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dormir a todas horas

Por qué la siesta es el verdadero secreto de los campeones

Vendía camas hasta que un día le escribió a Alex Ferguson y le propuso ser su entrenador onírico. Ahora protege los sueños y las gloriosas siestas de decenas de deportistas de élite.
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Las siestas. Nadie diría que son ni lo más deportivo ni lo más sexy que existe. Dormitar de día es algo que se asocia antes a caciques aburridos y a viejos ataviados con rebequitas que a ligeros y explosivos deportistas. El problema, sin embargo, es que las hemos subestimado.

La siesta es un supercargador natural, el desayuno —o la merienda— de los campeones. Sucede lo mismo con otra serie de comportamientos reparadores e incalculables, que suenan más a síntomas de colapso nervioso cuando los enumeras: quedarse mirando fijamente a una pared vacía, descansar en posición fetal, y sentarte en la taza del váter con una toalla anudada a la cabeza. Ah, y el alcohol y el sexo también son bienvenidos.

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Nuestro experto en materia de noctambulismo es Nick Littlehales, el hombre que, prácticamente solo, se inventó el "sleep coaching" (entrenamiento del sueño), con un poquito de ayuda de Sir Alex Ferguson. Es posible que seas uno de esos benditos ignorantes que desconoce la existencia del 'sleep coaching' — de hecho hay muchos entrenadores de fútbol que todavía no se lo creen — claro que Littlehales trabaja con algunas de las instituciones más importantes del mundo del deporte, como el Manchester City, por ejemplo.

El tenista Andy Murray bosteza tras admitir que no había descansado bien durante una entrevista en Wimbledon 2013. Foto REUTERS/Chris Helgren

"Y con el equipo británico de ciclismo, el Team Sky, además de con el equipo olímpico británico de tiro con arco, del equipo de remo y del de BMX; pasando por la NFL, la NBA, el fútbol femenino, el rugby, la liga de rugby — menciona uno y acertarás", dice el entrenador del sueño, que ha conseguido conceder una ranura de su precioso tiempo para conversar con VICE Sports. De hecho, la gestión del tiempo es fundamental en su negocio. "Pero al final todo se trata de cada persona. En el caso de los deportistas de élite, se trata de encontrar la manera de que se recuperen mental y físicamente durante cualquier periodo de tiempo. Claro que no de la manera esa que nos han enseñado, la de las ocho horas de sueño al día… ¿De dónde salió eso?", se pregunta el gurú.

El nuevo libro de Littlehales se llama Sleep, y lleva por subtítulo el aclaratorio: "el mito de las ocho horas". Tal y como él sugiere, la idea de dormir toda la noche no es "natural", y solo existe "desde la invención de la bombilla eléctrica. Hasta ese momento la norma consistía en dormir durante periodos cortos de tiempo, y más a menudo".

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El problema de dormir ocho horas del tirón, comenta, es que raramente lo consigues, y eso es algo que se cumple especialmente entre los deportistas. Así, los futbolistas jóvenes son proclives a padecer problemas de sueño. En gran parte se debe al abuso de pantallitas — teléfonos inteligentes, tabletas, videojuegos — que disparan la serotonina en los momentos equivocados. "Se trata de una cultura que vive conectada las 24 horas de día, los siete días de la semana, y cada vez existen menos maneras de recuperarse naturalmente", explica. "Cada vez más te encuentras con gente consumiendo pastillas para dormir sin que nadie se las haya recetado".

Nick posa junto a su arma reglamentaria // Imagen cortesía de Nick Littlehales

Contratar a un entrenador del sueño es mucho más saludable, adonde va a parar. Basta con que inviertas 45 minutos hablando con Littlehales para que tu mirada cambie — por mucho que lo más probable es que él te sugiera dejar la sesión en 25 minutos y aprovechar los 20 restantes para echarte una siestecilla.

