El olor era fuerte, a queso podrido. Permanente.El humo de las ladrilleras, así llenara el aire con espesura, no ayudaba en nada. La policía, como retrataron los grandes medios, hacía un despliegue de gran presencia debido a los altercados que se presentaron en los días pasados. La gente salió a protestar, desde Chuniza, Monteblanco y la Aurora, localidad de Usme, y también desde la Aurora y Mochuelo Alto, en la localidad de Usme, porque alegan sufrir problemas sanitarios y medioambientales. En resumen: por las moscas que están en todas partes.
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Luego de un largo trayecto, Laura Galindo y yo estábamos en el Mochuelo Alto, uno de los olvidados barrios de la localidad de Ciudad Bolívar.Es difícil imaginar que esta vereda, llena de cultivos de jugosas fresas, por un lado, y un relleno sanitario, por el otro, sea parte del Distrito Capital. La gente está cansada de las moscas. Y las ratas. Y las serpientes. Alegan tener problemas dermatológicos y respiratorios.Este es un problema que, según nos contaron algunos líderes de la comunidad, lleva más de 30 años. Para estas personas, las soluciones del Distrito no son más que pañitos de agua tibia. O mejor: platos atrapamoscas y trampas de ratas. Un operario le da a cada familia dos platos y una trampa. Pero la gente se acerca a los puntos de atención para reclamar más: muchos platos, muchas trampas.Los vecinos dicen que un plato atrapa 200 moscas. Lo vi llenarse en minutos que se cuentan con los dedos de la mano. Un minuto, 20 moscas. Otro, 40. Están en todas partes: desde panaderías, chances, famas, hasta en casas familiares.Todos los habitantes de los distintos barrios aledaños al relleno dicen estar viviendo entre las plagas.Véanlo ustedes en estas fotos.
La vista desde el Mochuelo bajo. Al fondo, Usme.
* Espere una segunda parte de este reportaje la próxima semana.