Los héroes se enfrentan a los anfitriones: la previa del Islandia vs. Francia

Cada vez parece más que Cristiano Ronaldo tenía razón. Que Islandia haya jugado a la defensiva contra Portugal, y que hayan celebrado por conseguir el empate, dijo, era evidencia de una "mentalidad pequeña". Pensar así no los llevará a ganar nada.

Quizá no quiso fue a lo que se refirió, pero aquel empate contra Portugal en su primer partido en el Grupo F parece que sucedió hace mucho tiempo. Y aquel empate ya fue superado en la lista de los grandes éxitos deportivos de Islandia. Islandia tal vez debieron estar anticipando cosas mejores en contra de Ronaldo y compañía.

Los cuartos de final superan por mucho cualquier expectativa realista que Islandia tenía al entrar a este torneo. Las victorias sobre Austria e Inglaterra serán recordadas por mucho tiempo, siempre que se juegue futbol. Lo que sea que suceda en la Copa del Mundo y más allá, este equipo tiene ya un lugar en los corazones islandeses. La primera vez —los fanáticos de Gales son muy jóvenes para recordar el 1958, o la generación de hinchas húngaros también— es siempre la mejor. Islandia tiene una frescura, una falta de cinismo, un sentido del gozo, que los hace peligrosos —no menos por que el equipo contra el que juegan en los cuartos de final, Francia, está asediado por una presión propia, la de ser anfitriones—. "Contra Francia podemos estar relajados y mostrar nuestra mejor versión", dijo uno de sus co-entrenadores Heimir Hallgrimsson, quien se une al gran colombiano Francisco Maturana como uno de los dentistas y entrenadores de futbol más famosos del mundo. "No tenemos la presión del mundo entero para ganar este partido. Queremos ganar, pero no tenemos la absoluta necesidad de hacerlo. Es un gran beneficio para nosotros".

Para Islandia, el futbol de pronto se volvió un deporte muy simple. Sus entrenadores, Hallgrimsson y el veterano sueco, Lars Lagerback, han elegido a los mismos once para cada uno de los cuatro juegos que han jugado hasta ahora. Juegan un 4-4-2 tradicoinal, muy atrás, y buscan restringir los espacios al oponente en el ultimo tercio; están perfectamente contentos con que sus dos defensores centrales —Kari Arnason, quien salió de Rotherdam el año pasado para ir al Malmo, y Ragnar Sigurdsson, del Krasnodar— cabeceen cualquier centro al área.

Solo Suecia e Irlanda del Norte han tirado menos por partido que Islandia en la Eurocopa. Nadie ha tenido menos posesión. Nadie tiene menos pases completos. Nadie ha permitido más tiros al rival que ellos. Para ellos el torneo se ha tratado de resistencia defensiva, de aventar el cuerpo, de barridas desesperadas y salvadas precisas. Sí, son gente numerosa y bien organizada —jugadores, periodistas y fanáticos— que han mencionado la importancia de Lars Lagerback en conseguir esto. Pero este es un equipo también con mucho espíritu de equipo y mucho deseo (y un poco de suerte).

Para Francia, es casi como si tuvieran demasiadas opciones. Después de jugar un 4-2-3-1 en contra de Albania y luego hacer bastantes cambios para el juego contra Suiza, Didier Deschamps regresó al parado que usó en el partido inaugural para los octavos de final contra Irlanda. Como en el primer partido, el resultado fue un primer tiempo malo en la que descompusieron a Francia con simples pases largos. Y, como en el primer partido, un cambio a 4-2-3-1 liberó a Dimitri Payet y volvió más peligroso a Francia.

Con N'Golo Kante suspendido, puede ser que Deschamps utilice un 4-2-3-1 desde el inicio, o quizá utilice a Yoann Cabaye como un reemplazo directo. El 4-2-3-1 tal vez sea más probable, con Blaise Matuidi y Paul Pogba juntos en el centro y Antoine Griezmann detrás de Olivier Giroud, esperando los rebotes como lo hizo en su segundo gol contra Irlanda. Es revelador que Francia sean el único equipo en competencia que ganó más duelos aéreos que Islandia. Asumiendo que Kingsley Coman se recuperó de su la lesión que lo obligó a entrar de cambio contra Irlanda, jugará por la derecha.

El mediocampista Adil Rami también ha sido descartado por tener dos amarillas, aunque hay muchos en Francia que ven esto con alivio. El muy malogrado Eliaquim Mangala del Manchester City y el debutante Samuel Umtiti —que pasó del Lyon a Barcelona— son dos candidatos para reemplazarlo, y quizá Umtiti sea el elegido.

La principal preocupación de Islandia es la forma física. Aunque el carencia de ideas inglesa cuando les entró el pánico al final del partido lo ocultó, Islandia se borró en los últimos 20 minutos del partido, y así le pasó contra Hungría y Austria (el gol ganador cayó cuando Austria estaba volcada al frente con todo el equipo en busca del gol que los mantuviera en el torneo). Francia, por su parte, tiene el hábito de anotar goles al final. Todavía no han anotado en el primer tiempo, y tres de sus seis goles han caído en el minuto 89 o más adelante.

Pero aquellos goles tardíos pueden leerse de dos maneras: por un lado, es positivo que hayan logrado hallar el fondo de la red cuando más lo necesitan; pero por otro, sugiere que algo está mal porque siguen necesitándolos. No pueden seguir dependiendo de alguna brillantez de Payet o Griezmann para sacarlos del peligro —y esta Islandia tiene un aire indómito.

Esto no ha pasado desapercibido a la población islandesa de 330,000, menos que una delegación en la Ciudad de México o que la famosa ciudad de Leicester. "Creo que me gustaría que termináramos como terminó el Leicester City", dijo Hallgrimsson. "Jugaron a sus fortalezas y nosotros estamos intentando hacer lo mismo. Hay el mismo espíritu de equipo en ambas escuadras".

Para Francia, este debe ser un pensamiento ominoso.

@jonawils