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Cultură

Comer por menos de un euro

Consejos para sobrevivir en la jungla de asfalto.

La crisis, joder, la maldita crisis. Esta historia nos está matando a todos. Pero no temáis, como persona que ha estado viviendo en la miseria durante mucho tiempo os puedo dar algunos consejillos para soportar el horror. Lo básico para sobrevivir es ingerir comida, ¿cierto? Tener un techo, ropa limpia y amigos es importante pero LO PRIMERO de todo es procesar alimentos, si no comemos, todo este juego se termina de golpe. Es por eso que os voy a dar unos tips para que nunca os falte comida. Amigos, bienvenidos a ¡COMER POR MENOS DE UN EURO!

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He pensado que un euro es un valor justo para invertirlo en una comida, creo que es algo que más o menos todo el mundo se puede permitir. Dos euros al día –uno al mediodía y otro por la noche- se pueden conseguir fácilmente aunque no tengas curro ni parienta que te de algo de dinero. Creedme, pidiendo por la calle se puede conseguir fácilmente esta cantidad de dinero. De hecho no es que no tengas curro, ahora tu curro será esto: conseguir unas monedas al día. Yo, con la excusa de tener que llamar a un móvil desde una cabina de teléfono (cuesta unos 50 céntimos), me he llegado a sacar dinero suficiente como para comprarme un pollo asado. Pero bueno, vayamos al grano, es hora de enseñaros el menú que tenemos disponible:

Noodles de sobre

Estos pequeños cabrones me han salvado el culo más de una vez. Son bastante baratos, los más cutres cuestan unos 70 céntimos, y se les puede sacar bastante provecho. Mucha gente dice que no llenan lo suficiente pero eso es porque no conocen el truco. La gente les mete poca agua para que tengan más sabor pero lo que hay que hacer es todo lo contrario, meterles mucha. Yo normalmente los sumerjo en casi un litro de agua y después, para recuperar sabor, pongo un poco más de sal y pimienta. Al fin y al cabo el caldo de estas mierdas es sal y pimienta, así que no hay que complicarse demasiado. Y bueno, os puedo garantizar que un estómago con un litro de agua es un estómago mucho más feliz que uno con 33 cl.

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Frankfurts crudos

Todo un clásico, mi favorito personal. Además están deliciosos. La mayoría de gente que me ha visto comer uno de éstos crudos me han comentado que les parece una práctica repulsiva, pero, ¿quién no ha cogido un frankfurt y se lo ha comido mientras estaba mirando el interior de la nevera pensando en qué hacer para cenar? En fin, estos bichos ya están cocidos, así que comerlos fríos o calientes es exactamente lo mismo. Hay muchas variedades: con queso, con jamón, de pollo, etc. pero yo normalmente me ciño al clásico. Están alrededor de los 40 céntimos el paquete de 6 unidades en un supermercado normal y alrededor de los 90 céntimos en el típico súper de paqui o chino (depende de si eres de Barcelona o Madrid, respectivamente). Lo bueno del frankfurt crudo es que es easy go. Te lo puedes comer por la calle tranquilamente, como quien se fuma un purito. Hacer esto genera cierto rechazo social pero, joder, si estamos en la situación de tener que comer por un euro esto no nos tendría que suponer ningún problema.

“Sopa minestrone de pobre” o sopa de ketchup

Esto es muy sencillo. Te vas al McDonalds o donde sea y te vas a la barra directo y pides un sobrecito de ketchup así, tranquilamente, como si no fuera contigo. “Oye, dame otro de ketchup, por favor”. No hace ni falta que compres nada, entras, pides y te vas. Cuando ya lo tengas te vas a casa y hierves un poco de agua, échale sal y luego vacías el ketchup dentro del cazo. Mezclas un poco y ale, ya lo tienes. No es que sea la ostia pero te puede ayudar a salir del paso.

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Frutas de ciudad

A veces las ciudades tienen árboles, y algunos incluso están vivos. Hay unos pocos que incluso tiene el valor suficiente como para tener frutos. No es que lo haya hecho muchas veces pero alguna vez he cogido una naranja de uno de esos árboles. Si bien no tienen el mismo sabor que las naranjas de la frutería y ni mucho menos la misma cantidad de agua, sí que pueden diluir el apetito. Además de naranjas también puedes encontrar higos, limones y peras. Si te cuelas en uno de esos huertos urbanos que algunos ayuntamientos ofrecen a sus ciudadanos entonces has triunfado, allí hay de todo e incluso tiene buen sabor. Algunas escuelas de primaria tienen árboles frutales, pero colarte allí puede parecer algo muy jodido.

Latas de cerveza

Hay algunas muy baratas, alrededor de los 20 céntimos. No son muy buenas pero teniendo en cuenta que te las tienes que beber calientes, ¿qué importa? A veces un hombre tiene que tomar ciertas decisiones: comprarse un poco de comida o tres cervezas. A veces un hombre tiene que tomar ciertas decisiones: seguir avanzando o tirar su vida por la borda.

Uñas

Cuando ya no te quede nada, siempre tendrás las uñas. Recuérdalo.

Hay muchos más productos disponibles por menos de un euro pero el tiempo se ha agotado, quizás otro día me animo a seguir contando algunos detalles sobre la auténtica vida del superviviente. De momento, creo que podéis ir tirando con todo lo que os he comentado. Gracias por leer, amigos.