Ren Hang te enseña cosas que no sabías sobre el sexo

Hace unos días que tengo sobre la mesa el libro de Ren Hang y cada dos por tres se para alguien de la oficina a hojearlo despreocupadamente, mientras me da un poco de conversación. El magnetismo que ejerce la obra de este artista es absolutamente transversal y se manifiesta en personas de todas las sensibilidades y talantes, de todas las edades, de todos los departamentos. Y es que es abrir al azar este libro de fotografías del artista chino, impecablemente editado por Taschen, y quedarse atrapado en un universo sutil e inquietante, un lugar que nos habla de sexo, de erotismo, de belleza, de las grandes urbes chinas, de lo pequeños y grandes que podemos llegar a ser al mismo tiempo los seres humanos.

Charlamos con la editora Dian Hanson, escritora, historiadora, y una de las grandes estudiosas del erotismo y del porno en las últimas décadas, sobre la obra de un artista introvertido y escueto, que suele evitar hablar con los medios y lidia desde hace años con un trastorno depresivo que es, a su vez, causa y consecuencia de una de las obras más interesantes de la fotografía contemporánea.

VICE: Ren Hang nació en China y sigue residiendo en este país. ¿Qué nos dice su obra sobre cómo se vive la sexualidad en la China contemporánea? 
Dian Hanson: El trabajo de Ren trata, en realidad, sobre la vidas sociale de la juventud culta en Pekín. China es un gran país, como Estados Unidos, con una tremenda diferencia entre lo urbano y lo rural, norte y sur, este y oeste. En este contexto, Ren fotografía a sus amigos, jóvenes urbanos sin prejuicios, similares, en realidad, a sus contemporáneos de cualquier otro país. Su exuberante participación en sus fotografías me recuerda a las producciones porno de los 70, cuando todo esto era una cuestión de pasárselo bien, el dinero era secundario.

Este libro ha sido editado en Estados Unidos. ¿Podría haberse publicado en China?
Sé por Ren que no. Nosotros a menudo publicamos libros en China, donde los estándares de producción son excelentes, pero tuvimos que asegurarle que no imprimiríamos el libro allí, pues no quería arriesgarse a toparse con la censura y ponerse en el punto de mira.

Estamos muy acostumbrados a ver desnudos y sexo por todas partes. Sin embargo, la obra de Ren Hang resulta inquietante. ¿Qué hace de su trabajo en un ejemplo de transgresión?
Para empezar, los modelos no cobran. El hecho de que no sean profesionales tiene una gran atractivo. Después está la insistencia de Ren en que cada foto ocurra en un momento, con una planificación y conceptualización mínimas, y también que evita los clásicos fondos blancos y opta por un concepto particular, muy contemporáneo, que provoca un choque.

Ren equilibra, además, con mucho éxito lo hetero y lo gay, la sexualidad masculina y la femenina, una tarea tremendamente difícil en un libro sobre sexo. Y esa ambigüedad sexual de los modelos, sus amigos, con sus cuerpos suaves y jóvenes, persiste incluso cuando interfiere en la escena una polla enorme y dura, que no resulta agresiva. Y hablando de pollas, igual la mayor transgresión del libro es acabar con el horrible mito de que los chicos asiáticos tienen las pollas pequeñas.

¿Cómo afecta al conjunto el hecho de que el artista utilice una cámara de carrete?
No sé si realmente añade mucho estéticamente. Pero me gusta la honestidad de Ren cuando dice que lo digital es demasiado complicado y que le quita tiempo: que él lo unico que quiere hacer es capturar a algunos amigos desnudos retozando entre ellos.

¿Cómo consigue ser a la vez sutil y sexual, ambas cosas en grado máximo?
La obra de Ren se encuentra en algún lugar donde una composición formal blanca y limpia puede convivir sin problemas con un cable de teléfono introducido dentro de un ano masculino.

"Saco fotos de desnudos porque me gusta el sexo", dice el autor. ¿Crees que su depresión sería más manejable si viviese en un país con menos represión sexual?
Personalmente, creo que la depresión sería más fácil de manejar si viviese en un país donde los psicofármacos estuviesen disponibles para todos a un precio razonable. Los psiquiatras son escasos y caros en China, y los convencionalismos frenan a la gente a la hora de buscar ayuda. Dicho esto, Ren vive con muchísima ansiedad el hecho de poder mantener su trabajo y vivir su vida, tanto social como sexual, como le dicta su naturaleza. Sin embargo, ama China y no considera vivir en otro país.