La idea de Metrovivienda es llevar a cabo un proyecto de vivienda de interés social y prioritario.
Los vecinos han visto cómo el barrio se ha ido acabando a medida que los años pasan. Ahora quedan tan sólo algunas casas en pie.
“Nosotros queremos libertad para vender. Metrovivienda no nos regala nada. Nos quitan los terrenos, por la miseria que ellos nos quieren pagar”, Pilar Becerra.
Doña Marlén Ramírez de Sánchez ha vivido 73 años en el barrio. Su casa se ha visto gravemente afectada por las construcciones aledañas a su predio sin que haya existido reparación alguna.
Las ventanas de Doña Marlén muestran el cemento que cae de la construcción junto a su casa.
Quienes viven en Los Olivos hablan de un desplazamiento forzado con tintes de interés social.
Las urbanizaciones de estrato seis empiezan a ser parte de las vistas de Los Olivos.
Muchas familias se ven obligadas a alquilar dormitorios de sus casas para poder subsistir.
La mayoría de los vecinos ha construido sus casas con el esfuerzo del trabajo de toda su vida.
Pilar Becerra, de 48 años, nació y creció en el barrio. Vive con sus dos hijos en una casa. Sus padres nacieron y murieron en el barrio.
Doña Blanca Rodríguez lleva viviendo en el barrio más de 83 años. "Aquí tuvimos la mejor niñez, esto era sólo monte. Lástima que ahora es tan peligroso".
Ana Dolores Rodríguez, 60 años, trabaja vendiendo dulces en Chapinero. En su casa de tres metros de ancho, vive ella con sus hijos y nietos.
María Jiménez Chaparro es pensionada, vive con una hija, y toda su vida ha habitado en el barrio.
Maribel Durani y Andrés Durani viven con cinco familias más en una casa.
Pilar Becerra: "Por aquí no queremos ver a Metrovivienda".
La economía informal es parte del barrio. Un vecino vende verduras en su carro.
Muchos de los vecinos se quejan de los escombros que caen sobre sus casas.
Los Olivos empieza a desaparecer tras los ladrillos de estrato seis.
Don Antonio Pérez Molina y su esposa Gregoria llevan 30 años en el barrio. Vendieron tres fincas en Tolima para comprar la casa en la que actualmente viven.
El barrio visto desde la circunvalar.
Una mujer camina por uno de los muchos callejones del barrio.
Doña Adela Cubilla vive con tres familias más en una casa.
Miguel Medina descansa en su habitación, mientras su hijo juega en la consola.
Muchos de las personas que habitan el barrio son personas mayores, niños y niñas.
Mientras se resuelve el problema entre el Distrito y los constructores privados, la gente de Los Olivos sigue viviendo con normalidad.
Byron Parra vive con su madre, tres hermanas y su hermano mayor. Además vive con sus sobrinos.
Natalí Yohana Silva ha vivido 27 años en el barrio. Su hijo y su esposo viven junto a la familia de su hermana y sus padres.
Metrovivienda ya puso su bandera en los predios que expropió a la Fiduciaria Davivienda.