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Los niños que jueguen al fútbol en EEUU no podrán rematar de cabeza

La federación estadounidense de fútbol ha decidido limitar los cabezazos en categorías de formación. Nos cuesta de entender el porqué.
Si Sergio Ramos fuese estadounidense, jamás habría pugnado con este nivel de violencia con Zlatan Ibrahimović: sencillamente, le habría quitado el balón con cariño y respeto y le habría dado la mano seguidamente. Imagen vía Reuters.

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En VICE Sports solemos hacer broma con las redacciones de los demás países, especialmente con nuestros compañeros de Estados Unidos, y uno de los blancos de nuestras chanzas suele ser la selección de fútbol del país norteamericano. Digamos que los últimos resultados del conjunto que (aún) dirige Jürgen Klinsmann no han sido precisamente propios de un candidato a ganar el Mundial, lo cual les ha granjeado más de un reproche por parte de los seguidores estadounidenses.

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Parece, sin embargo, que la US Soccer —la federación de fútbol de EEUU— ha encontrado la forma perfecta para resolver este problema y lograr, a largo plazo, una selección nacional invencible. Preocupados por lo que consideran un aumento de las lesiones craneales en Europa (?), los dirigentes de la US Soccer han decidido… limitar los remates de cabeza a los jugadores sub-13 y prohibírselos a los sub-10.

Es normal, ¿no? Como todos sabemos, el fútbol es un deporte con multitud de contactos peligrosos —mucho más que el fútbol americano, ¡dónde va a parar!— y es comprensible que se quieran mitigar sus evidentes riesgos. Está claro, además, que limitar los cabezazos al balón a los más pequeños va a ayudar a los jóvenes estadounidenses a ser mejores futbolistas, con lo cual su selección nacional mejorará mucho.

Ahora en serio, y dejando de lado que la medida nos parece totalmente ridícula, es cierto que hay razones médicas para apoyarla. Según el periódico The New York Times, un reciente estudio demostró que las lesiones craneales debidas a conmociones sufridas por los jóvenes estadounidenses eran más habituales en el fútbol de que en otros deportes como el baloncesto o el fútbol americano. Cabe decir, no obstante, que el estudio concluye que el mayor problema no son propiamente los remates de cabeza con el balón, sino los choques entre jugadores…. con lo cual no queda nada claro que prohibir los cabezazos a la pelota solucione nada.

Está claro que respetamos la decisión de la US Soccer, faltaría más: solo nos gustaría preguntarles si no les sorprende que ningún otro país de tradición futbolera —ni Alemania, ni el Reino Unido, ni Brasil, ni Italia, ni por supuesto España— haya implantado alguna medida similar.

Confesamos que a nosotros nos parece cuando menos curioso, la verdad.