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Cliff Robinson, el basquetbol y su nueva aventura con la marihuana

El ex jugador de la NBA, Clifford Robinson, alguna vez conocido como "Uncle Cliffy" se adentra en el mundo de la marihuana legal.

La mañana del jueves pasado, Cliff Robinson bajó de un plataforma en el Portland Expo Center, y recibió cálidamente el aplauso que solía acompañarlo cuando jugaba para los Trail Blazers a unas millas de distancia. Portando un traje negro, camisa blanca, y corbata roja —los colores de los Blazers— captivó a la audiencia con su historia y los eventos que lo hay llevado hasta su actual misión en la vida.

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Con 49 años, y una década fuera de la NBA, Robinson decidió entrarle a la industria de la marihuana. El jugador que era conocido como "Uncle Cliffy" es ahora la imagen y el presidente de Uncle Spiffy, el incipiente negocio que intenta tomar ventaja de un mercado joven y en crecimiento para legalizar la marihuana.

La misma audiencia que había permanecido sentada, tal vez algo confusa, durante la presentación de un ex ingeniero de la NASA sobre cómo cultivar el producto, de la nada estalló en aplausos cuando Robinson concluyó sus últimas palabras.

"¡MVP!", gritaba Mary Lou Bruton, la organizadora de la conferencia, mientras Robinson baja de la tarima. "Te acabo de votar como el MVP de la cannabis."

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Fue algo extraño de ver. Después de todo, Robinson es un veterano de la NBA desde hace 18 años. Con 2.08m de altura y aún ágil y vigoroso, se dirige con una voz relajada y modulada. En el escenario, se vio cómodo, pero no tanto como solía verse en la duela. Los nervios habían sido un problema antes de su discurso, y posteriormente reconoció que debió haber fumado un poco de su cigarro electrónico para calmar la ansiedad.

Se presentó en la Cannabis Collaborative Conference no solo como un empresario emergente nuevo en el negocio, sino como el actor principal. Que su discurso no haya sido particularmente fascinante o emocionante no importó —pudo haber dicho cualquier cosa y la audiencia le habría aplaudido por igual—. Algunos lo recordaron de aquellos equipos de Clyde Drexler a principios de los 90. Otros solo vieron a un ex basquetbolista profesional que aprovechaba su nombre y credibilidad para iniciarse en una industria considerada —tal vez lo sigue siendo— tabú.

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Si esto les parece un chiste, no lo es. Robinson comenzó a fumar marihuana a la edad de 15 años en su nativa Búfalo. Fue el principio de una larga y difícil relación. En 1997, fue arrestado por posesión de marihuana en Portland. Cuatro años después, fue condenado por un cargo de posesión y se declaró culpable de manejar bajo la influencia de sustancias.

Fue suspendido por la NBA dos veces al dar positivo en las pruebas antidopaje, incluyendo una vez por no pasar los exámenes mientras su equipo, en ese entonces los Nets, se disputaban los playoffs. A pesar de todo esto, tiene una postura positiva acerca de esta droga.

"Siempre hemos tenido una buena relación", comentó para Vice Sports. "Siempre ha sido una forma para relajarme, para relajar mi estómago, mi ser. Siempre ha sido una influencia relajante en mi vida."

Robinson decidió entrar al negocio de la marihuana en octubre. Había ignorado ofertas e ideas de negocios por años, aferrándose a la idea de que regresaría a la NBA de alguna forma como entrenador o dirigente, pero eso nunca sucedió. Se preocupó de que su imagen publica, al apoyar el consumo de cannabis, afectara su reputación.

Tener a Keith Van Horn en tu carota puede ser estresante y desgastante. Foto vía EPA.

Por el momento, el negocio continúa en su fase inicial. Ya tiene nombre y un comité ejecutivo. Espera abrir pronto una tienda de ropa y productos basado en cáñamo. Espera poder mudarse de vuelta a Michigan y comprar una propiedad en Portland con suficiente espacio para cultivar. "Conozco a un tipo que es un muy cultivando", presume.

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Puede que también haya medicinas y extractos. Robinson examina el estilo de vida de los atletas y está considerando vender productos para ese mercado. A la larga, espera iniciar un club de cannabis con membresías y un plan que por el momento no quiere revelar.

Pero por ahora, se trata de esperar a que obtenga las licencias apropiadas. No puede vender a negocios recreacionales hasta el final de este año.

"Estamos empezando algo desde abajo", dice Robinson. "Jugué basquetbol 18 años pero había quienes estaban jugando antes que yo. Vendían cannabis antes de que fuera legal. Ahora tenemos la oportunidad de hacer algo innovador y tenemos que hacerlo de forma responsable y seria."

Si todo esto les parece extraño —el hecho de que Robinson esté a la cabeza de un movimiento por legalizar la marihuana— él también lo cree así. En su infancia, se escondía para poder fumar. Algunos de sus familiares vendían marihuana para ganarse unos cuantos pesos extra. Tuvo que ser muy cuidadoso con la NBA.

"Siempre encuentras una forma", bromea. "Hay muchos baños con regaderas y toallas donde hay mucho vapor. Todos se ponían a fumar en los vestidores. Yo era más precavido y mejor prefería cambiarme para no ser tan obvio."

