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Guam

La selección nacional con más futbolistas estadounidenses que la propia selección de EEUU

La pequeña isla de Guam está experimentando un renacer futbolístico gracias a la mezcla entre jugadores nacidos en los EEUU y el ingenio de un audaz técnico inglés.
Kyle Terada-USA TODAY Sports

Existe una selección masculina que alinea a más jugadores nacidos en Estados Unidos que el mismo equipo nacional estadounidense. Ocurre, además, que esta selección ha ganado la mayoría de los partidos de clasificación para el Mundial de 2018 de su grupo; su victoria más reciente fue ante un país cuya población es mil millones de veces mayor que la suya. Esta selección es la de Guam, que el pasado 11 de junio venció nada menos que a la selección de la India.

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La selección de Guam representa a los 160.000 habitantes de este minúsculo país, una isla perteneciente a los Estados Unidos en Micronesia, en mitad del océano Pacífico. Guam es una pizca de terreno unas diez veces más pequeño que La Rioja: casi una séptima parte de su territorio está cubierto por bases militares estadounidenses.

A pesar del diminuto tamaño del país, su equipo ha sido, desde el principio, una de las sorpresas en las eliminatorias para la Copa Mundial de 2018. La reciente (y abultada) derrota frente a Irán no debería empañar su espectacular camino previo, cimentado en el gran cambio por el que ha pasado el fútbol guameño en la última década. Las instalaciones han mejorado enormemente gracias a la inversión del Gobierno; el interés por el fútbol ha crecido.

La llegada del inglés Gary White al banquillo de la selección en 2012 también representó un notable salto hacia adelante.

White ocupó el cargo de seleccionador tras ejercer como director técnico de los Seattle Sounders de la MLS durante tres temporadas. Antes de eso, cuando apenas tenía 24 años, Gary ya entrenó al equipo nacional de las Islas Vírgenes Británicas. Su principal prioridad desde que se mudó al Pacífico ha sido incorporar jugadores de calidad a su equipo.

"Lo que debía hacer era asegurarme de armar el mejor equipo posible", comenta White a VICE Sports desde su hotel de Tokio. "Así que pasamos mucho tiempo reclutando jugadores".

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"Cuando acepté el trabajo, mi pregunta para el departamento técnico fue: ¿Hemos visto a cada uno de los jugadores elegibles? La respuesta fue 'no'… y hoy la respuesta sigue siendo 'no'. Hay muchísimos jugadores allá afuera que pueden jugar para Guam gracias a la relación con EEUU".

Importar jugadores foráneos es una forma bastante obvia de mejorar un equipo, pero White insiste que no es algo fácil de hacer. Su primer objetivo fue Ryan Guy, cuyo nivel de juego con los New England Revolution lo llevó a estar en el radar de Jürgen Klinsmann. "Sabía que él sería clave para nosotros porque podría utilizarlo, por su fama, para reclutar a más jugadores", dice White.

Ryan Guy jugando para los New England Revolution. Foto de Greg M. Cooper, USA Today.

Convencer a Guy de unirse a los 'Matao' (sí, la selección de Guam se llama así; y no, no es nuestra culpa, nosotros no elegimos el nombre) fue una cuestión de "vender la visión, la filosofía, el proyecto a largo plazo, el hecho de que [Ryan] sería un jugador influyente con nosotros", explica White.

"Con EEUU vas a jugar uno o dos partidos, pero nunca serás el jugador clave", le dijo White a Guy. El técnico inglés nos cuenta la ventaja que tuvo a la hora de 'fichar' al futbolista de los Revolution: "Su padre aún vive en Guam, así que le aseguré a Ryan que existe un beneficio a largo plazo aquí en términos de un impacto real en las siguientes generaciones de jugadores de Guam".

Funcionó.

El siguiente 'fichaje' de White fue incluso más audaz. A.J. De La Garza, defensa de los L.A. Galaxy, ya había debutado con la selección estadounidense cuando White lo buscó; no obstante, De La Garza solo había disputado amistosos, y por lo tanto aún podía jugar para otra selección, así que Gary fue a por él de cabeza.

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"De La Garza me dijo que me hiciera un tatuaje sobre mi frente que dijera 'persistente', porque básicamente no le dejé en paz", dice White. "Fui tan pesado que al final A.J. me dijo, 'OK, iré solo para un partido, pero ahora déjame en paz'".

"Una vez los jugadores llegan, ya no quieren regresar, porque saben que lo que están haciendo es totalmente nuevo. No hay muchas cosas en el mundo que puedas hacer por primera vez", sonríe el técnico británico.

A.J. De La Garza jugando para los L.A. Galaxy. Foto deTim Heitman, USA Today.

Uno de los grandes logros de Guam hasta la fecha es su prometedora campaña de clasificación para el Mundial de 2018. A pesar de la derrota contra Irán, los guameños arrancaron su periplo en junio con partidos frente a Turkmenistán e India. Fue la primera vez en toda su historia que la Asociación de Fútbol de Guam tuvo que vender entradas: el equipo ganó ambos encuentros. A día de hoy, Guam suma siete puntos y su selección está empatada con los líderes del grupo, Irán y Omán: nada mal para un equipo que solía perder por 16 goles de media en partidos oficiales y cuyo capitán trabaja en un banco de la isla.

El duelo ante Irán terminó con un 6-0 para los centroasiáticos, pero White se queda con la parte positiva.

"[Jugar contra Irán] es lo que queríamos", continua White. "Queríamos llegar a enfrentarnos a un equipo con el nivel de una Copa del Mundo, en un estadio repleto… y es justo lo que conseguimos en Irán".

Esta es la segunda parte del trabajo, medio deportivo medio publicitario, de White: salir siempre bien parado, incluso cuando se pierde. Al principio, Gary vendió a los jugadores una oportunidad de ser parte de algo que nunca antes se había hecho; un buen inicio para esta nueva del fútbol de Guam. Hasta el momento está funcionando…

…y es mucho más fácil vender cuando estás ganando.