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Música

Adam X te da una clase magistral de música industrial

No se permiten góticos.

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Este artículo se publicó originalmente en THUMP EUA.

Como muchos neoyorquinos, Adam X solo tiene un nivel de volumen: fuerte. Esa había sido mi limitada experiencia con el productor y DJ nacido en Brooklyn y radicado en Berlín durante dos intercambios tempranos al principio de la década del 2000 que terminaron con alguien gritándole a alguien más (sigue leyendo para que sepas quiénes). Esa naturaleza abrasiva (algunos dirían que bragada) le sirvió para bien, desde su juventud, donde se la pasó grafiteando el sistema subterráneo de Nueva York hasta cuando organizaban las legendarias Storm Raves a comienzos de los 90 con su hermano Frankie Bones.

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Esa era dorada de mediados de los ochentas hasta comienzos de los noventas en Nueva York ha sido el foco de mucha atención en los años recientes, con muchos artículos sobre las hazañas de los hermanos en los medios. Pero lo que pasó durante los días felices hace un cuarto de siglo es sólo una pequeña porción de la narrativa que incluye dos décadas subsecuentes de trabajo humilde y duro y de crecimiento musical que, para mediados de la década del 2000, convirtió a Adam en uno de las propuestas representativas del techno industrial rico en géneros –o EBM, si te gusta más– durante un momento cuando lo "minimal" significaba lo máximo para la gente cool que va a los clubes.

El hecho de que el techno industrial esté en ascenso en los últimos años (en gran parte gracias a la moda de fábrica del club más importante de Berlín) es un efecto accidental de los esfuerzos de Adam, como también lo son sus colegas de ideas similares como el talento de NYC-Berlín Function y Perc, de Londres. Su foco actual, el alias ADMX-71, adopta por completo la crudeza y suciedad de la música industrial, y desafía las expectativas al reducir el tempo a un distintivo paseo no bailable. Un nuevo álbum, Coherent Abstraction, es su tercero desde el 2009, y el primer larga duración para el sello de Ron Morelli, L.I.E.S Records, siguiendo al Redacted Files EP lanzado en el 2014.

Adam habló extensivamente sobre la música industrial y cómo el sonido preferido de niños suburbanos marginalizados en los ochentas y noventas se hizo camino entre los indescifrables pensamientos de estos chicos de Brooklyn. ¡Y nadie alzó la voz esta vez!

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**THUMP: Has recibido mucha atención de la prensa últimamente, incluyendo un elaborado artículo en *The Daily Beast* que traza el arco de tu carrera como yendo de graffiti/hip-hop al rave/techno. ¿Cómo llega la música industrial (por la que también te has dado a conocer en un contexto techno) a entrar en ese arco?**

Adam X: Siempre me ha gustado la música más oscura y profunda. Mi banda favorita de todos los tiempos, desde que era niño hasta ahora, es Black Sabbath. También crecí como un niño al que le encantaba Kraftwerk. Aunque en algún momento estaba bastante inmerso en la era dorada del hip-hop, perdí el interés en el género a comienzos de los noventas; perdí todo tipo de sentimiento en relación a eso una vez que me involucré firmemente con el techno.

El techno teñido con sonidos y ritmos industriales siempre fue un gran interés para mí. Tocaba techno bastante oscuro y duro a comienzos de los noventas, como Aphex Twin en sus comienzos, PCP y muchos tracks fuertes de acid de más de 150BPM. Desafortunadamente, era muy ingenuo en cuanto al género industrial real para el momento porque había gente en los Estados Unidos que llamaba música industrial a bandas como Ministry y Nine Inch Nails. En ese momento no tenía interés por instrumentos acústicos y elementos vocales en la música; además, también me pareció que mucho de lo que era llamado industrial sonaba más a rock alternativo, o incluso trash en el caso de las producciones de los 90 de Ministry, así que ni lo escuché.

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Fue solo a finales de los 90 cuando el techno estaba atascado en un modo loop aburrido que me fastidié de él y comencé a indagar más profundamente en otras formas de música electrónica. Pronto conocí el sonido de la verdadera música industrial, así como su hermana, EBM (Electronic Body Music). Fue como descubrir la música electrónica paralela a Black Sabbath por primera vez. ¡Me enganché instantáneamente!

La música industrial es uno de los tres puntos de la triada musical que también incluye EBM y goth. ¿Puedes explicar los matices de cada uno, y cómo le dan esencia a tu nuevo disco?

No suelo mezclar al goth en la tríada, aunque es muy común ir a eventos, especialmente en EEUU, donde puedes oír tocar estos sonidos en el mismo venue. Personalmente, no le veo mucha conexión con el goth, que es muy emo por naturaleza, y la música industrial y el EBM son muy agresivos por naturaleza.