Idealmente, todos tendríamos que estar al corriente de los llamados "ritmos circadianos", lo que determina el momento exacto para perder la consciencia. De hecho, existen naturalmente "tres periodos naturales" para dormir, cuenta Nick. "Entre la una y las tres de la tarde; entre las cinco y las siete de la tarde, y luego entre las 11 de la noche y las 6'30 de la mañana. Hoy en día, exigirle a la mayoría de la población que solo duerma de noche, es demasiado".

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Lo que está claro es que la cultura de la siesta no le ha hecho daño a ningún equipo de fútbol español del nuevo milenio. Claro que, qué pasa cuándo tu vida deportiva consiste en un partido de fútbol sala después de una jornada laboral de 9 a 5: ¿dónde metes esa siesta? Bueno, pues en ese caso, según cuenta Littlehales no te hará ni falta dormir. Basta con "desconectar"; esto es, con contemplar fijamente a una pared desnuda, desprovista de ornamentos. Eso puede ayudar tanto como sentarse en la taza del váter con una toalla. "Yo ahora duermo en mi despacho. Me pongo los auriculares, y desconecto", confiesa. "Una siesta de 20 o 30 minutos al día dispara tu nivel de concentración y de alerta alrededor de un 40 por ciento".

Igual nadie lo diría, pero lo cierto es que Littlehales también fue deportista en su día, fue golfista profesional, nada menos, y compitió al lado de gigantes como "Nick Faldo e Ian Woosnam, aunque solo fuera asomándose desde el fondo. Hasta que cambió los palos por las almohadas, se convirtió en un conocido experto en sueño en una gran compañía colchonera, y a partir de ahí empezó a elucubrar con ampliar sus horizontes. Fue entonces cuando se atrevió a escribir una carta en clave especuladora al Manchester United, nada menos.

Alex Ferguson a su llegada a Old Trafford en su último partido antes de su retirada. Foto REUTERS/Phil Noble

"Si se hubiese tratado de cualquier otro club de mi barrio es probable que nunca hubiesen respondido a mi carta, porque no existía razón para hacerlo", reconoce. "Pero sucede que Alex Ferguson tenía entonces la cabeza muy abierta, cuenta. 'No estamos haciendo nada en ese departamento. Me has dejado intrigado. Habla con nuestro fisioterapeuta", le respondió el escocés.

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Claro que el gran Manchester United, el equipo que devoró todos los títulos domésticos ingleses y algún que otro internacional, parecía de todo menos dormido. Vaya, excepto Phil Neville. "A todos los jugadores se les alentaba a que fueran a hablar conmigo después de los entrenamientos. Pero el único que vino fue Ryan Giggs. Entonces todavía era un chaval, pero se tomaba lo de ser un deportista de élite con una madurez que nadie más tenía en aquel grupo. Él es la prueba de que con una actitud distinta, uno puede jugar hasta cumplidos los cuarenta años a primer nivel".

Los demás también se fueron animando — hasta tal punto, que Littlehales se encontró un día en el dormitorio de Gary Pallister. El desgarbado central arrastraba ciertos problemas de espalda, que le exigieron un montón de horas de rehabilitación. Hasta que se acostaba. Y entonces se despertaba por la mañana, y vuelta a empezar. Nadie se tomó la molestia de inspeccionar dónde dormía".

"Él y su pareja salieron a la calle, tenían que ir a comprar alguna clase de producto ortopédico o quiropráctico. Estaba duro como una piedra", recuerda el curandero.

"Yo me limité a cambiar algunas cosas, de manera que durmiera en posición fetal, prácticamente sin almohada, en una postura adecuada", ronronea Littlehales. "Y solo aquello cambió muchas cosas: pudo volverse a entrenar un poco, le rebajé la sesiones de fisioterapia y le devolví la sonrisa".

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Gary Pallister no iba sobrado marcando goles, pero lo que no le faltaba era horas de sueño. PA Images

Littlehales saltó entonces del United a la selección inglesa. "Entonces la selección estaba entrenada por el sueco Sven Goran Eriksoon, y la preparación estaba en manos del doctor Leif Schwartz. Y juntos elegimos todas las habitaciones de los jugadores. Decidimos que fueran todas individuales. Muchos se rieron pero lo cierto es que hoy hacemos lo mismo con el Team Sky y el equipo de ciclismo británico. Mandamos 30 kits para dormir a Río".

