Artículo publicado por VICE MéxicoCómo es la vida de los mexicanos que, deportados por la policía o repatriados voluntariamente, regresaron a sus pueblos, a sus ciudades, después de años de vivir en alguna de las 50 entidades estadounidenses. ¿Por qué se fueron de sus lugares de origen?, ¿qué recuerdan de sus trabajos pagados en dólares?, ¿cuáles son los bemoles y frustraciones de su vida actual en México?
Hablamos con algunos mexicanos que, luego de trabajar arduamente en algún punto recóndito de Estados Unidos, residen actualmente en alguna de las dos penínsulas mexicanas: Baja California y Yucatán.
Jesús "Dumbo" Chen, 50 años
Publicidad
Hace unos años, en el 2012 ,me atropellaron a mi hijo Leonel, el más chiquillo; un trailer le pasó por encima. Mandé hacerle una fotografía con su cara, me costó tres mil pesos. Umán es una comunidad de migrantes. Se juntan 15 o 20 personas y se van todos juntos a cruzarse. Los que empezaron esta tradición son los Curichis, así se apellidan, son unos hermanos casanovas. La verdad es que Trump me da miedo, por eso no lo intento. Yo puedo irme cuando quiera, mi récord está limpio.
José Luís, 33 años
Publicidad
Cuando me deportaron me regresé a mi pueblo y me puse a trabajar de taxista con mi familia. Me fue bien, pero realmente invertí mal mi dinero. Ahora estoy de regreso, vengo a echar un ojo y ver cómo está la tirada para cruzar. Viajo solo pero en el camino se va encontrando uno a raza que, entre comillas, hace amistad.De Colombus extraño todo. Esa vez que crucé pagaron por mí 4,000 dólares pero ahora cruzaré yo solo. No pienso desistir. El pedo es brincarme, tener paciencia, burlar a la migra y perderme entre las calles. Mi tirada es irme a San Diego, California, ahí vive un tío. Sé que a donde quiera que me vaya, con la migra, estará cabrón.
Adán González, 37 años
Publicidad
En Texas ganaba, en promedio, 400 o 500 dólares a la semana pegando ladrillos. Ahora me dedico a vender tamales y elotes. Las carretas no son mías, soy empleado. No sé si me quede aquí o intente cruzar a California o me regrese a mi pueblo. Vivo en un albergue en donde pago 30 pesos por noche, no es tanto dinero, sí me alcanza para juntarlo.
Santos, 40 años
Publicidad
No tengo necesidad de trabajar. Allá arriba [California] tengo un poco de dinero de lo que me quedó. Gano poco vendiendo elotes, pero si no trabajo me aburro, ni modo de encerrarme en mi cuarto.
Mario, 25 años
Enrique Martín Chan, 57 años
Publicidad
El cambio ha sido bastante porque estoy acostumbrado a ganar más. Aquí gano 100 o 200 pesos diarios, allá ganaba 15 dólares la hora. No me convenzo todavía, quiero regresar a San Francisco, extraño mi trabajo, me hacía muy feliz. La verdad es que de México no extrañaba nada, nomás la borracheras, las corridas de toros. Yo me quiero regresar este año. Usaré Tijuana como trampolín para brincarme. La panadería se la quedará mi papá.
Rafael Espadas, 44 años
Publicidad