Robinson no fumaba días antes de sus partidos, pero sí lo hacía para relajarse, cuando su adrenalina aún estaba en su máximo nivel. A pesar de que los atletas profesionales tiene vidas glamorosas, Robinson dice que el estrés por jugar 82 veces al año, además del estrés de su familia, lo desgastaba. También prefería la marihuana a los antibióticos o productos farmacéuticos más dañinos que ayudaban a aliviar su dolor después de una noche desgastante. La marihuana se convirtió en su panacea.

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"Cuando ves un comercial sobre medicamentos siempre mencionan 20 efectos secundarios", dice. "De verdad, vivimos en una era donde deberíamos preocuparnos por las cosas que consumimos. ¿Por qué no tener una alternativa?"

A pesar de reconocer que fumó en exceso en algún punto de su vida como jugador profesional, Robinson dice nunca haber sentido que su hábito fuera un peso o una amenaza para su carrera. Aunque sí lo fue. Cuando fue suspendido la primera vez, Robinson no tuvo mucho remordimiento. Era joven y no lo consideraba un gran problema. Su segunda suspensión aún lo persigue.

Lo cacharon durante los playoffs del 2006, cuando los Nets estaban en la segunda ronda. Robinson era un jugador en la banca esencial para el equipo. Tenía 39 años y estaba en su temporada número 17. No había fumado en mucho tiempo y no planeaba hacerlo. Pero después de que sus compañeros habían cumplido con la cuarta y última prueba antidopaje del año —la NBA realiza cuatro exámenes antidopaje en todo el año— Robinson confesó que querían celebrar y le insistieron para que fumara. Robinson se resistió pero finalmente aceptó. Dos días después fue escogido para hacerse las pruebas. Su suspensión se dio en el Juego 3 de las semifinales de la Conferencia Este con la serie empatada 1-1. Los Nets no ganarían un partido más de dicha serie.

"Fui muy egoísta y no me di cuenta de la posición en la que estábamos. De verdad me dolió porque jugábamos bien, estábamos en los playoffs y hay ojos por todos lados en esas instancias. Que te quedes sin jugar porque fumaste marihuana no se siente nada bien."

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Comenzó a investigar más sobre la marihuana después de que dejó de jugar. Su función en Uncle Spiffy no es solo como imagen del negocio, sino también como ejecutivo. Miller, un ex jugador profesional de paintball quien conoció a Robinson en un campo de tiro, y su esposa Linda, también son inversionistas y vicepresidentes. Durante los dos días de conferencias, estuvieron paseándose por los módulos y atendiendo reuniones informales.

La conferencia fue banal. A pesar de centrarse en el tema de la cannabis, fue una expo nada fuera de lo común. Había unos cuantos frascos con marihuana, playeras y posters con pésimas frases, pero la actitud en general fue de un aburrido profesionalismo.

De hecho, Robinson fue uno de los pocos —tal vez el único— que portó vestimenta formal. Pero aún así era reconocible. Un fan lo vio y llamó a su abuela de 90 años quien había hecho a mano un oso de peluche parecido al ex basquetbolista, con todo y su cinta en la cabeza. La gente se le acercaba con regularidad para sacarse fotos mientras intentaba recorrer los módulos de la expo.

Otros lo vieron más como la cabeza de una causa más que una celebridad. Un ex basquetbolista de la NBA, cuyo nombre no quiso que fuera revelado por aún pertenecer a un equipo, dijo que Robinson era un "pionero. Es un trail blazer." Otros ex jugadores, argumenta, ven a la industria de la marihuana como un lugar para inversiones potenciales en el futuro. Robinson es el caso de prueba público de ello.

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La terrífica fachada del panorama para legalizar la marihuana en Portland. Foto por Another Believer vía Wiki Commons.

"Se necesita que alguien se anime primero", declaró Andrew Gurevich, el anfitrión del podcast Potcast PDX. "Creo que ya no pertenece a la liga pero sigue teniendo mucha credibilidad, específicamente en esta área. La gente lo recuerda por ser parte de aquel gran equipo Blazer conformado por Drexler, (Terry) Porter y los demás chicos. Creo que su imagen ayudara a crear y generar más diálogo."

Gurevich recuerda ir a los partidos de Portland durante su etapa más difícil, cuando el equipo era apodado "Jail Blazers" (los Blazers de la cárcel) por las numerosas ocasiones en que sus jugadores se metían en problemas legales. Cuando Rasheed Wallace fue abucheado después de su arresto por posesión de marihuana, Guverich se quedó atónito.

La marihuana es legal en la actualidad y le mercado está en crecimiento. Robinson sigue siendo un Blazer amado a pesar de su nueva faceta.

No se ve regresando a la NBA, el trabajo que alguna vez deseó, incluso si existe esa posibilidad. Y también cree que las ligas tardarán en aceptar el consumo de la marihuana. Apenas este fin de semana, el comisionado de la NFL Roger Goodell aseguró que la marihuana no tiene lugar en el futbol americano, ni siquiera en forma de medicamento.

Robinson considera el riesgo para las ligas. "No quieren que sus jugadores sean vistos como los chicos que salen a jugar todos fritos y eso se entiende."

También se pone en los zapatos de los jugadores. Aunque la forma de verlo está cambiando lentamente. Cuatro estados de la unión americana con dos equipos de la NBA ya han legalizado la marihuana. Robinson cree que algún día un jugador en activo podrá ser la imagen de un producto de cannabis.

"Y espero que sea con Uncle Spiffy."