El entrenador de los Lakers, Luke Walton tiene una reputación de ser un tipo bastante relajado, pero estaba en llamas anoche, escupiéndolas en dirección del árbitro Monty McCutcheon después de una falta que le marcó a DeMarcus Cousins por tumbar a Julius Randle. Walton no sólo se ganó la primera suspensión de su carrera como entrenador, sino que se aseguró un lugar en las listas de mejores berrinches en la cancha.El exabrupto de Walton, que se presentó a menos de ocho minutos de iniciar el juego, lo tuvo todo: el uso de la palabra "motherfucker", un poco de drama para que lo detuvieran cuando lo escoltaban hacia el vestidor, y una mirada como de asesino serial, al puro estilo de Patrick Bateman en American Psycho.Probablemente Walton se molestó más en el vestidor cuando Sacramento superó a los Lakers con 39-13 en el tercer cuarto, encaminándose a la victoria por 116-92. Fue la séptima derrota consecutiva de Los Ángeles, hecho que no ayudó a calmar la ira del entrenador.