Guía MUNCHIES para colar alcohol en los festivales

Este artículo fue originalmente publicado en Munchies, nuestra plataforma de comida

Si es que no lo has hecho ya, es muy probable que este verano te gastes el sueldo de dos meses en abonos de tres días para ir a algún de festivales de música. Es el precio que hay que pagar para tener el privilegio de escuchar música en vivo junto a un tío que no se ha duchado en una semana y otro que va hasta las trancas de MDMA. Pero, sobre todo, vas a vivir los mejores momentos del verano en una vorágine de grandes bandas, palos de selfie y polvos espontáneos en tiendas de campaña y entre matorrales. Y sí, todo eso da mucha sed.

Para ahorrarte la tortura infernal de los interminables trayectos entre la cola de los lavabos y la del bar (y para que ahorres algún dinerillo, de paso), hemos preparado una pequeña guía con los mejores trucos para llevar de extranjis tu propio suministro de alcohol a un festival de música.

La cerveza que te ponen en los festivales suele ser cara y mala, y siempre te hace preguntarte si no la rebajarán con agua para hacerte orinar aun más. Es momento de que cuides la vejiga y de que metas de contrabando algunas cervezas dignas de ese nombre.

Para este truco, vas a necesitar una lata de refresco, un cuchillo y, por supuesto, una lata de cerveza. Corta la parte inferior de la lata de refresco –lo ideal es que primero te tomes el refresco– y mete la lata de cerveza en su interior. La idea es pasar junto a los seguratas con una lata de refresco en la mano.

Ocultar una botella de alcohol dentro de un paquete de pan de molde es lo más ocurrente que hemos visto después de los jalapeños rellenos de El Chapo. Si metes el pan en una bolsa junto con un paquete de jamón y una longaniza, el guardia de seguridad no solo te dejará pasar, sino que pensará que eres un verdadero gourmet (cuando lo que eres es un verdadero alcohólico).

Este es para las chicas. Tenemos la solución para cuando tu novio se mete contigo por la cantidad ingente de trastos que tienes en el fondo del bolso. Bajo las decenas de recibos, pintalabios viejos, tampones olvidados y muchos otros objetos no identificados, hay un cartón de vino oculto. Es un truco superpráctico y sencillo, pero lo de beber vino rosado mientras a tu alrededor todo el mundo bebe vulgares cervezas es lo más snob que puedes hacer en un festival. Estás avisada.

Esta traviesa técnica aúna la frescura de la uva y la dulzura de tu licor favorito, que previamente habrás inyectado en la fruta. El único momento en el que esto es difícil de controlar es cuando te das cuenta de que te estás volviendo un adicto.

La ocultación ha sido un verdadero arte desde el principio de los tiempos. En el Islam, la taquiya es la acción activa o pasiva de ocultar que se es parte de una determinada religión. En el Japón feudal, las técnicas de infiltración de los ninjasfueron utilizadas con fines políticos y militares para reunir información valiosa.

Y, en el mundo de los que asisten a festivales, el saber ocultar alcohol es una obligación. Aquí te presento a dos clásicos: el camello artesanal, hecho con una bolsa de agua caliente y un tubo de plástico; y un frasco pegado al tobillo con cinta adhesiva para burlar el inevitable cacheo en las puertas del festival.

¿Hay algo más inocente que una bolsita de zumo de frutas? Son los recuerdos de un momento mágico, cuando tenías seis años y no tenías que beber alcohol para sentirte bien. Estas pequeñas bombas de glucosa no llamarán la atención del grandullón cuya única misión es revisar tus pertenencias, porque lo que él quiere es confiscarte la marihuana. Eso las convierte en el escondite perfecto; aunque también es un truco relativamente conocido por los de seguridad, así que ten cuidado.

Teniendo en cuenta eso, la preparación es muy sencilla: vacía la bolsita –si eres un verdadero profesional, conseguirás no romper el sello– y llénala con alcohol fuerte. También puedes aprovechar para improvisar un cóctel hecho de puré de frutas.

Exención de responsabilidad: MUNCHIES no fomenta el consumo de alcohol fuera del marco establecido por los organizadores del festival. Sé responsable. ¡Nosotros siempre lo somos!