FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

Me infiltré en la comunidad virtual de adultos quisquillosos con la comida

La comunidad en línea de los quisquillosos con la comida es increíblemente activa, pero también tímida y secreta; uno de los grupos más grandes en Yahoo! tiene más de 2400 miembros y cientos de nuevos posteos cada día.
Hilary Pollack
Los Angeles, US
Photo via Flickr user Christian Cable

En 2011, Anderson Cooper hizo una confesión difícil sobre su vida personal durante su programa. Fue inesperada y cándida, tomando por sorpresa a muchos de sus espectadores cuando abrió una conversación con su audiencia sobre su estilo de vida. Anderson Cooper se confesó como un adulto quisquilloso de la comida o «PEA» (por sus siglas en inglés).

Hasta ese momento, Cooper nunca había probado la espinaca ni la mayoría de los otros vegetales verdes. (Más tarde intentaría con mucho esfuerzo otras comidas en su programa, incluyendo la primera vez que probó un waffle con Jerry Seinfeld y «no entendió su valor».) Nunca probó bebidas calientes, en cierto punto comió el mismo plato de pavo de un Mercado de Boston como almuerzo todos los días por cuatro meses. En su programa, abre la puerta de su refrigerador y apunta a una solitaria pila de salchichas de pavo envasadas y procesadas. «Esta es la única comida que sé como cocinar. Toda mi vida he tenido esta relación extraña con la comida…La verdad es que solo como algunas cosas, muy pocas».

Publicidad

Hace unos meses, MUNCHIES publicó una entrevista con un hombre que afirma haber comido exclusivamente pizza durante un cuarto de siglo. Las dietas hiperrestrictivas se han infiltrado en la cultura popular a través de series como Freaky Eaters, un show donde los neuróticos con fijaciones con la comida son avergonzados públicamente con acciones de shock y luego son curados «mágicamente» con la vieja persuasión. «Mi dieta consistió en papas con queso. Eso comí durante el desayuno, la comida y la cena durante 30 años», contó una mujer, por ejemplo.

En realidad, la mayoría de los quisquillosos de la comida no son disuadidos fácilmente de sus hábitos. Las teorías del por qué la gente sufre de ARFID (Desorden de la Toma Restrictiva de Comida, como es conocido en la comunidad médica), van del Desorden Obsesivo-Compulsivo al Síndrome de Asperger o a una sobrepoblación de glándulas gustativas. Puede ser distinto para cada doliente. Pero sin importar por qué, quienes padecen ARFID experimentan náuseas y pánico extremo, o se sienten totalmente petrificados con la simple idea de disfrutar casualmente un poco saag paneer.

Uno de los aspectos que hizo particularmente interesante al episodio de la confesión de Cooper fueron sus invitadas: dos mujeres, Joyce y Marla, quienes se conocieron en un popular grupo de PEAs en Internet.

El par se convirtió en amigas online cercanas, y se unieron gracias a sus aversiones vehementes a todas las cosas de carne, vegetales o frutales. Joyce subsiste con patatas fritas y hervidas. Le cuenta a Cooper que su madre murió en 2009, siempre avergonzada con el estilo de vida alimenticio de su hija y descubrió sólo diez meses más tarde gracias al internet que habían otros como ella" – incluyendo a Marla. "Cuando dijo lo que come, es casi exactamente lo mismo que está en mi lista," le cuenta con entusiasmo a Cooper. Marla aparece y las dos se abrazan con cariño en su primer encuentro en la vida real, y Marla dice efusivamente "No puedo creer estar sentada contigo aquí…con alguien que está vivo y que come como yo." Como veteranos de guerra con cicatrices iguales, han compartido una silenciosa limitación, anhelando por años que un amigo que no las rechazara o intentara cambiarles sus estrechas afinidades alimenticias.

