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VICE World News

Después de cuatro años de guerra, la ‘partición’ de Siria sigue estando abierta

Recientes estudios sugieren que Assad se está preparando para acordonar Damasco para combatir los reveses militares, incluidas las largas extensiones del litoral donde abunda la población alauita.
Imagen por Frederick Paxton/VICE News

La reciente sucesión de reveses militares padecidos por el asediado gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad ha vuelto a despertar el debate sobre la división del país. Las fuerzas del régimen se esfuerzan ahora por mantener las zonas que tienen bajo su control al oeste del país. Hace un tiempo que se la da vueltas a la idea de una partición de facto de Siria, sin embargo — los expertos afirman que los ajustes implantados por los estrategas sirios simplemente están apelando a las realidades sobre el terreno.

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Las envalentonadas fuerzas rebeldes, entre las que se cuentan grupos de combatientes yihadistas de Estado Islámico (EI) y de Jabhat al Nusra, la filial de al Qaeda, han obligado a retroceder a las fuerzas del régimen de Assad en varios enclaves estratégicos. En marzo, una coalición de grupos rebeldes autoproclamada como Fatah (la armada de la Conquista), que cuenta con miembros de al Nusra, además de otras facciones relativamente moderadas, conquistó la ciudad norteña de Idlib. La semana pasada, EI — al que también se conoce como ISIS, ISIL y por su acrónimo árabe Daesh —, capturó la igualmente estratégica ciudad oasis de Palmira.

Escenario de un ancestral asentamiento que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Palmira se encuentra cerca de importantísimas reservas de gas y de petróleo, y de las carreteras que conectan Damasco con el este de Siria, especialmente con uno de los últimos bastiones del gobierno en el desierto, Deir ez-Zur. Para muchos expertos la pérdida de Palmira significa que es solo una cuestión de tiempo hasta que las agobiadas tropas gubernamentales se vean forzadas a abandonar Deir ez-Zur.

"El gran problema de Assad es que es demasiado débil", declaró a VICE News Aaron Lund, analista independiente y editor del blogCarnegie Endowment for International Peace Syria in Crisis. "Es demasiado débil para hacer lo que lleva años intentando hacer, que no es otra cosa que controlar lugares repartidos por todo el mapa, como Deir-ez-Zur.

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La lucha de Assad depende fuertemente del apoyo de Irán y de su socio libanés, Hezbollah. Las agencias de noticias estatales informaron la semana pasada que Irán podría extender su línea de crédito en otros mil millones de dólares para reforzar la futura viabilidad del régimen. La novedad coincidió con una serie de visitas de funcionarios de la cúpula iraní. Algunos expertos y diplomáticos han elucubrado con que Irán, que se enfrenta a sus propias sanciones y a un colapso económico como consecuencia del vertiginoso descenso de los precios del petróleo, está trazando una línea aún más dura con Assad.

"Los iraníes pusieron algunas condiciones y dijeron que no se puede defender todo Siria, que haya que retirarse hasta algunas líneas de confianza", explicó a VICE News Joshua Landis, director del centro de Estudios sobre Oriente Medio de la universidad de Oklahoma y editor del blog Syria Comment. "El gobierno mantuvo asentamientos militares por todas partes y estos han sido derribados en los últimos años".

(Imagen por Frederick Paxton/VICE News)

Solo unos pocos creen que Irán retirará su apoyo a uno de sus mayores aliados en la zona. Landis, de hecho, subrayó que Teherán redobló la coordinación táctica con los combatientes de Hezbollah. Hezbollah ha respaldado a las tropas de Assad en el noreste de Damasco, en la región de Qalamoun, una zona montañosa que se derrama sobre el Líbano, y que contempla la seguridad de la frontera como un área fundamental para sus propios intereses. Sin embargo, cortar los caminos hacia Damasco también encaja con la idea de que Assad se estaba preparando para acordonar la capital y otras áreas importantes, entre ellas las extensión de costa donde se concentran un gran número de alauitas.

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A pesar de que el gobierno sirio apenas mantiene el control sobre una cuarta parte del país, se cree que, al menos, la mitad de la población sigue en zonas que están bajo sus dominios.

"La división de Siria es inevitable", confesó una relevante figura política siria cercana al gobierno de Assad en declaraciones a AFP a principios de esta semana. "El régimen quiere controlar la costa, dos ciudades del centro, Hama y Homs; y la capital, Damasco".