En Europa, las escenas están mucho más divididas que en EEUU. También, muchos industrialistas no concuerdan con que el EBM tiene mucho que ver con el industrial, y ni hablar del goth –aunque tiendo a discrepar en lo del EBM. Artistas como Chris & Cosey, quienes se separaron del grupo industrial pionero, Throbbing Gristle, fusionaron la música industrial en un sonido más basado en el electro en 1981 con Heartbeat, su álbum debut. Esto fue años antes de que el término "Electronic Body Music" –EBM– se acuñara a finales de los 80, cuando el poderoso sello belga, Antler-Subway, editó algunas compilaciones con ese título.

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Antes de esto, el sonido EBM se llamaba "electro" y todavía es conocido como tal en Europa. Sin embargo, no es el mismo sonido electro que vino de Nueva York a comienzos de la era del hip-hop en los 80 (como "Planet Rock", de Africa Bambaataa), o que luego se continuó con el Miami bass o por artistas techno de Detroit como Drexciya y Aux88. Aunque el origen de ambas formas de electro puede rastrearse a Kraftwerk, tienden a ser muy lejanas entre sí. El sonido electro que pasó a ser llamado EBM era una versión más oscura del new wave, mezclado con un sentimiento a lo Kraftwerk, y con capas de ruido y elementos rítmicos del industrial. Échale un vistazo al box set The Klinik, en Antler, que es un compilado de grabaciones de 1984, más o menos. Éste es, por lejos, mi ejemplo favorito para ganar el debate del EBM siendo también industrial.

En mi más reciente álbum, como en los dos últimos discos de ADMX-71, entrelazo y separo muchos de estos elementos de electro/EBM, industrial, noise rítmico, techno, dub y ambiance, todas programadas a un tempo en el rango inferior de 100 BPM.

Muchos veteranos del techno de los 90 (particularmente americanos blancos) tuvieron experiencias formativas en clubes alternativos gótico-industriales, que eran de más fácil acceso en ese momento que los clubes de música house (que eran en su mayoría para negros y gays). Por alguna razón, estos clubes no tienen una reputación histórica. ¿Esto era parte de tu juventud en Brooklyn? Y si es así, ¿puedes contarnos de estos lugares y tus experiencias?

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Estoy de acuerdo, conozco muchos artistas y gente que entró al techno a través de esta escena a comienzos de los 90. Hasta ese momento, yo no sabía nada de esto.

Pero sí recuerdo en los primeros años del techno, cuando solíamos ir a nuestro distribuidor por nuevos discos, que a veces los discos de industrial/EBM estaban mezclados en los nuevos lanzamientos. Usualmente pensaba que eran lanzamientos de techno y de vez en cuando un álbum EBM de corte instrumental lograba colarse en la tienda. Algunos sellos, como Music Research (Zoth Ommog, New Zone) y Antler tenían subsellos de techno y también teníamos promos de cosas de industrial/EBM. Además, la escena techno de Frankfurt tenía muchos elementos de EBM en su música ya que muchos de estos artistas tuvieron un origen EBM, así que no era completamente ajeno a eso. Simplemente encontré lo que sí pensaba en ese momento que era tieso y rígido en comparación al techno.

Coincidentemente, fui headliner como DJ en una rave en 1992 en Washington DC luego de Frontline Assembly. No tenía idea de quiénes eran en ese entonces. Encontré el flyer 10 años después y no lo podía creer porque, para ese momento, me había convertido en gran fan de sus primeros álbumes. En la tocada, todo lo que recuerdo era ver una banda en el escenario con un vocalista, así que perdí el interés inmediatamente. En ese entonces no tenía interés en explorar otras formas musicales. El techno era completamente fresco e innovador en este período y se movía y expandía rápidamente, así que no tenía razón para buscar otras formas de música fuera de eso. Mis manos estaban rebosantes de techno. Tenía todo lo que necesitaba.

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De mis experiencias posteriores yendo a clubes alternativos gótico-industriales en el área de Nueva York en el período del 2000-2006, podría decir que mucha de la audiencia y de la gente con quien hice amistad era de los suburbios y las áreas en las afueras de la ciudad. La mayoría no nacieron ni fueron criados en ninguno de los cinco distritos de Nueva York. En mi juventud, durante los ochentas, no era común conocer a adolescentes en las calles de Nueva York que escucharan este tipo de música. Viajé por la ciudad del Bronx a Brooklyn pintando mi nombre en miles de trenes del metro y tenía cientos de amigos de diferentes orígenes. Nunca nadie que conociera me mencionó esta música.

Eso no quiere decir que no había una escena para eso en Nueva York. Había algunos clubes de toda la vida en el área que ponían esa música, comenzando por el legendario Danceteria en los ochentas, seguido de Communion en Limelight, Batcave en la calle 30° oeste, The Building, en la calle 25° oeste, The Pipeline en Newark y el club más antiguo que queda, QXT, también en Newark.

Tristemente, la mayoría de los clubes industriales hoy en día ponen un trance agitado (gravers). ¿Te has encontrado con eso? ¿Algo que decir?