Sucede que la mayoría de hoteles son un desastre cuando se trata de sus camas, y muchos deportistas "se quedan en hoteles donde no pueden elegir los productos, ni el ambiente". Hoy las organizaciones más despiertas envían siempre a un experto para que evalúe las condiciones de luz, ruido, y para asegurarse, en definitiva, de que la habitación sea adecuada para un deportista de élite, y que no sea la habitación en la que se celebró una despedida de soltera la noche anterior".

El entrenador del sueño se muestra comprensiblemente pasional cuando habla de la disciplina que ha inventado. Los equipos deportivos se muestran siempre de lo más pedantes cuando se refieren a la recuperación de después del partido. De tal forma, parecería ridículo que después de todo el esfuerzo invertido, los deportistas de élite regresen a casa después del esfuerzo y se apalanquen en su cama con dosel frente a la que tienen instalada la televisión y su Xbox. Un buen descanso puede ser la clave de un buen rendimiento. "No hay que olvidar que muchos partidos se deciden en los últimos cuatro o cinco minutos".

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Sin embargo, a pesar de ello, Littlehales sugiere que muchos entrenadores todavía no lo entienden. "Con algunos sucede que te acercas al campo y les dices, vamos a empezar a hacer pruebas de rendimiento. Y te dicen: "¡Piérdete!". Creo que incluso Mourinho es de los que siguen impidiendo que se tomen datos biométricos de sus futbolistas mientras están entrenando. Porque se cree que conoce a sus jugadores mejor que nadie".

"Dentro de cada club, el preparador físico quiere implantar mis técnicas, por supuesto. Porque para ellos la recuperación es fundamental. Los fisioterapeutas quieren probarlo, y luego el preparador físico se da cuenta de que van muy pillados de actividades y que tienen que hacer algo al respecto para mejorar la recuperación. Y entonces llega el entrenador y dice que "no, esto no era así cuando yo era futbolista".

Actualmente todo lo relacionado con la recuperación está de actualidad, especialmente después de que Wayne Rooney terminara hasta el culo, metiéndose en una boda, tras el último partido que jugó con la selección inglesa. ¿Qué piensa el experto de todo eso? En realidad no tiene nada de malo beberse una cerveza bien fría después de haber hecho ejercicio. "Todo forma parte del proceso de recuperación. ¿Y un fiestón de vez en cuando? Vaya, si tienes tiempo por delante y te lo mereces, también puede resultar beneficioso. De otro modo, los futbolistas "pueden verse atrapados en la misma burbuja", asegura.

Está todo bien con tomarse una cerveza de vez en cuando, cuando te las has ganado, pero este es un derroche innecesario, chicos. PA Images

Realmente, lo de salir a reventar parece un problema durante torneos en los que la presión se va incrementando, y Littlehale asegura haber trabajado para varias organizaciones que prohíben que las parejas acudan a los acontecimientos deportivos". Pero lo cierto es que la vieja cancioncilla con el tema del sexo, de cómo este afecta a tus niveles de energía, eso no es más que una patraña, según parece. "Hay gente que tiene un orgasmo y que luego se pone a correr por ahí como si le hubiesen inyectado adrenalina", explica. "Todo consiste en evaluar el valor del proceso. Hay mucha gente que se raya mucho cuando su pareja padece alguna clase de gatillazo".

¿Algún otro lío de sábanas que declarar en el mundo del deporte?. "Hay mucha gente que padece severas flatulencias mientras duerme, otros que roncan como vikingos, otros que hablan, y algunos que, incluso, cantan", explica. El caso más curioso que conozco es el de un deportista que solo se dormía después de encender la aspiradora. Era por un episodio que le pasó durante su infancia".

Vaya, igual eso les ayuda a dormir, pero lo mismo dejen de hacerlo cuando les llegue la factura de la electricidad. Una pesadilla.

Sigue al autor en Twitter @SiHawkins