Probablemente, el español medio sabe tanto de rugby como el estadounidense medio de fútbol. Eso no significa, no obstante, que un deporte en el que 30 hombres se dan de hostias en un campo de 100 metros para trasladar una pelota parecida a un melón no nos parezca algo absolutamente fascinante.
Los ingleses, los inventores de esta maravillosa disciplina —y ojo, no del extravagante y extremadamente complicado fútbol americano— son una gente extraña. Eso ya lo sabíamos, pero no deja de sorprendernos que un pueblo se dedique a pensar en cómo reglamentar cosas consistentes en pegarle patadas a una pelota o llevarla arriba y abajo a pesar de la oposición de rivales fornidos. El Reino Unido nos ha dado la máquina de vapor, el liberalismo y los deportes de equipo: jamás se lo podremos agradecer lo suficiente.
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Así como el fútbol parece el resultado natural de un proceso de escasa complejidad (balón+pie=balompié), el rugby es algo un pelín más complicado. Si hasta hoy no os habíais planteado descubrirlo, ¿qué mejor forma de acercarse a este deporte maravilloso que con el Mundial?Para poder hacer de 'cuñaos' en cualquier conversación deportiva, lo primero que necesitáis son unas informaciones sobre quiénes son los mejores, contra quién quieren ganar, por qué, y cuándo. Además, eso también es útil si alguna vez os encontráis con un guiri borracho, alto y ancho como un armario, que os pide si sois fans de los 'Wallabies' o de los 'All Blacks' con una expresión que dice: "si te equivocas de respuesta será tu fin".Empecemos, pues, nuestro pequeño viaje. Estos son los grupos que competirán en el próximo Mundial, que este año empezará el día 18 de septiembre en el Reino Unido:
Grupo A:
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La cuestión inglesa, por su lado, es muy delicada. Todos sabemos hasta qué punto el país que hospeda el Mundial está bajo presión. A pesar de ser uno de los claros favoritos (ocupa la cuarta posición en el ranking mundial), el 'XV de la rosa' llegará con la necesidad histórica de vencer tras estar a un paso de llevarse el Seis Naciones hace unos meses.Los 'Wallabies' de Australia, por su lado, son uno de los equipos más prestigiosos de la competición. Si habláis con algún entendido, lo normal es que muestre con una mirada condescendiente lo que llega a admirar a esta gran y gloriosa escuadra —que, eso sí, resulta que no alcanza una final de Mundial desde 2003 y que cayó en los cuartos en el último torneo ante Inglaterra por 15-6. La venganza deportiva, sin embargo, es un plato atractivo: será divertido ver a los australianos enfrentarse de nuevo a los ingleses.Sea como fuere, los australianos tienen un problema: no parecen capaces de exprimir la calidad de sus jugadores. Como equipo, los oceánicos muestran buenas jugadas ocasionales y un grave caos la mayor parte del tiempo. Encontrarse a Fiyi no parece tan buen negocio como podría parecer; los isleños son décimos en la clasificación mundial, pero tienen más de un as en la manga a pesar de que su Federación no sea precisamente un ejemplo de gestión.
Grupo B:
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Los africanos, de hecho, deberían clasificarse con tranquilidad: llegan al torneo del 2015 con dos Mundiales en su haber, incluyendo el de 2007… y el famoso título de 1995, que dio origen al libro Jugando con el Enemigo de John Carlin y a la película Invictus de Clint Eastwood.Escocia, por su parte, ocupa el undécimo puesto en el ranking de World Rugby; su participación anual en el torneo de las Seis Naciones les ha dado una gran experiencia en competiciones internacionales. Curiosamente, el peor resultado que cosecharon fue precisamente contra Sudáfrica, en 1997: perdieron 68 a 10, nada menos. Esto nos encanta: son precisamente estos detalles los que dan sentido a las revanchas deportivas. Adelante, descendientes de William Wallace: ¡tenéis la ocasión de vengaros!No se puede descartar que el exótico Japón dé la campanada por una vez: su selección ha participado en todas las ediciones del Mundial desde su inicio en 1987 y cuenta con la guía del experto Eddie Jones. Es complicado que los nipones superen la fase de grupos, pero si Sudáfrica ganó su Mundial en 1995, ¿quién sabe?Finalmente están los 'Eagles' de EEUU. Con vuestro permiso, no les haremos demasiado caso. Al parecer, siguen sufriendo el problema de no saber jugar sin protecciones; en "su" fútbol americano dominan, pero en el rugby sufren. Y bastante, por lo general.Favoritos: Nueva Zelanda, Nueva Zelanda, Nueva Zelanda y Nueva Zelanda¿Que hay que añadir sobre los 'All-Blacks', la selección de rugby de Nueva Zelanda? Pues siendo honestos, dudamos mucho de que se pueda decir nada nuevo. A parte de ser los clarísimos favoritos del Grupo C, también son los clarísimos favoritos de la competición entera, así que no deberían tener problemas en humillar a todos los demás. Las casas de apuestas pagan muy poco a una potencial victoria neozelandesa; se nota que en el país del que vienen los 'All-Blacks' el rugby es el deporte nacional.
Grupo C:
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Por si esto fuera poco, el capitán neozelandés Richie McCaw es una especie de Napoleón; la World Rugby le eligió mejor jugador del mundo en 2006, 2009 y 2010, y el tío sigue estando en forma. Los 'All-Blacks' son los actuales campeones del Mundial y tiene toda la pinta de que seguirán siéndolo.Namibia representa un caso muy peculiar en la copa del mundo de rugby: al ver los jugadores por primera vez, lo último que pensaríamos es que son africanos. O bien han visitado al mismo doctor de Michael Jackson, o bien hay un fallo muy grande en el ADN de Namibia: son todos blancos. La culpa es de Bismarck, porque fue él quien declaró gran parte de la actual Namibia 'colonia alemana' en 1884 e importó aficiones y deportes como ya hicieran los ingleses en Argentina.Georgia, que lleva tres participaciones en el Mundial de rugby, dispone de muchos jugadores que actualmente juegan en la prestigiosa liga francesa. Podríamos decir que uno de sus puntos fuertes son los 'rucks', y seguramente tengan buenas habilidades con las manos; pero eso a priori difícilmente bastará para dar miedo a los demás.Tonga, que está a un nivel más o menos similar al de Samoa, tampoco parece un equipo muy peligroso. Son rápidos, como suelen ser los equipos oceánicos, y esto les podría valer para sacar alguna que otra ventaja frente a los enormes jugadores europeos; pero lo más probable es que tengan que consolarse con el hecho de tener algunas de las mejores playas del mundo en su país.
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