la financiación que solicitó este año.

La mayoría de las personas desplazadas, sin embargo, están encontrando refugio en lugares improvisados en edificios y escuelas abandonadas o en otros pueblos, donde permanecen con voluntarios o familias de acogida.

Esta repentina afluencia de gente está teniendo lugar durante la "temporada de escasez": la época del año antes de la cosecha, justo cuando los suministros de alimentos son más apretados y las reservas de alimentos locales se estiran hasta el máximo.

Duvillier explica que "se está forzando a las familias a un punto de ruptura: simplemente, no pueden acoger a más gente porque ya no nada que compartir".

Mira el documental de VICE News, La guerra contra Boko Haram (Parte 1).