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VICE World News

'Los perros son mejores que vosotros': Arabia Saudí acusada de abusos masivos a migrantes

Arabia Saudí ha deportado a más de medio millón de trabajadores extranjeros desde 2013. Los expulsados han denunciado ser víctimas de graves abusos contra los derechos humanos durante la detención y la deportación.
Imagen por Elias Asmare/AP

Arabia Saudí ha llevado a cabo durante dos años una campaña generalizada de deportación de trabajadores migrantes sin papeles donde se han cometido "grandes abusos", ha denunciado la ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado el domingo.

El documento de 36 páginas detalla una amplia lista de violaciones de los derechos humanos, incluyendo los ataques violentos por parte de grupos parapoliciales, condiciones precarias y de hacinamiento en los centros de detención de migrantes, y el abuso físico severo de los detenidos por parte de los guardias.

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Teniendo en cuenta que la represión se inició en abril de 2013, más de medio millón de los aproximadamente 2 millones de trabajadores indocumentados de Arabia Saudí — en su mayoría procedentes de Somalia, Etiopía y Yemen — han sido detenidos y deportados. Desde noviembre del año pasado 2.000 inmigrantes han sido deportados de media cada mes.

Muchos de los detenidos con los que HRW habló, incluyendo a aquellos que se entregaron de forma voluntaria, informaron de la existencia de centros de detención insalubres y de las condiciones de hacinamiento y que carecían de servicios básicos tales como camas, agua, alimentos y atención médica. Mientras que los detenidos yemeníes fueron deportados en el plazo de un día, los migrantes de otros países a menudo estuvieron retenidos durante semanas o incluso meses a la espera de un visado de salida.

9 millones de migrantes de Arabia Saudí han tenido durante mucho tiempo un estatus de segunda clase en el reino del Golfo, donde el denominado sistema kafala ata a los trabajadores extranjeros a sus empleadores, que son capaces de impedirles cambiar de trabajo y evitar que salgan del país. El sistema kafala, que es utilizado por todos los estados del Golfo a excepción de Irak, se ha enfrentado a una condena generalizada por parte de la comunidad internacional porque se consideran condiciones de esclavitud para los trabajadores migrantes.

Qatar dice que mejorará las nefastas condiciones laborales de los trabajadores extranjeros. Leer más aquí.

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Hablando de sus 57 días de detención, Mohammed, un deportado de Somalia, dijo a los investigadores que había tan poca comida en el centro de detención que los reclusos se enfrentaron entre sí por poder comer. Sólo había dos baños para más de 1.200 personas, entre ellas decenas de niños, dijo.

Otra mujer de Somalia describió cómo ella y sus dos hijos pequeños estuvieron retenidos en un ambiente "muy caldeado", junto a 150 personas más durante más de una semana. "Mi hijo estaba vomitando y su estómago estaba muy hinchado", dijo a HRW. "No había colchones, la gente dormía en el suelo"

También se informó de palizas y abusos verbales a los detenidos como algo habitual. Nagi, un trabajador agrícola yemení de 57 años, explicó a los investigadores que él fue testigo de cómo un guardia del centro de detención torturaba a 20 hombres con un cable, mientras les decía "los perros son mejores que vosotros".

Sadiyo, una mujer somalí en su noveno mes de embarazo, denunció haber sido golpeada en la espalda con una porra por una policía saudita mientras esperaba en el aeropuerto, antes de dar a luz en la cabina de la aeronave durante el vuelo de regreso a Mogadiscio apenas unas horas más tarde.

La gravedad de los malos tratos en los centros de detención conllevó que varios migrantes tuvieran que buscar tratamiento médico una vez de vuelta a su país de origen. La Organización Internacional para las Migraciones en Mogadiscio, capital de Somalia, dijo que había tratado a muchos retornados de traumas psicológicos y físicos, como resultado de detenciones prolongadas en condiciones deficientes. Un trabajador médico le dijo a Human Rights Watch que trató a un niño de tan solo un año que estaba con su padre, por diarrea, desnutrición y anemia.

Adam Coogle, uno de los investigadores de HRW que entrevistaron a los migrantes yemeníes en la frontera saudí, describió su condición de indigentes. "Estos chicos realmente no tenían nada", dijo a VICE News. "Les confiscaron sus teléfonos y todas sus pertenencias. No tenían absolutamente nada".

HRW también ha criticado la falta de investigaciones oficiales sobre la violencia ciudadana dirigida contra los migrantes desde que comenzó la oleada de deportaciones, incluyendo un incidente donde un grupo de civiles saudíes "armados con palos, espadas, machetes y armas de fuego" atacó presuntamente a trabajadores extranjeros, mientras la policía se mantuvo al margen. Se cree que tres ciudadanos etíopes fueron asesinados durante el linchamiento.

Coogle cree que la represión y la violencia reciente contra los migrantes en el reino árabe no tiene precedentes. "También existe el riesgo de que algunos de los que están siendo deportados sea enviados de vuelta a lugares como Mogadiscio donde todavía se enfrentan a nuevos abusos", agregó, y señaló que Arabia Saudí actualmente no tiene un sistema formal para tramitar las solicitudes de asilo.

Sigue a Harriet Salem en Twitter: @HarrietSalem