Mi fotógrafa y yo llegamos al Emancipation Park en Charlottesville, Virginia, aproximadamente media hora antes de que el movimiento Unite the Right empezara sus actividades, pero las cosas ya habían comenzado a salirse de control.Los contramanifestantes arrojaron pintura y tinta a los nacionalistas blancos. Este coche de policía fue un daño colateral:
Los combatientes usaron aerosol de pimienta, y los médicos voluntarios se apresuraron a ayudar a la gente que estaba gritando en agonía:
Después de que la policía del estado de Virginia obligara a todos a dispersarse, los nacionalistas blancos marcharon cerca de un kilómetro y medio al McIntyre Park para planificar su siguiente movimiento:
Los contramanifestantes sostuvieron letreros caseros para saludar a los nacionalistas blancos mientras caminaban por las calles de Charlottesville con los policías antidisturbios a sus espaldas:
Los racistas no parecieron disuadidos por todas las personas que demostraron su repudio:
La gente no despejó las calles incluso cuando comenzaron a arrojar bombas de humo:
La gente de ambos bandos llevaba todo tipo de armas, desde bates de metal de beisbol hasta palos de hockey y rifles de asalto. No estaba claro dónde ni cuándo podría estallar el enfrentamiento:
Eventualmente llegó la Guardia Nacional para contener la situación:
Los nacionalistas blancos seguían merodeando ominosamente en la parte trasera de las camionetas, algunos de ellos con cascos adornados con La rana Pepe:
De vuelta en McIntyre Park —que se había convertido en el campamento base de la derecha alternativa (alt-right)— los médicos voluntarios trataron a los extremistas de derecha que estaban heridos:
Minutos más tarde, se produjo una tragedia en el lugar donde se habían reunido los contramanifestantes. Un Dodge Charger embistió a una multitud, atrpellando gente y causando caos. Una mujer murió y otras 19 personas resultaron heridas.
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Los miembros de la multitud ayudaron a quienes fueron atropellados —y aún podían caminar— a salir del enfrentamiento. Otros se tomaron de la mano y comenzaron a orar. Frente a una tragedia como la del sábado, ¿qué más se podía hacer?