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¿Esto es España?

Barcelona no es la única ciudad de España que ha hecho un vídeo turístico que debería hacer saltar alertas en los antivirus. Estos son algunos de los vídeos de promoción turística más extraños que hemos encontrado.

El lunes nos llegó a la redacción de Vice el nuevo vídeo de promoción del turismo de Barcelona y se nos fundieron los plomos. Cientos de personas comentaron el artículo y algunos colgaron como respuesta en Facebook algunos otros vídeos de promoción turística de otras partes de España.

Uno puede engancharse a muchas cosas, pero lo de los vídeos promocionales es una droga muy dura, os lo aseguro. He estado allí y nunca más voy a volver. Pero antes de terminar mi viaje por ese otro lado os quería dejar esta galería de los horrores. Os recomiendo que os pongáis gafas de sol para mitigar los efectos neurodegenerativos de algunos de los vídeos que aparecen a continuación.

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Solo una cosa más, seis de estos siete vídeos han sido financiados con nuestros impuestos, no lo olvidéis.

Sevilla, el calor de una sonrisa

Muchas veces me imagino una sala llena de señores con corbata muy serios sentados frente a una mesa. Enfrente, unos tíos de una agencia de publicidad o algo así les van a proponer la idea para hacer algo. En este caso es un vídeo para promocionar el turismo de Sevilla. Los tíos de la agencia dicen “Sevilla, el calor de una sonrisa” y los señores con corbata se ponen a aplaudir entusiasmados, alegría, éxito total, vino español.

En fin, quizá fue así o quizá no, pero de cualquier manera aquí está el resultado: un vídeo protagonizado por niños que corren por los epicentros turísticos de Sevilla y en el que los protagonistas absolutos son el dúo musical de quinceañeros Gemeliers (que el otro día nos descubrió el Hematocrítico). Su productor es Juan y Medio y son la última sensación entre las adolescentes del sur de España. Esto hace que los comentarios al vídeo en YouTube se centren casi todos en lo guapos que son esta pareja y se olviden de lo empalagoso de todo el montaje.

Rimas como “tan bonita, diferente, / tan alegre, tan llena de buena gente” hacen el resto.

Why Zaragoza?

“¿Por qué Zaragoza?”, se preguntan en esta especie de cortometraje raro rodado en varios idiomas para fomentar la celebración de congresos en Zaragoza. El Señor Hill, propietario de una editorial en Londres que lleva su propio nombre, un tío que se ha hecho a sí mismo, se queda flipado con los dibujos que le enseña de Zaragoza su ayudante, que recorre la ciudad como en una especie de ensueño, vestida como una especie de Sherlock Holmes femenino. Después en Chez Maurice, un elegantón restaurante de París, un tío le muestra a su jefe en una tablet lo alucinante que es Zaragoza y su jefe decide en el momento celebrar allí el Congreso sobre el Hidrógeno de 2016. Ignoro los temas que se tratan en los congresos que tratan de un gas, pero joder, suena importante. El francés, menos austero que la inglesa, se va de vinos por el Tubo, se pone de tapas hasta el ojete y se mete hasta en la cocina de un restaurante, vaya crack. La historia se repite en Madrid y en Berlín (en un claro intento de alargar una idea que el espectador ya había pillado). Me encanta la parte del alemán (minuto 4:55), porque la chica dice que ha elegido Zaragoza para el congreso y el jefe parece no advertir el detalle de que ella tiene el despacho empapelado con posters de la ciudad. Ahí hay un tema de comisiones o algo raro.

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Nadie me quita mis vacaciones en Castellón

Este vídeo es viejo y Luis Aguilé ya hace años que murió, pero quién puede resistirse a este derroche de fantasía tardofranquista rodado sobre 2007, en plena construcción del Aeropuerto de Castellón, cuando la bomba de la economía española estaba a punto de explotar. Ahora mucha gente ya no puede irse de vacaciones ni a Castellón ni a ningún otro lado, pero qué gusto da ver a Aguilé, con esa gorra blanca tan rara y recordar aquellos años en los que a Carlos Fabra le tocaba la lotería de Navidad todos los años y Rita Barberá y Paco Camps recorrían el circuito de F-1 de Valencia a toda hostia. Ya había visto este vídeo no sé donde, pero hasta hoy no me había dado cuenta de lo sexualmente explícita que es la canción. Aguilé entonces tenía más de 70 años pero se ve que seguía teniendo la mente calenturienta de un chaval, bien por él.

Compra en Sabadell

Al rebufo de las parodias de “Gangnam Style”, un modesto vecino de Sabadell se marcó este vídeo y aprovechó para animar a visitar la ciudad y disfrutar del comercio de una de las dos capitales de la comarca del Vallès Occidental. Con más colaboración ciudadana que voz y estilo al cantar, el vídeo tuvo su momento viral, aunque no sé si acabó siendo positivo para Sabadell o no. Aunque eso podría decirse de la mayoría de los vídeos de este artículo.

Murcia. Tenemos el sol y la manía de hacernos selfies

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La verdad es que este vídeo tiene sus virtudes: sale gente muy guapa, playas y sitios guay y, sobre todo, es bastante breve (lo que a estás alturas del artículo agradezco bastante). Pero para mí todo queda absolutamente eclipsado por la mierda de los selfies, ya que todo el mundo para un momento lo que está haciendo para hacerse una foto. Por favor, dadnos un respiro.

Jaén

Este vídeo tiene una estructura curiosa, con varias secciones presentadas con una alegre musiquilla, pero que cuando comienzan tienen un aire de thriller tenebroso en el que salen rótulos con mensajes en plan 24, la serie de Kiefer Sutherland. No lo pillo.

Valencia increíble pero cierta

En Valencia se pasan un poco contratando al tío que dobla a Gandalf. Ese hombre tiñe todo lo que toca de una especie de solemnidad que siempre acaba siendo un poco excesiva, como la ronquera de Jon Snow. Sobre todo en un vídeo para promocionar el turismo y no un nuevo modelo de tanque. En el vídeo se habla de viajes en el tiempo, recorrer los 5 océanos (siempre había escuchado “los 7 mares”), coches que van a más de 300 por hora, leones que campan a sus anchas por las calles, edificios de otro planeta, estrellas del rock que pasan allí el invierno (¿?), para terminar con que todas sus calles terminan en el mar. ¿Realmente ahora Valencia es una isla en la que pasan más movidas que en Lost? Hace años solíamos ir de vez en cuando a Valencia con mis padres y a mi me encantaba tomar horchata con fartons y comer unas mazorcas tostadas al fuego que vendían por la calle. ¿Ya no hay de eso?

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