Publicidad

La comunidad en línea de PEAs es increíblemente activa pero también tímida y secreta; uno de los grupos más grandes en Yahoo! tiene más de 2400 miembros y cientos de nuevos posteos cada día, pero la membresía continúa restringida al público. Los probables miembros deben aplicar y explicar porqué quieren unirse, tal vez para filtrar a los matones y burlones del mundo exterior (o incluso artículos como este). Pero son extremadamente amigables con los que son como ellos, y si escribes una pequeña nota a los moderadores diciendo que tú tampoco puedes soportar el sabor de los sándwiches apenas tostados con queso americano, serás bienvenido con los brazos abiertos.

Aunque parezcan rarísimos en comparación con los consumidores normales del mundo, hay muchas modas y consistencias entre los PEAs. Casi todos ellos detestan los vegetales (excepto las papas), y casi ninguno come fruta o carne, en vez prefieren comidas llenas de carbohidratos, y nada sanas como las patatas fritas, la mantequilla de maní, galletas y grisines. Algunos tienen una larga lista de "comida que odian," mientras que otros consumen exclusivamente una cosa todos los días por años o décadas. Ninguno de ellos dice comer algo picante, ácido o condimentado. Es papas fritas y pasta hasta donde llega la vista.

Es también entendible porque el público general puede llegar a juzgar algunas de las conversaciones del grupo. Un padre llega a la página web para quejarse de que su hijo está en primer año de la universidad y se reúsa a comer cualquier cosa del comedor, optando en vez en guardar su dinero para comprar Cheerios, macarrones con queso y chips de la tienda Target local. Para él cualquier otra comida es "asquerosa" e "inmunda." Ella implora por sugerencias de parte de sus camaradas. "Llénalo con mantequilla de maní, galletas, pan, y barras de granola y confía en que va estar bien," propone una mujer. Un padre de tres hijos de treinta y largos años ofrece, "La gente por alguna razón le importa lo que comemos y le parece extraño. Lo que sea que quiera comer en la escuela, yo le dejaría. No como carne, vegetales, pan o frutas pero mis hijos sí. ¡Que tengas un buen día!"

Como un no PEA, puede ser difícil no juzgar a esos que básicamente alientan a una madre a proveerle a su hijo una dieta enteramente conformada de gluten y azúcar. ¿Pero por qué nos importa lo que come otra gente, especialmente esos que tienen convicciones tan fuertes sobre eso que prefieren arriesgarse en convertirse en un paria que intentar probar una calabaza? Es difícil imaginar que alguien pudiera elegir una aflicción como esta.

El fundador del grupo Bob K asegura que otro padre exasperado con una reflexión resignada pero esperanzadora: "En la mayoría de los casos…la hipnoterapia falla. Lo que tenemos es algo muy difícil de superar. Las buenas noticias son que mucha gente que tiene estos problemas tienen muchos otros talentos, y no hay razón para no tener una vida feliz con esto."

Puede que sea verdad, pero una de las partes más difíciles de ser un PEA – y una por la que se lamentan juntos con palabras de apoyo y empatía – es la dificultad constante con las relaciones amorosas. Algunos están en matrimonios felices, pero muchos otros reportan ser rechazados por las parejas potenciales una y otra vez por su supuesta terquedad. El PEA con más experiencia del grupo insiste en ser directo con esto en la primera cita, no dejarlo salir como un "secreto" semanas o meses más tarde en una relación. Y universalmente, si son forzados a elegir entre una persona atractiva y las patatas fritas, las patatas van a ganar. El convertirse no es una opción pero tal vez el encontrar a una alma gemela lo es. Y nadie quiere estar solo.

"Tal vez algún día cambiará, un día en el futuro cuando nuestra sociedad sea más tolerante con las diferencias entre las personas," escribe un PEA nostálgico. Mientras tanto, puede dormir tranquilo sabiendo que hay otros como él en el mundo, escribiendo con sus computadoras y con su galletitas y jarros de mantequilla de maní a su lado.