Con la excepción del desconsiderado gilipollas de turno, la mayoría de gente sabe cómo comportarse en las tiendas, en el peluquero o cuando cogen un taxi. Saben que no deben saltarse la cola, que hay que dar propina y que no se vomita en el asiento trasero. Pero hay mucha gente que no sabe cómo comportarse cuando visita a un trabajador sexual, o cuando estás borracho e intentando mantenerte recto en una silla mientras una stripper se contonea en tu regazo.
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Teniendo en cuenta que los hombres y mujeres que trabajan en la industria del sexo ofrecen sus cuerpos, lo justo es que intentes ser educado y considerado. ¿Pero qué se puede hacer y qué no? ¿Puedes preguntarle a un trabajador sexual si te baja la tarifa por una mamada porque eres un cliente leal? ¿Y hasta qué punto puedes toquetear cuando tienes una stripper desnuda bailando en tu regazo?Les he preguntado a una chica de compañía holandesa, una prostituta y dos strippers qué es lo que deberías hacer y lo que no cuando disfrutas de sus servicios.Al ser un stripper masculino, después de la actuación la gente dice con frecuencia: "¡Eh, ni siquiera te hemos visto la polla!". Pero el objetivo del striptease es la seducción, dejando las partes más excitantes a la imaginación. Creo que un espectáculo que entretenga es más importante, pero si lo que quieres es verme la polla, entonces te bailaré encima completamente desnudo y después me pondré la ropa inmediatamente.Y no me contrates para avergonzar a nadie. Muchas veces me contratan como sorpresa para mujeres que no saben cómo reaccionar ante un striptease. Se quedan sentadas, claramente incómodas y con las manos en el aire. Por su mirada puedes decir que no lo están disfrutando. Y por supuesto, esa es la razón por la que sus amigos me contrataron en primer lugar: porque es divertido ver a la cumpleañera avergonzada por un tío que baila medio en pelotas. El tema es que intento hacer lo que puedo para que se sienta cómoda. Y la verdad, yo haré toda mi rutina y todo, pero es mucho más divertido cuando bailas para alguien que sonríe y está esperando impacientemente a que te acerques más.
Kevin Talle, 35 años, stripper durante 10 años
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Lo más importante es que te sumes y me agarres o me toques cuando te lo indico, pero hay un límite. El otro día estaba actuando para un grupo de señoras mayores. La mujer de la silla tendría unos sesenta y largos. Durante la actuación rebosaba de entusiasmo, y hacia el final me quedé de pie enfrente de su cara sonriente con nada más que una banderita cubriéndome el pene. Con la excitación, me cogió la polla y tiró de ella con fuerza. Me hizo mucho daño. Todo el grupo se reía y, después de coger aire yo también me reí, pero todavía me pregunto en qué coño estaría pensando.
Liv, 24, chica de compañía de lujo de Vialet EscortService
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Aparte de eso, una de las reglas más importantes es ponerse condón. Es increíble la cantidad de tíos que intentan saltarse esa norma. "Estoy limpio de verdad, me hicieron los análisis hace poco", dicen. No me jodas. Cortas el rollo y además, sabes con antelación que el sexo seguro es una de las condiciones de contratarme. Lo mismo al preguntar sobre mis datos personales. "Venga, puedes decirme tu nombre real, ¿verdad? ¿Me das tu número de teléfono para que te pueda llamar directamente?". No. Ser chica de compañía implica muchos riesgos, así que todos valoramos nuestra privacidad. Muchas veces me dan su tarjeta de negocios por si los quiero llamar. Siempre la cojo y la tiro a la basura cuando se han ido.
Michele, 34, ha trabajado de stripper durante 14 años
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