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Varios aspectos de su nueva imagen están desafiando los mitos más extendidos. "Hablar de política y religión está prohibido dentro de la orden", me cuenta Mike. Ellos incluso son muy indecisos para hacer cualquier declaración pública "por nuestra historia y porque no queremos que digan que es por fines políticos. Ya conoces las teorías conspirativas que rondan por ahí, como la de Bilderberg y otras por el estilo". Entonces, por qué unirse si no hay oportunidad de involucrarse en la política. "Se trata de nuestros valores", aclaró Mike. Los masones hacen donaciones benéficas como participación comunitaria, y en este momento se encuentran financiando la segunda ambulancia aérea de Londres. "La próxima vez que ocurra un accidente grave y la ambulancia descienda, se verá una escuadra y un compás debajo de ella. ¿Cómo crees que esto se volvió posible?"Uno de los requisitos más sorprendentes que la UGLE pide a sus miembros es creer en un Ser Supremo "siempre y cuando éste sea una fuerza creadora", añade Mike rápidamente para aclarar que el satanismo no es aceptado. Es cierto que otras órdenes francmasónicas, como el Gran Oriente de Francia, admiten ateos, pero la UGLE se mantiene firme en no imitarlos. "Esto le da más credibilidad a la promesa de ser bueno, prácticamente", dice Mike. "Las obligaciones generales que tenemos, están relacionadas simple y llanamente con ser una buena persona que defienda nuestros valores, por eso el Ser Supremo es tan importante para nosotros".
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Los tres tronos que se encuentran en los aposentos del Gran Oficial también son un tema importante de la Gran Logia. Las paredes están decoradas con retratos de los miembros de la familia real que fueron Grandes Maestros antes de ser coronados. Los tronos son tan anchos porque el "Principe Regente, posteriormente conocido como Jorge IV, era bastante corpulento; pesaba alrededor de 190 kilos, así que necesitó una silla más grande". Durante la ceremonia de investidura se le coloca un escabel para evitar que los pies queden colgando.¿Qué hay del famoso saludo masónico? ¿Es real?, le pregunté y él me contestó que sí. "No es nada extraordinario… es sólo una manera de legitimar que pasaste al siguiente nivel… y a decir verdad, es bastante aburrido". Al hablar con el oficial de prensa, me di cuenta de que su estrategia consistía en minimizar cualquier cosa que pareciera demasiado rara.
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