Lund sugirió que sería más aproximado decir que el régimen se está dando cuenta de que su lucha solo puede garantizar el control de esos territorios.

"Creo que a Assad le espera un duro verano", dijo. "En Idlib los rebeldes parecen dirigirse a la conquista de nuevas zonas. Y EI está avanzando por el desierto.

Esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, declaró que el gobierno y los Estados Unidos, han alcanzado "un acuerdo fundamental para apoyar por aire", a los rebeldes que actualmente están siendo entrenados con el apoyo de Estados Unidos, en Turquía. Fuentes cercanas al gobierno de Estados Unidos declararon a VICE News que Cavusoglu se había tomado demasiadas libertades con sus comentarios. Sin embargo, y habiendo advertido que Estados Unidos está liderando una operación intensiva para bombardear a EI en Siria, sigue vacilando a la hora de desplegar sus fuerzas de un modo que pueda desembocar en un enfrentamiento con el ejército de Assad.

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A pesar de que las autoridades norteamericanas han subrayado las consecuencias de las bombas de barril y han denunciado que el ejército de Assad a atacado algunas zonas de civiles con cloro, Estados Unidos ha titubeado igualmente a la hora de designar una zona donde no se pueda volar, o de garantizar las zonas seguras en partes del norte de Siria — movimientos que podrían proteger a civiles, al tiempo que beneficiar a las fuerzas rebeldes.

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Por su parte al Nusra se ha hecho fuerte en el norte. Así que cualquiera movimiento rebelde en los bastiones del régimen, implicará con toda probabilidad a la filial de al Qaeda — una perspectiva que perturba al departamento de Seguridad Nacional, en Washington.

Najib Ghadbian, el representante de UN en la Coalición Nacional de la Revolución Siria y de las Fuerzas de la Oposición, un paraguas que reúne a varios miembros de la oposición, afirmó a VICE News que "Assad está consolidando su control sobre Damasco y sobre la costa". También añadió que la presencia de los extremistas en Idlib es exagerada, y que espera que el gobierno interino que está siendo formado en la ciudad puede tener algo de éxito a la hora de suministrar servicios básicos entre los locales. Claro que el incremento de los bombardeos aéreos del régimen, no parece que vaya a facilitar las cosas.

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Después de la caída del imperio otomano durante la Primera Guerra Mundial, Francia se repartió Oriente Medio con Gran Bretaña, y dividió la Siria moderna. Lo hizo en pequeños enclaves étnicos, como los de las minorías alauitas y drusas, durante la década de 1920. A día de hoy solo unos pocos serían partidarios de que Siria abrace la división a día de hoy, salvo los kurdos del norte. (Los combatientes de EI aplastaron literalmente uno de los acuerdos alcanzados en el tratado de Sykes-Picot, que creó la arbitraria frontera entre Siria e Irak). Ghadbian no se olvida de eso y no cree que una división contemporánea de Siria sea sostenible.

"Los franceses utilizaron esta división para gobernar", comentó. "Pero no la podían sostener realmente. No disponían de una economía viable y, finalmente, todos aquellos estados volvieron a unirse".

"Esto puede ser una consecuencia del conflicto, una suerte de partición a corto plazo", añadió Ghadbian. "Pero no creo que vaya a existir una solución viable a largo plazo".

Lund espera encontrarse con alguna versión de lo que ya existe — una división geográfica entre varias facciones, dependiendo de su fuerza y de sus defensas —, pero enfatizó que solo unos cuantos líderes, ya sea internacionalmente o dentro de Siria, admitirán o formalizarán partición alguna, más allá del tiempo que dure la guerra.

"En tanto que alguien pueda ver una salida lejos de esta locura que atraviesa Siria ahora mismo, es posible que la única manera consista en tomar medidas drásticas sobre la lucha, e intentar aceptar la realidad sobre el terreno, aceptar que Siria se ha convertido en un país de enclaves, y que está dirigido territorialmente por hombres fuertes, tanto del régimen como de las fuerzas rebeldes" declaró. "Si entiendes por partición que el régimen mantenga ciertas áreas y que los rebeldes mantengan otras, entonces… ¿Por qué Siria no está dividida todavía?"

Sigue a Samuel Oakford en Twitter: @samueloakford