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La circuncisión femenina se está volviendo cada vez más popular en Malasia

En un estudio reciente, el 93% de las mujeres musulmanas malayas admitieron que estaban circuncidadas. Miramos qué es lo que está impulsando esta dolorosa práctica.
Dr Ariza BT Mohamed demonstrates which genital areas are affected by circumcision. Photos by Thomas Cristofoletti

Conocí a Syhiaera Atika, de 19 años, en el centro comercial. Syhiaera pasa gran parte de sus domingos deambulando por los enormes centros comerciales de Kuala Lumpur, como muchas otras mujeres de su edad, pero como señala ansiosamente, ella es diferente. Syahiera es la encarnación moderna de la cultura malaya: abraza el capitalismo occidental, mientras sigue estrictamente las interpretaciones locales del Islam. Y como me informa llena de orgullo, eso significa que está circuncidada.

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Syhiaera Atika (centro) de 19 años, posa con sus amigas en frente de un centro comercial de Kuala Lumpur.

"Yo estoy circuncidada porque es un requerimiento del Islam", dice. La palabra malaya que ella utiliza es wajib, que significa cualquier deber religioso que Allah haya ordenado. Syahiera está al tanto de cómo se percibe la circuncisión femenina en el mundo occidental, pero rechaza cualquier noción que diga que es algo inhumano. "No creo que la manera como nosotros lo hacemos aquí sea dañino", dice. "Protege a las niñas de sexo premarital ya que se supone que disminuye el deseo sexual. Pero no estoy segura si funciona siempre". Se ríe inocentemente ante este pensamiento.

La circuncisión femenina, como es posible que ya sepas, implica remover quirúrgicamente una parte o todo el clítoris de la mujer, lo que la Organización Mundial de la Salud (WHO por sus iniciales en inglés) clasifica como Mutilación Genital Femenina (FGM). La FMG no tiene ningún beneficio médico, y los datos suministrados por la WHO dicen que "refleja una diferencia entre los géneros profundamente arraigada y constituye una forma de extrema discriminación en contra de las mujeres". En 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas unánimemente pasó una resolución que la llama una "violación a los derechos humanos" y le urgió a lo países que prohibieran esta práctica.

Una madre y una hija en la sala de espera en la clínica privada de Global Ikhwan. Mujeres de toda la región van a esta clínica islámica donde se realiza la práctica de la FMG regularmente.

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Sin importar qué tan cruel sea la FMG, la mayoría de las mujeres musulmanas en Malasia están, al igual que Syahiera, circuncidadas. Un estudio de 2012 conducido por el Dr. Maznah Dahlui, un profesor asociado en la Universidad de Malasia, en el Departamento de Medicina Social y Preventiva, encontró que el 93% de las mujeres musulmanas que fueron encuestadas, habían sido circuncidadas. Dahlui también descubrió que el procedimiento es realizado cada vez más por profesionales médicos en clínicas privadas, en vez de ser practicada por médicos tradicionales que son llamado Ma Bidans.

Dahlui insiste que la versión malaya de la circuncisión femenina es menos invasiva que otro tipo de prácticas alrededor del mundo; dice que implica un pinchazo a la capucha del clítoris y se le hace a niñas entre las edades de uno y seis años. Sin embargo, como lo descubrí, los procedimientos invasivos también son muy regulados.

La obstetra y ginecóloga, Dr. Mighilia de la clínica privada Global Ikhwan localizada en Rawang, al norte de Kuala Lumpur, admitió que ella practica una versión mucho más drástica que incluye aguja y tijeras. "Yo uso la aguja y corto la parte de encima del clítoris, pero es muy poco", dijo. "Solo un milímetro".

La Dr. Mighilia demuestra cómo practica la circuncisión femenina con tijeras.

La mutilación genital no está prohibida en Malasia, aunque a los hospitales públicos se les impide realizar la operación. En 2009, el Comité Fatwa del Consejo Nacional de Asuntos Religiosos Islámicos de Malasia dictaminó que la circuncisión femenina era obligatoria para todas las mujeres musulmanas, a menos de que fuera perjudicial.

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Eso no quiere decir, sin embargo, que todos los malayos apoyan esta práctica. Syarifatul Adibah, que es un alto oficial en el programa de Hermanas del Islam, un grupo local de derechos de las mujeres, insiste que el sunat (la palabra malaya para la circuncisión) no es mencionada ni una vez en el Corán. Al contrario, se refiere a que su popularidad se debe a una interpretación muy conservadora del Islam.

"Anteriormente era una práctica cultural, pero ahora, por la islamización, la gente relaciona todo con el Islam", dice. "Y cuando logras enlazar algo con la religión, la gente aquí lo sigue ciegamente".

Según Adibah, la FGM se volvió más socialmente aceptable en 2012, cuando el Ministerio de Salud anunció que estaba desarrollando directrices para poder reclasificar el procedimiento como uno médico. Para ella, esto engaña a las personas y les hace pensar que la mutilación en procedimiento medicamente sensato. "Si te imaginas las directrices y lo vuelves una práctica médica, eso significa que estás de acuerdo con la práctica, aunque no tenga ningún beneficio médico", dijo. (El Ministerio de Salud no respondió a ninguna petición para que nos diera un comentario).

No es que la "medicalización" de la mutilación genital femenina sea única en Malasia, la práctica recientemente fue identificada como una "nueva tendencia preocupante" por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNICEF, la Confederación Internacional de Matronas y la Federación Internacional de Ginecólogos y Obstetras.

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Pero algunos malayos creen que organizaciones internacionales como esas no deberían estar diciéndoles cómo vivir sus vidas. "El problema con el occidente es que es muy moralizante", dijo Abdul Khan Rashid, un profesor en el Colegio Médico de Penang. "¿Quién carajos son ellos para decirnos qué practicar y qué no practicar?" Muchas mujeres ahora lo hacen en clínicas privadas y en condiciones seguras, pero si lo van a volver ilegal, la práctica se va a volver clandestina".

La Dr. Ariza Mohamed es miembro prominente de la Asociación Médica Islámica de Malasia que condena la "medicina holística con base en el Islam".

Los médicos malayos también defienden la práctica al juzgar a otros países. "Nosotros estamos muy en contra de lo que está pasando países como Sudán", dijo el Dr. Ariza Mohamed, un obstétra y ginecólogo en el Hospital Especial KPJ Ampang Puteri en Kuala Lumpur. "Eso es muy diferente a lo que nosotros practicamos en Malasia", añadió. "Y hay una gran diferencia entre circuncisión y mutilación genital femenina".

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