La Euro 2016 dejó contentos a muchos y tristes a otro tanto: el pan cotidiano del futbol. Las emociones de una enorme afición estallaron día con día durante un mes: festejos, cerveza, gritos y petardos; mientras, algunas cuadras lejos de las fan zones, las protestas por la ley de trabajo francesa ocupaban la atención de otros, que entre polvos irritantes protestaban.
Hubo felicidad y tristeza, la segunda menos efímera que la primera. El futbol es intenso, a veces más que una apasionante corrida de toros, en el futbol se muere también, mueren sus aficionados pero nunca su afición. Hubo risas y gritos eufóricos, igual de resonantes que las tragedias que ocurrieron en las grandes metrópolis francesas.
Hubo de todo, más bueno que malo, y aunque personalmente no sigo los marcadores de forma exacta, nunca salió de mi mente lo grandioso que ha de ser vivir una afición con tantas libertades, condescendencias y simpatizantes.
La Historia de la Euro 2016 es una condensación de dos minutos que resume lo más trascendente de esta festividad, cortesía de makesavvy.studio mírala abajo.
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