Consejos de una mujer a la que le propusieron matrimonio nueve veces

Tengo 25 años y soy soltera. He tenido varios novios pero ahorita estoy sola otra vez, esforzándome por conseguir la misma cosa que he estado buscando desde los 15: independencia, autoestima y alguien con quien arruncharme por las noches cuando está haciendo tanto frío que pueda ver mi respiración humeando por encima de la cama.

Recuerdo salir con un tipo inglés y bajito cuando tenía 18 años. Terminamos en su casa, prendió velas, sirvió vino tinto de una botella y puso Joanna Newson en su computador de mierda mientras tirábamos. Fue asqueroso. Esto puede sonar como una prueba rara: pero dudo que mi mamá se hubiera acostado con ese inglés estando en la misma situación que yo. Ella es más inteligente que yo. Ella habría visto las velas, sabiendo el peligro que eso implicaba y se hubiera ido de ahí, cómoda con la idea de que no tenía que acostarse con él para sentirse bien consigo misma.

Esto lo sé porque a mi mamá le han propuesto matrimonio nueve hombres distintos en su vida. Ella solo se casó con uno de ellos —mi papá— y todavía están juntos. Más allá de su vida amorosa, mi mamá es una de las personas más felices que yo conozco. A veces creo que yo sería más feliz si tuviera el carácter para rechazar tantas ofertas de los hombres.

Así que la llamé para saber cómo y por qué nunca le preocupó la idea de morir sola.

VICE: Mamá, yo pienso que eres increíble, pero cuéntale a la gente sobre ti. ¿Dirías que eres feminista?
Claro que soy una feminista. Soy feminista de la segunda ola y de la generación del 'Baby boom' pero con puntos de vista interseccionales. Soy una psicóloga de niños con honores en psicología y un máster en educación de la Universidad de Tasmania.

Quería hablar contigo porque a veces siento que necesito estar en una relación para ser feliz. ¿Qué piensas de eso?
Eso es pura basura. Las relaciones son algo complementario. Si no eres feliz contigo misma, una relación no te hará feliz. He visto como muchas mujeres jóvenes tratan de hacer que sus relaciones sean permanentes. Están tratando de encontrarle el significado a la vida por medio de otra persona, en vez de buscar un significado en sus propios intereses.

Parece que estuvieras sugiriendo que la independencia es importante.
Es muy importante. Y creo que entre menos independiente seas a tus veintitantos, es más probable que termines metida en una relación donde tú eres la que cede todo el tiempo.

Sí, pero eso es fácil de decir cuando nueve hombres diferentes se te botaron encima. ¿Crees que esa independencia es lo que hace que te hayan visto como una persona carismática?
De pronto. Yo antes tenía un pelo rojo oscuro. Mis amigos solían decirme, "Tú siempre tienes a alguien colgando de ti". Y supongo que sí era así. Pero sobre todo pasaba eso porque sí favorecía mi independencia y no me desesperaba por conocer a alguien.

Yo solía decir, "Me gustaría conocer a alguien" y en ese momento empezaba a ver hombres sin dientes, con el pelo desordenado, gordos y apestando a cigarrillo y pensaba, mejor me quedo con el gato. Estoy contenta de compartir mi cama con un gato, él me hará mucho más feliz.

Hablemos de las nueve propuestas de matrimonio que te hicieron. ¿Puedes hablarme de ellas?
De hecho le dije que sí a tres pero solo me casé con tu papá. Y la primera persona en realidad no se me propuso. Me dijo que su mamá le había dicho que me propusiera matrimonio… 30 años después salió del clóset, luego de que su madre muriera. Eramos buenos amigos pero no pasó mucho. Nos besamos un par de veces en la iglesia.

Los lectores podrán pensar que la iglesia no cabía dentro del resto de tu vida. ¿Has sido católica?
Sí, pero por una época pensé en unirme a la Iglesia Anglicana. Además, yo salí con un cura anglicano. Él no me propuso matrimonio, pero sí terminó en la cárcel.

