Un video en donde se ve a un automovilista de la Ciudad México en el momento en que intenta arrollar a un ciclista y luego discute con un oficial de policía, para momentos después huir de la escena, se ha vuelto viral y da muestra de cómo las redes sociales pueden exponer la agresividad y arrogancia de la élite del país.

"Esto es México, wey, capta", dice el joven, vestido con camiseta blanca y gafas de sol, al oficial en un momento del video. "Llamale a mi papá, wey".

El ciclista, de nombre Ari Santillán, comenzó a filmar con su teléfono móvil después de que el auto marca Audi comenzara a golpear la llanta trasera de su bicicleta el miércoles por la tarde. Santillán publicó el video en su cuenta de Facebook a la mañana siguiente, lo cual, al poco tiempo, provocó que el incidente fuera tema de conversación en todos lados. El ciclista dijo estar convencido de que la rápida difusión del video ayudó a ponerle fin a su larga espera de 10 horas en la estación de policía, en donde realizaba su reporte por agresión.

"Pensé que era el hijo de algún político o empresario", dijo Santillán a VICE News en una entrevista telefónica. "Seguí grabando para exponer la impunidad y el uso de influencias que existe".

El video recibió rápidamente el hashtag #LordAudi. Varios usuarios identificaron al agresor como Rafael Márquez Gasperín, hijo de un empresario de las telecomunicaciones, quien no ha hecho ningún comentario públicamente al respecto hasta ahora.

Video vía Facebook

Los hashtags con las palabras 'Lord' o 'Lady' se han vuelto comunes en México en los años recientes, utilizados para avergonzar a las personas prepotentes de clase alta. Ha habido un crecimiento considerable de estos videos que involucran a conductores de autos de lujo.

LordRollsRoyce se volvió famoso en el mes de mayo gracias a las imágenes filmadas por un transeúnte, las cuales mostraban a un hombre golpeando y apuntando con un arma a otro hombre que le cerró el paso en una avenida principal del Estado de México.

La víctima fue identificada después como Jorge Vera, un policía federal fuera de servicio. Lord Rolls Royce resultó ser un empresario de 42 años de edad llamado Emir Garduño, quien viajaba en su auto marca Phantom con una guardia de ocho guardaespaldas distribuidos en tres vehículos y dos motocicletas.

Garduño se encuentra actualmente en prisión, aunque no por las agresiones en contra del oficial que lo lanzó a la fama, sino por cargos de lavado de dinero que involucran su firma constructora, además de supuestos contratos irregulares firmados con el gobierno del Estado.

LordFerrari acaparó los titulares el mes de abril cuando dos de sus guardaespaldas fueron grabados golpeando a otro conductor que había rebasado su Ferrari 458 en una calle de la Ciudad de México. Nuevamente, se trataba de un empresario de nombre Alberto Sentíes, del cercano estado de Morelos.

El caso continuó haciendo olas después de que uno de sus guardaespaldas, que enfrentaba cargos por asalto, fue encontrado muerto en un habitación de hotel con una carta de suicidio en la que acusaba a Sentíes, su jefe, de ordenar la golpiza y de haber arruinado su vida. Lord Ferrari, investigado por fraude, enfrenta ahora cargos por el incidente.

Incluso las autoridades han recurrido a las redes sociales para visibilidad su trabajo y frenar las críticas que señalan que la élite del país goza de impunidad.

En el mes de febrero, Arne aus den Ruthen, un oficial de de uno de los vecindarios más ricos de la Ciudad de México, utilizó la aplicación Periscope para transmitir en vivo cómo unos guardaespaldas lo atacaban después de que les pidió mover sus vehículos de la acera. En determinado momento, Raúl Libien, un empresario de medios de comunicación del Estado de México, le gritó "¡Me la pelas!", algo así como "no puedes conmigo", al oficial a través del teléfono de uno de sus guardaespaldas. Esto llevó a que se le apodara #LordMeLaPelas.

Santillán, el ciclista del video de esta semana y también activista, está convencido de que la estrategia de exponer los abusos a través de las redes sociales, permitirá, poco a poco, cambiar la cultura cívica, demostrando que incluso los poderosos ya no pueden asumir que están por encima de la ley.

"El propósito de este video no es avergonzar o exhibir a la persona", explicó Santillán. "Es una forma de presionar a las autoridades".

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