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Ediciones VICE

«Until Dawn» se ha convertido en un nuevo clásico del género de terror

"Until Dawn" es una de las sorpresas más fantasmagóricamente agradables del 2015, uno de los mejores juegos de terror jamás creados.

Captura de pantalla de Until Dawn

Posiblemente, hasta hace una semana no habías oído hablar de Until Dawn, un juego en el que encarnas a un adolescente salido que pasa una noche de invierno con sus amigos en un refugio de montaña, done parece habitar algo que los acecha.

Originalmente, el desarrollo del juego estaba en manos del estudio británico Supermassive Games para PlayStation 3 en formato Move, y su publicación estaba prevista para 2014. A mitad del proceso, se decidió pasar a PS4, con el consiguiente retraso de un año. El juego, finalmente, ha salido a la luz sin que Sony le haya dado demasiado bombo. Todo apunta a que el título se perderá en la vorágine de estrenos previstos para este otoño, destinado a recibir críticas mediocres y acabará en las cajas de los juegos de oferta de todo el mundo antes de que acabe el año. Y es una verdadera pena, porque Until Dawn es una de las sorpresas más fantasmagóricamente agradables del 2015, uno de los mejores juegos de terror jamás creados.

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Captura de pantalla de Until Dawn

Siguiendo los pasos de otro título exclusivo de PlayStation, el thriller Heavy Rain, de Quantic Dream (2010), Until Dawn te permite controlar varios personajes y te obliga a tomar decisiones que determinarán el argumento de la historia y cuántos de esos personajes la acabarán todavía vivos. Cuando un personaje muere, se pierde para siempre y el juego continúa sin él.

En Heavy Rain, este concepto de «historia abierta» resultaba lo suficientemente interesante como para incitarte a jugar varias veces, pero el argumento era una basura de tamaño descomunal y, realmente, más que múltiples caminos para escoger, hay muchos finales posibles que dependerán de tus decisiones. Pero el verdadero problema de Heavy Rain es que no existe una evolución interesante de los personajes a a lo largo de la historia. Ethan Mars es un padre en busca de la redención que puede salir airoso o fracasar en su periplo para salvar a su hijo de un asesino enserie. Eso es todo. Norman Jayden sigue siendo el detective drogadicto que odia a su compañero incluso con el mejor de los finales posibles; Madison Page pasa de ser una reportera sexualizada y con agallas a ser… una reportera sexualizada y con agallas. En casi todos los casos son personajes planos, estereotipos de los thrillers: el desesperado, el vengador, el afligido, los cruzados… No es que esté mal recurrir a los estereotipos; el problema es que en Heavy Rain no supieron qué hacer con ellos.

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Si Until Dawn hubiera obligado a los jugadores a vivir los estereotipos de sus personajes de inspiración cinematográfica en este slasher, el juego igualmente habría sido un interesante y sangriento paseo nocturno por los bosques. Pero la interactividad en este caso va más allá.

La primera parte del juego se centra, principalmente, en presentar a los personajes ofreciendo al jugador una instantánea superficial de cada uno de ellos. Este es Mike, el deportista, un tipo guaperas y cachotas. Esta es Emily, una prima donna muy cabrona que probablemente esté engañando a su novio. Aquí tenemos a John, un chico rico y sensible que todavía está curándose las heridas emocionales de una experiencia traumática. Y así hasta que hayas jugado con casi todos ellos y asimilado sus estereotipos.

La genialidad de Until Dawn es que te permite hacer que los personajes se abandonen a esos tópicos y acaben masacrados por idiotas; o puedes hacer que trasciendan los límites de los roles a los que el juego los ha sentenciado.

Jugué las siete horas de Until Dawn prácticamente de una sentada, entre sorbos de café de la taza que sostenía con una mano y mordiscos al donut que tenía en la otra. Fue como estar encerrado en una habitación con un grupo de gente que detestaba (hasta el punto de querer verlos MUERTOS) y poco a poco empezar a sentir aprecio por ellos a medida que pasaba el tiempo y conocía más aspectos de su personalidad. Mike resultó no ser el gilipollas egocéntrico que me pareció en un principio, sino que era un hombre amable capaz de arriesgar su vida por salvar a sus amigos. Incluso llegué a sentir respeto por Emily, que no podía morir, incluso cuando a veces me entraban ganas de dejarla caer al abismo. Del mismo modo, uno de los personajes que inicialmente me pareció valiente y un gran amigo, acabó siendo, debido a mis decisiones, un cobarde.

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Tráiler de lanzamiento de

Until Dawn

Resulta sorprendente la naturalidad y la complejidad del desarrollo de los personajes del juego. Parte del mérito debe atribuirse a un guion inteligente y bien estructurado, que nos concede el tiempo suficiente para conocerlos antes de ir al grano. Pero lo más importante es que el juego nos da las herramientas para cambiar su forma de ser, nos permite moldearlos como personas.

He perdido la cuenta de las veces que he visto películas de terror con amigos y nos hemos puesto a gritar obscenidades a la pantalla al ver al típico personaje imbécil que se queda parado en medio de la oscuridad mientras el asesino se acerca por detrás. Pues en Until Dawn resulta fascinante ser uno de esos imbéciles; te permite vivir en primera persona el terror que les invade y te provoca un sentimiento de empatía único.

Cualquier sentimiento de inquina que tuviera contra Emily o Jess se desvanecía mientras exploraban una profunda caverna llena de horrores innombrables. Las cosas horribles e imperdonables que hubieran dicho al principio del juego desaparecían de mi mente porque yo era ellas, dando tumbos en la oscuridad, haciendo lo posible por seguir con vida y mantenerme alejado de lo que fuera que se ocultaba entre las sombras, observándome.

Captura de pantalla de Until Dawn

La mayoría de los juegos de terror pecan de un exceso de intimidad rayano en lo abusivo, usando perspectivas en primera persona mientras un monstruo olfatea nuestro olor desde el exterior del armario en que nos hemos escondido o haciéndonos presenciar nuestra horrible muerte por haber tenido un pequeño desliz en el juego. Pero ojo, los errores también se pagan muy caros en Until Dawn: el juego presenta todo el repertorio: decapitaciones, carne quemada y desmembramientos. Sin embargo, los intentos de Until Dawn de ser personal de una forma que incita a cuidar de los personajes en la pantalla, más que a querer verlos destripados, son mucho más interesantes que cualquier cantidad de sustos o amagos de terror psicológico que se puedan incluir.

Al centrarse en el desarrollo de los personajes y darnos el control, el juego pone de manifiesto una poderosa e inesperada arma contra el propio jugador que la mayoría de títulos del género lleva décadas ignorando: la empatía transmitida a través de un diseño sutil y persuasivo. Es innegable que hay mucha sangre y vísceras en Until Dawn, pero es precisamente el corazón sangriento del juego el que permanecerá conmigo durante años y garantizará muchas noches de Halloween revisitando a esos encantadores imbéciles míos.

Until Dawn está disponible para PlayStation 4.

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Traducción por Mario Abad.