¡Jaja! No me hagas entrar en el tema. Esta música me hace sentir vergüenza y la gente que la escucha y la llama EBM o industrial son completamente ignorantes. Tienen el coraje de irrespetar el hard techno con conectadas al industrial, y aun así aman esa música trance cursi. En mi opinión, está cerca del mínimo común denominador de la música electrónica y no tiene ni un ápice que ver con la música industrial. He sido sometido a esta basura muchas veces cuando voy a una fiesta con amigos o cuando espero por una banda o un DJ que toca algo que quiero escuchar. Llegó al punto en que dejé de ir a estos eventos. Por suerte, la escena industrial en Europa está en su mayoría separada de esta tontería.

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Tu hermano y tú recientemente trajeron de vuelta el concepto Storm Rave para una fiesta con la Red Bull Music Academy en Nueva York. ¿Estuviste contento con el resultado? ¿Considerarías hacer algo así otra vez?

Definitivamente estaba contento con el evento. La vibra era genial. El sistema de sonido y el espacio, geniales. Fue una sensación cercana a la de los viejos tiempos, pero estuve completamente en contra del horario de cierre a las 4AM. Definitivamente era una hora muy temprana para cerrar un evento, nunca hubiera permitido eso si hubiese estado a cargo de la organización; la escena underground actual de Nueva York ni siquiera llega al pico de su concurrencia hasta las 4AM. Consideraría hacerlo de nuevo, pero tendrían que hacer muchas cosas a mi manera la próxima vez si me lo vuelven a proponer.

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También pude ver tu "set de Brooklyn House" con Function en el Panorama Bar hace algunos años. ¿Te gusta trabajar creativamente dentro de parámetros definidos, sean históricos o estilísticos?

Oh, ¡chido! Ese concierto fue muy divertido. Me encanta hacer sets especiales como ese de vez en cuando. Para mí es importante mantenerse fiel al objetivo y al programa del subgénero que estoy presentando. De alguna manera, siento como si estuviera enseñando una clase de historia, y quiero que sea una representación precisa. Realmente doy todo de mí al hacer estos sets. Me toma días de preparación. Tomó semanas preparar ese set.

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El sonido de ADMX-71 también se aleja un poco del estilo usual de L.I.E.S. Asumo que esto fue discutido mientras se alistaba la salida del proyecto. ¿Cuál fue la versión de Ron de esta desviación?

Para ser honesto, nada fue discutido con respecto a esto. Ron me dijo que le encantaba mi álbum anterior dos años antes. Le dije que estaba de acuerdo con editar los futuros trabajos de este proyecto con él, así que el año pasado hice el EP Redacted Files. El plan era grabar el álbum este invierno pasado. Estilísticamente, Ron me dejó hacer lo mío.

¿Planeas presentarte como ADMX-71 en el futuro? ¿Qué tipo de eventos/locales visualizas que funcionarían mejor para el proyecto?

Sí, por supuesto. Solamente tomaré ofertas para tocar en conciertos basados en música experimental o industrial. Toqué en el Atonal Festival el año pasado en Berlín. Eso fue buenísimo y espero que otros festivales de este estilo, como Mutek, Unsound, Decibel, hagan un acercamiento en algún punto. Definitivamente no estoy interesado en tocar en noches típicas en clubes con este proyecto en particular. Dejaré que mi alter ego se encargue de esa parte.

Una vez te grité por hablar muy fuerte en mi carro mientras te paseaba a ti y a Mark Krux por Detroit. Unas semanas después tú me gritaste por tratar de hablarte borracho mientras hacías un DJ set. No es que espere que recuerdes estos incidentes, pero tenía que preguntarte, ¿le has gritado a alguien recientemente?

No te enojes conmigo, pero, ¡no recuerdo ninguno de esos episodios! Sobre gritarle a gente, hmm, déjame ver. Justamente me volví loco anoche hablando por teléfono con T-Mobile mientras intentaba descifrar una factura del teléfono americano que uso cuando voy de visita. Tuve que lidiar con tres agentes distintos que me pasaron de uno al otro sin contarle al siguiente agente sobre el problema o mi identidad. Esto, mientras me hacían esperar 15 minutos entre cada agente con música de espera increíblemente horrible. La afinación de la música variaba como si estuviera sonando desde una tornamesa de correa gastada hasta volverse pedazos.

Cuando pasaron 45 minutos de la llamada, el tercer agente finalmente atendió y, como sus predecesores, me preguntó mi nombre y número de seguro social, y el motivo de mi llamada. Para este momento ya había tenido suficiente de esta música tortuosa y de repetir lo mismo cuatro veces (incluyendo tener que hablarle al sistema de voz computarizada que también me preguntó la misma información al principio de la llamada). Así que el agente #3 recibió un montón furia y veneno por un minuto o dos, ya que no había manera de que me transfirieran ahora con el agente #4.