Claro. Ahora volviendo a la historia, ¿quién fue el siguiente que te propuso matrimonio?
Al siguiente le dije que no. Estábamos en nuestro último año de la universidad. No estaba segura de que fuera la persona indicada. Tenía un temperamento difícil, lo cual me ponía nerviosa, así que le dije que no. Le rompí el corazón. Quedó mal. De todos los corazones que he roto, ese fue el peor.

El siguiente que se propuso era un hombre africano, y me dijo que Dios le había dicho que se casara conmigo. Le dije, "Bueno, eso es chistoso porque Dios no me dijo que me casara contigo, así que dudo que vaya a funcionar". Era muy fundamentalista y no tenía cabida para mi punto de vista feminista.

El siguiente estaba muy borracho y le dije, "Bueno, pregúntame mañana cuando estés sobrio y quizá lo piense". Era adorable, pero éramos amigos. Eso era todo. Realmente éramos solo amigos.

Y al siguiente le dije que sí. Tenía 35 años y su nombre era Ned. Se propuso —esto es terrible— pero se propuso en un crucigrama. Y se arrodilló y me preguntó y yo le dije "Sí, está bien". A los tres meses cambió de parecer. Fue como si se hubiera levantado un día con ganas de cambiar de marca de cereal y ya.

Al último en proponerme matrimonio antes que tu papá, le dije que sí y estábamos comprometidos oficialmente pero él era una persona difícil. Nos fuimos como voluntarios a un hospital psiquiátrico en Londres. Me dijo al final del viaje que la relación no iba a funcionar. Me hubiera gustado que me hubiera dicho eso antes de gastarme toda esa plata en una experiencia tan horrible como esa.

¿Cómo supiste que mi papá era el indicado?
Solo llevábamos una semana de conocidos cuando Adrian me dijo, "Creo que deberíamos casarnos". Yo dije, "Sí, suena como algo lógico". Sentí como si lo conociera de toda la vida porque teníamos muchas cosas en común.

¿Qué has aprendido de las relaciones y del matrimonio?
Steve Biddulph [un educador de padres, autor y psicólogo] dice que tiene que haber atracción entre "dos cabezas, dos corazones y dos genitales". Y las tres son muy importantes para tener una relación exitosa, creo yo. Porque si en verdad te importa alguien pero sus valores son totalmente diferentes a los tuyos, solo te va a causar problemas.

Yo estaba leyendo a Germaine Greer [una escritora feminista australiana] cuando estaba en la universidad. El feminismo era algo nuevo y emocionante en ese entonces y yo me rehusé a depilarme las piernas para satisfacer a los hombres. También me volví una pacifista, lo cual iba bien con mi feminismo. Yo tenía una gran amiga que era feminista hacía rato y ella solía decir que el feminismo no excluía el amor, solo significaba encontrar al compañero adecuado que aceptara la equidad de género.

He aprendido que si tienes la pareja adecuada y están dispuestos a comunicarse, entonces sí puede funcionar. Es importante no tenerle ningún tipo de miedo en la relación. Tienen que ser amigos.

A mí me gustaría encontrar una pareja que también fuera mi amigo.
Sí, pero no entres en pánico. Yo no conocí a Adrian hasta los 38 años. Tuvimos grandes momentos y todavía los tenemos. No hay afán. Estoy contenta de no haberme casado con ninguno de los otros porque no me hubiera gustado para nada tener que divorciarme. Me tenía mucha confianza, sí, eso es una parte: confiar en que estás tomando las decisiones correctas. Todos somos más felices si nos enfocamos en no negarnos a nosotros ni a nuestros valores. Esto se va volviendo más fácil con la edad.

¿Tienes alguna recomendación para superar una tusa? Todos dice que es solo cuestión de tiempo.
Tienes que ser amable contigo y tomarte tu tiempo. Y saber que lo vas a superar. Llora todo lo que quieras. Escríbele una carta a tu ex y dile qué tan cruel y terrible es y después rómpela.

Tal vez en ese entonces era más común que los hombres propusieran matrimonio. ¿A tus amigas también les propusieron matrimonio tantas veces?
No, a ninguna le propusieron casarse tantas veces como a mí. No. Creo que ya había olvidado que había sido un poco una femme fatale.

Gracias, ma.