
Eric Feinberg: Yo manejaba las redes sociales para clientes de relaciones públicas, y ellos me pagaban por generar publicidad de boca en boca a través de concursos de foto y comentarios en Facebook. Cuando subía imagines de cosas específicas, como juegos de la NFL, descubrí que junto a mis fotos aparecían anuncios de jerseys piratas, y estos aparecían en los muros de todo el mundo. Facebook personaliza sus anuncios de acuerdo a tus preferencias. ¿Cómo podía yo manejar las redes sociales de mi cliente sabiendo que mis acciones aparecerían junto con anuncios piratas? Y cuando hablaba con las compañías [que vendían mercancía legítima] sobre estos anuncios, no tenían idea de lo qué les estaba diciendo.Es fácil decir que la mercancía pirata sólo perjudica a las grandes corporaciones como Nike o Reebok. ¿Por qué habría de importarnos a las personas ordinarias? ¿Cómo nos afecta?
Cuando entras a una página pirata, les estás dando la información sobre tu tarjeta de crédito. Así que si ahorrarte un poco de dinero vale la pena a cambio de darle tu información a una página en China, entonces adelante. La privacidad es otro tema. ¿Cómo llegan estos anuncios? Los productos piratas le cuestan a EU de 750 mil a un millón de trabajos al año (esta cifra es disputada). Los consumidores confían en Facebook para que despliegue sólo anuncios legales y eso no está sucediendo.¿Crees que las personas que compran jerseys piratas conscientemente deberían rendir cuentas?
Los responsables son quienes las venden. Hay personas que compran estas cosas al mayoreo y las revenden. Comprar productos falsos no es contra la ley; lucrar con ellos sí.Lee nuestra Edición de Moda 2013.