Latinoamérica llega al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con violencia feminicida, problemas de centralización, abortos clandestinos y dictaduras. Sin embargo, las convocatorias de colectivos feministas han generado la organización de millones de mujeres para salir a las calles este viernes.“El 8M no es una celebración” es el atento recordatorio que el movimiento feminista ha difundido la última semana a través de redes sociales para evitar que la conmemoración de las mujeres violentadas se convierta en un festejo.
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María Salguero y Mile Rocancia registran feminicidios; Carola Andrade fotografía historias de mujeres y Dánae Vílchez es una periodista que informa de ellas. Les preguntamos a estas mujeres de México, Colombia, Argentina, Bolivia y Nicaragua como llegan sus países al 8 de marzo y qué representa ser mujer latinoamericana.
Las mujeres que resisten en una dictadura: Nicaragua
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Dánae no tiene confianza en los registros del gobierno. “Te digo como periodista que cualquier cifra oficial no tiene garantía de que sea de verdad; muchísimos de los métodos en los que se crean son muy oscuros. Yo creo más en acciones que realicen organizaciones de sociedad civil como CDD que lleva una lista de feminicidios.”, dice.Nicaragua llega al 8 de marzo entre las posibilidades de negociación y acusaciones de abuso sexual por parte de Zoilamérica Narváez hacia su padrastro, Daniel Ortega.“El panorama de Nicaragua en general parece ser oscuro porque vivimos en una dictadura que tiene cero respeto por los derechos humanos. El país está viviendo una zozobra con paramilitares en las calles y un gobierno que se mantiene al acecho de los jóvenes. Ser mujer en Nicaragua es una de las cosas más difíciles porque cualquier hombre es un agresor hasta que se demuestre lo contrario. Pero también tengo mucha esperanza porque siento que cada vez hay más mujeres que estamos defendiendo, no solo nuestro papel en el mundo, también el papel que tiene la sororidad para que podamos organizarnos y defender nuestros derechos”, concluye.Mile Rocancio se dedica a contar a las mujeres asesinadas en su país. Decidió empezar en enero de 2018 cuando leyó sobre el feminicidio de Sandra Luna, asesinada en Barranquilla por su expareja. El caso le conmovió de tal manera que comenzó #elconteoquenoqueremoshacer en Instagram, un registro de muertes violentas de mujeres que logró convertirse en la Fundación Feminicidios Colombia.En un principio, Mile se encargó de elaborar la base de datos. Sin embargo desde hace cinco años que ya había comenzado estudios propios sobre la situación de violencia en su país, incluida la sexual de la que fue víctima.
Las mujeres que registran a sus muertas: Colombia
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“Renuncié todo por el registro. Nos preguntan todos los días si leer eso (feminicidios) nos hace indiferentes pero la verdad es que no. Ver los casos a profundidad es muy doloroso, es mucha frustración, mucho llanto. Pero es la cuenta que creamos para dejar una marcha histórica de la situación de violencia de las mujeres”, explica Mile sobre su trabajo.Colombia llega al 8M con un aumento en los feminicidios. En lo que va del 2019 han muerto 47 mujeres y en 2018 fueron alrededor de 300, de acuerdo con la Fundación Feminicidios Colombia.“Es alarmante. Hay una ley específica (la 1761 o ley Rosa Elvira Cely) sobre violencia de género que supuestamente nos protege de toda la posibilidad de ser asesinadas con motivo de haber terminado una relación, por ejemplo. Pero la ley no se está haciendo efectiva, las mujeres todos los días estamos en riesgo. Para mí como abogada, la tipificación de delito me parece correcta, realmente el problema ocurre en la aplicación y la poca perspectiva de género que tienen las autoridades”, opina.Recientemente Mile se ha dedicado desde su fundación a revisar las convocatorias de la marcha del viernes y a pesar de la falta de compromiso que percibe por parte de las autoridades colombianas, el movimiento feminista de su país continúa creciendo. “Llegamos a este día con sentimientos encontrados. Por una parte, está la alegría de que la ola de mujeres está creciendo, y por otro, la tristeza porque nosotras vamos a llevar pancartas alusivas a las que han muerto. Vamos a reivindicar sus nombres porque Colombia lo necesita. Colombia necesita ver a mujeres en sus calles. Colombia necesita saber que estamos preocupadas por nosotras, por nuestros derechos y por la situación en general de país”.
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Las mujeres que nombran a los feminicidios: México
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