El hardcore melódico sigue vivo

A finales de los noventa el hardcore melódico vivió su época dorada. NOFX, Pennywise, Bad Religion, Satanic Surfers y miles de grupos más de las escuderías de Epitaph, Fat Wreck o Burning Heart llenaban los cassettes de todos los adolescentes del país. A mí me pilló de lleno y empecé a intercambiar cintas, llevar pantalones anchos y hacer beerbongs improvisados. Luego maduré y empecé a escuchar Dire Straits y U2, pero de vez en cuando me pongo una de esas cintas y lloro solo en la cama, abrazando la melancolía que me proporcionan los angelicales coros de El Hefe y las salvajes líneas de bajo de Tomek.

Yo creía que el hardcore melódico había muerto ya que las nuevas encarnaciones me parecían una basura monumental, más influenciados por el Enema of the state de Blink-182 que por el Suffer de Bad Religion. Es por esto que me sorprendió encontrarme con Autodestrucció, un grupo que decidió meterse en los pantanosos terrenos del hardcore melódico a finales de 2011, una empresa destinada al fracaso pero resuelta con éxito y maestría. Se trataba del proyecto en solitario de Càndid, el teclista de Zeidun, un hombre que se merece todos mis respetos por haber creado himnos como éste).

Este viernes, Autodestrucció presentarán su segundo disco en la sala Sidecar de Barcelona. Además hoy estrenan el vídeo para el tema “Serafí”. Aquí lo tenéis:

VICE: ¿Cómo va la cosa?

Càndid: La vida da muchas vueltas, y ya son muchos días dando vueltas. A veces no sé si es la vida o el planeta el que gira. Muchas veces me he sentido estático, como fijado en un lugar perenne y atemporal del universo. Como si fuera todo lo demás lo que diera vueltas y girara a mi alrededor. Yo estoy quieto, o eso intento. No he podido averiguar el asunto.

¿Aún trabajas de comercial de cigarrillos electrónicos? ¿O te dedicabas a algo relacionado con las semillas de marihuana?

Con los cigarros electrónicos perdimos una buena oportunidad, tuvimos demasiada visión de futuro. La marihuana mola mucho y la defiendo a muerte, como planta, porque es como el tomillo o el romero. Pero siempre dentro de la filosofía del autocultivo, es decir, en contra de las mafias que intentan utilizar el cannabis como si fuera una droga y sacarle provecho. Como hacen la DEA o los Mossos d’Esquadra.

Bueno, cuéntame algo del nuevo disco.

El nuevo disco se llama Cop net y lo terminamos de grabar en agosto de 2013, tendrá veintiún temas. Decidimos hacer dos partes para que fuera más digerible. Serán Jacquard Records y Bcore los que lo editarán en CD y vinilo. Estamos muy contentos pero también estamos hasta las pelotas porque ya tenemos muchas canciones nuevas para el tercer disco.

Flipé cuando Lluís de Jacquard Records me dijo que habíais vendido como 1000 copias del primer disco. Esto es una barbaridad. ¿Cómo coño lo habéis hecho?

Esto sólo puede significar una cosa, y es que la sociedad catalana está peor de lo que pensábamos. Es lo que deduzco, porque la gente ha aceptado el disco con relativa normalidad, por eso he intentado que el segundo disco fuera aún más decadente, la gente ya está preparada. Supongo que también ha influido el hecho de venderlo a tres euros.

¿Cómo pasas de tocar en Zeidun a empezar un proyecto de hardcore melódico?

Hombre, Zeidun era hardcore melódico pero filtrado por Colomo, Albert, Xavi, Mau y yo. Todos escuchábamos NOFX, menos Xavi, que le gustaba Joaquín Sabina.

¿Pero cómo empezó Autodestrucció?

Un día estaba en casa y me salió una canción como caída del cielo: la rumbera. Era punk-rock a muerte pero también era una rumba, y en catalán. Me salió así, como vomitada. ¡Crack!, apareció de golpe en mi cerebro, sin pensar. Entonces decidí empezar esta banda y como por arte de magia salieron todos los otros temas. Si algo te permite el punk-rock es hacer canciones como churros.

Para mí el hardcore melódico es el mejor estilo del mundo porque me permite expresar ideas profundas o complejas de una forma muy sencilla.

Para hacer hardcore melódico en el 2012 hay que tener un buen par de pelotas. Digamos que sus años dorados ya pasaron.

Creo que el género está más vivo que nunca porque ahora ya no está de moda. Pienso que en Cataluña, el punk-rock de California caló con mucha fuerza y yo diría que podríamos decir que ya es un estilo propio de aquí.

Sí, pero ahora el género está como mal visto y esto es jodido.

En realidad no es triste que se vea el género con malos ojos. Es coma la típica playita escondida entre Tossa y Sant Feliu o ese camino del Montnegre que es un paraíso pero al que cuesta mucho llegar. Es un paraíso oculto que tienes que saber disfrutar, y si sólo lo conocemos unos pocos mejor, si se lo contamos a todo el mundo se echará a perder.