En 1806, el inglés relató su visita a Wheeling, Virginia, donde presenció una pelea entre dos trabajadores que quedó en su memoria para toda la vida. Los hombres, uno de Kentucky y el otro de Virginia, discutieron sobre quién tenía el mejor caballo, un debate bastante usual en las afueras de los pueblos pequeños inundadas de alcohol. Ninguno de los dos quiso ceder en el diferendo de opinión así que los dos, junto con el inglés Ashe y gran parte del pueblo, se dirigieron a la pista de caballos a probar la velocidad de los animales. Aparentemente la carrera no fue concluyente pero ninguno de los dos quiso abandonar el pleito, así que se retaron a golpes. Acordaron que fuera un pleito rough-and-tumble (literalmente, un pleito "sucio y revolcado") y no una "pelea limpia". Ashe observó boquiabierto cómo el hombre de Virginia lanzó al de Kentucky al piso y, montándolo, lo sujetó por el pelo y le clavó los pulgares en los ojos. Pero el de Kentucky se recuperó y logró quitarse de encima al de Virginia. Una vez que invirtieron posiciones, Kentucky le arrancó un pedazo de nariz de un mordisco al de Virginia. Pero la pelea no había terminado. El hombre de Virginia mordió a su vez el labio del de Kentucky y se lo arrancó hasta la barbilla. Solo entonces terminó la pelea. El hombre de Virginia, sin nariz, fue alzado victorioso y el de Kentucky se dirigió al doctor, con los ojos lastimados y el labio colgándole por la barbilla.Esta pelea no era anómala, sino más bien formaba parte de una tradición de combate particular al Sur rural de los jóvenes Estados Unidos durante el siglo XVIII. El rough-and-tumble era el nombre con el que se le conocía a este tipo de pelea sin reglas en la región del sureste del recién formado país. Las apuest
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